Cerrar la puerta, por Maura Morés

Cerrar la puerta Me aterra la idea de quedarme sin la guarida de mis anhelos y semillas, sin mi hogar. Siempre que veo Centauros del Desierto identifico esa modesta casa abierta a un desierto yermo y hostil al ser humano, el único techo y lumbre en muchas millas de polvo y almajos, como el verdadero hogar, tal y como lo es el mío y el de mis padres. Un escalofrío de ternura la atenaza a una cuando Martha Edwards, la madre buena y recta que fríe rosquillas, empuja la puerta…

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3º de ESO, por Maura Morés

Fue el mejor curso de todos los que recuerdo. Una combinación casi ideada por deidades benévolas de buenas calificaciones, joviales amistades con calado y raíz y una entrañable relación con todos los docentes. Fuera de la cronología de sucesos académicos, autobuses escolares y pintalabios robado, Michael Robinson ofrecía su programa en abierto y Ronaldinho hostigaba a mi equipo, con la compensación en una era de alquimistas balompédicos de los destellos juveniles de Kaká en el Milan y el juego de prefecto de college, depurado y bien ordenado, de Frank Lampard….

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La verdadera transición, por Maura Morés

La verdadera transición Cuando los Juegos Olímpicos tocan a su fin, podemos sentir en los dedos que el verano se marchita, como si fuera una sábana maltratada que deja de estar fresca y joven al tacto para adquirir rugosidad y espesor. Sí, el verano es un tejido que se acartona y pierde lustre, es muselina descompuesta en tergal, y es que tal vez lo mejor de él esté en la fruta escarlata de junio y las olas dulces de julio. Agosto es más envejecido, renqueante, de escabeche, y sus días…

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Las recetas de Maura V: huevos y patatas

Las recetas de Maura V: huevos y patatas Cuando pensamos en tierras patrias en la ofrenda de las gallinas y la reina de los tubérculos solo hay dos platos que acudan de manera refleja a nuestra mente y supliquen en el proceso las papilas gustativas: huevos fritos con patatas (fritas, a lo pobre, al montón) o tortilla de patata (la guerra nacional cada vez más recrudecida sobre si debe o no acompañarse con cebolla hay que dejarla al margen para no alargar este artículo hasta la página de fotografías de…

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La plage, por Maura Morés

La plage En unos ocho días vuelvo con mis padres a la playa. Ese accidente geográfico obra en mí lo mismo que la magdalena de Proust. Qué no habré vivido yo en la playa de ese pueblo que ya no nombran nunca en castellano, rodeado de cañaverales medio resecos por la brisa salada y una carretera arcifinia que interrumpe un río maloliente por cuyos alrededores sólo encuentras barracas hechas pedazos donde a veces un abuelo con varices ofrece melones pagando en negro, arrumbado en una silla plegable a rayas. Había…

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The guys, por Maura Morés

The guys Si hubiera existido Instagram en la época de la guerra de Vietnam y, como parece lógico por la política de conservación de bienes personales de los ejércitos occidentales fuera de la refriega, cada combatiente dispusiera de su móvil en los lapsos de descanso, sí que nos hubiéramos enterado de lo que vale un peine. He consultado bastantes fuentes de primera mano sobre este conflicto últimamente porque siempre me ha parecido (sin negar su crueldad) bastante pop y surrealista, nada que ver con antiguas cruzadas en aras de la…

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Posicionarse hasta en la leche, por Maura Morés

Posicionarse hasta en la leche Yo fui durante al menos diecisiete años – juraría que el asunto duró hasta mi traslado del hogar para empezar la carrera- ese tipo de española que no desayuna al levantarse porque siente rechazo de damisela hacia cualquier alimento y después suspira por beicon mezclado con dulces a las diez en punto, en plena clase. Cuando mi madre me sacaba a rastras de la cama a las siete y media (siete menos cuarto en Bachillerato, que viva el horario europeo de ese colegio pero sólo…

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Las recetas de Maura (IV): verduras

Las recetas de Maura (IV): verduras Qué sería de los sureños sin el pisto. El acompañamiento perfecto para platos de carne o pescado sin mucho sabor, para mezclar todo y añadir goce a la experiencia de ingestión, tiene hermanos mellizos o muy similares por todo el Mediterráneo y el Magreb. En mi casa ya comemos con normalidad la caponata siciliana, más amarga pero igualmente suculenta para quienes pueden tolerar la pipirrana, que sería una variante de nuestro pisto manchego o murciano reducida a berenjena y con inclusión de aceitunas aliñadas,…

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La casa del Quinto Soviet, por Maura Morés

La casa del Quinto Soviet Resulta curioso que, en este mundo donde se puede conseguir previo pago hasta un microrrelato erótico protagonizado por el receptor y su amor platónico de una serie o película (lo que hacen los escritores en horas bajas, pobrecitos míos), cada vez sea más difícil para las generaciones activas encontrar un lugar de anidamiento que pueda calificarse de piso sin insultar el término original. Bueno, no es curioso, es esperable. Están todos compinchados: los bancos y sus hipotecas infinitas, ahora con la cara enjuagada gracias a…

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Congo occidental, por Maura Morés

Congo occidental Si C. Tangana tiene problemas con demasiadas mujeres, a nosotros nos sobran las demasiadas exigencias y el cúmulo de quebraderos de cabeza que te disparan cada hora medios y dueños en esta vida globalizada. Con nosotros me refiero a veces a mí, a veces a ti, o al de la otra casa. Uno preferiría estar solo pendiente de qué recetas se pueden hacer con las sobras de un cuarto trasero de pollo, pero no es posible. Ya no se puede vivir guiado por el gallo y el arco…

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No sólo es mamá, por Maura Morés

No sólo mamá La verdad es que, cuando llega el 19 de marzo, todo lo que una vive con un padre aflora entre los resquicios de la mente, y rompe a hervir, y conmueve y trae consigo un velo de agradecimiento. Lo que las madres hacen se aprecia más todos los días. Sobre todo cuando vivíamos con ellas. Sin sus habilidades y recordatorios no había más que hambre a la hora del patio, la mitad del material escolar no llegaba a la mochila, nuestros amigos no tenían a quién sonreír…

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Quiero ser una amiga y no quiero ser prostituta, por Maura Morés

Quiero una amiga y no quiero ser prostituta ¿Por dónde empiezo? La decimosexta película de época, ahora llamadas period drama, con trama de enamoramiento lésbico destinado al fracaso por las ataduras de sociedades pretéritas, Ammonite, que hace referencia a unos fósiles de moluscos del estilo de los nautilos de las eras Paleozoica y Mesozoica, no podía contar con más atractivos: director británico intimista, una playa desolada y descolorida donde la paleontóloga victoriana Mary Anning (siempre marginada por una Sociedad Geológica dirigida por hombres pudientes y bien relacionados, como todos los…

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Las Recetas de Maura (III): pasta

Las Recetas de Maura (III): pasta Los espaguetis entraron en las vidas de muchos a raíz de La Dama y el Vagabundo como símbolo así de cena distinguida. Su liviana naturaleza y la complejidad que implicaba domesticarlos con el cubierto sugerían sofisticación, y así fue antes de que terminaran como plato del día en comedores de mil colegios, atestados de tomate frito de almacén para restauración, y mancharan cuellos de camisas, puños y labios de niño. No en vano Jack Lemmon se los prepara a Shirley MacLaine, la señorita Kubelik,…

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Himares sin nada que ceñir, por Maura Morés

 Himares ceñidas sin nada que ceñir Aunque es en lo más llamativo y furibundo del verano, con el olor a melones pudriéndose de tan exagerada dulzura pareciendo invadir cada palmo del aire cremoso del campo, cuando más reflexiono sobre la belleza en los ojos tiznados de las mujeres de Taormina y Naxos y los torsos y tórax de las estatuas que aún entierran sus suelos, los tres grados de la aurora actual también me son propicios para preguntarme sobre ella. Mi abuelo se enamoró del ser lleno de círculos de…

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Las recetas de Maura (II): cereales

Las recetas de Maura (II): cereales Tener algo de pan que llevarse a la boca ha sido siempre una comprensible prioridad para los mediterráneos, hasta el punto de que los pueblos griego y romano nos legaron a una diosa de las espigas, trenzas de sol que después se ofrendaron a la Virgen María. No concebimos el mundo sin hogazas, sin pedazos de barra en las comidas, sin bocadillos. En Italia compensan lo que consideraríamos un déficit de pan con una pasta que se presenta con centenares de formas y giros,…

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10 puntos para Navidad, por Maura Morés

10 puntos para Navidad En mi revista de la consideración y el cultivo de la psique, que afortunadamente para los que me aguantan no se edita, es más importante replantearse por qué hacemos todo que pensar en cómo hacerlo para ser el más espléndido y chic, habitualmente tarjeta en mano y en busca de comida japonesa. ¿Qué puede tener de novedoso una Navidad más en un país desmantelado moralmente y que se siente amenazado a perpetuidad por nuevas cepas del coronavirus o la perspectiva del derrocamiento del habitante de la…

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Sin zambomba ni almirez, por Maura Morés

Sin zambomba ni almirez Tendremos que celebrar la Navidad casi en solitario, o eso parece. Ello me lleva a alegrarme por una vez de no tener innumerables parientes y media docena de hermanos chillones y besucones, porque no podría lidiar anímicamente con la realidad de añorarlos a cada uno con sus nombres de bautismo, sus tics y sus maneras de cortar el pan a mano. Se avecina un mes de grisú y escarcha. Creo que diciembre está hecho para todos los que aman, perdonan y vuelan con los ojos, sean…

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Las recetas de Maura Morés

Las recetas de Maura Parece que últimamente a todo el mundo le ha dado por ver en, como diría mi abuelo, la segunda cadena, las recetas de Julie, que recorre el país del que nos separan -para alivio suyo- los Pirineos en busca de delicias caseras. Valoro mucho la comida francesa, su conocimiento de las hierbas silvestres y de plantas que solemos ignorar como el salsifí o algunas apiáceas, y me gusta el partido que les sacan a las carnes al horno burlando la insipidez del ave blanca o de…

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Perdón, qué bonito nombre tienes, por Maura Morés

Perdón, qué bonito nombre tienes Hará bastante tiempo devoré un artículo de Íñigo Domínguez que, bajo palio instructivo, acabó revelándose como un conmovedor y chispeante estallido de italofilia. De todas las peculiaridades entrañables de la idiosincrasia italiana que pude aprender de un gran conocedor de la misma, resaltaba balsámica la disponibilidad inenarrable para otorgar el perdón, incluso confinando en ocasiones a un limbo invisible la necesidad de la penitencia. Sí, los italianos creen en la expiación, pero menos que nosotros; un pueblo que abjura de la Santa Inquisición desde el…

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Tirotear las expectativas, según Maura Morés

Tirotear las expectativas Hay logros de adulta de los que puedo congratularme con el paso de los años. El tono que empleo al dirigirme a mi madre es cada vez más diplomático y considerado y me esfuerzo por buscar puntos en común perdidos con mi padre, aunque sea una simple película de tiburones o verle hurgar en artilugios eléctricos para devolverles la utilidad; aquello daba buenos resultados en la infancia. No me muerdo las uñas por testarudez y hasta puedo cortármelas con tijeras porque llegan a volverse afiladas. Ya no…

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Destellos que celebrar, a través del prisma de Maura Morés

Destellos que celebrar El 12 de octubre me ha sorprendido en Toledo. Y he podido darme cuenta, en la ciudad en la que confluyen termas soterradas dedicadas a un mito griego, ruinas de mezquitas, portones cuyos dinteles dieron sombra de adiós sin retorno a israelitas en el 1492 y un viejo alcázar al que cruzó fuego fraterno y que ahora atrae a cualquiera que desee ver de cerca un letal arcabuz, de que todo ese dédalo de calles, esos chándales con elástico que conviven junto a chalecos acolchados verdes de…

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Nostalgia de la pana, según Maura Morés

Nostalgia de la pana Todos los días en los que escucho alguna referencia en los medios a las becas universitarias me da por pensar en cuántos morros de beber tabasco y cuántos Airbnb’s en Londres habrán sufragado, mientras entre sus castigados compañeros sus destinatarios mantendrán que la cuantía se queda íntegra en alquileres y viajes al Mercadona. No se me echen encima: muchos amigos y conocidos emplearon ejemplarmente la suya. Y algún día podrían haber sacado algo del banco para darse un gusto, faltaría. Pero, curiosamente, eran los más pobres,…

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Quiero ser tú, por Maura Morés

Quiero ser tú Lo de sacralizar las redes sociales que dependen de la estética y a los que mandan en ellas es cada vez más bochornoso -pero divertido-. Lo mismo que dijo un pobre diablo de los que dependen del peluquero como los náufragos de La Medusa del vino, en un programa de Cuatro la otra noche, se puede aplicar a decenas de conocidos míos: «Me quitas el Instagram y yo no soy persona, vamos, yo no puedo vivir». Quizá yo también comparta algún trocito de parecer con el personaje….

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Pastillas de loto, por Maura Morés

Pastillas de loto Se puede albergar poca esperanza en el futuro humano de una sociedad cuando le da por el loto. Recuerdo que, estudiando una introducción al griego en la Secundaria con un profesor sabio y por ende despistado a quien pocos tomaban en serio -yo misma aproveché una lección de numismática para abrir otra pestaña de búsqueda en el ordenador con fotos de futbolistas alemanes sin camiseta en vez de monedas de la Magna Grecia- aprendí que el loto inducía a la amnesia en los mitos helenos. En España…

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Esa poesía de pobres, por María Morés

Esa poesía de pobres Cuando acechan en lontananza tiempos de zozobra y cogote encorvado, como ahora, en el mundo del 2020 atenazado por el virus y por tantos proyectos económicos y humanos que este va a cobrarse cual deidad fenicia insaciable, no viene mal barnizar un poquito con romanticismo y esa luz de la que habla mi amiga Miriam, pluma estrella de este rotativo, los quehaceres y normas del día a día. Acabo de beberme el café con leche desnatada de todas las mañanas; lo hago porque me manda escopetada…

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Mantequilla e Ipads, según Maura Morés

Mantequilla e iPads La primera vez que visité Zaragoza quedé enamorada de una tienda de gourmandises como las del norte de Francia que podías encontrar en una de esas pocas calles del centro que aún albergan comercios de artesanía religiosa o corsetería obsoleta. Entre abanicos de nácar, pastilleros esmaltados, figuritas de San Josemaría Escrivá y camafeos o guardapelos algo inquietantes, sobresalía aquella cueva del placer cuyo aroma a mantequilla y esencia de vainilla te envolvía a metros de distancia. Tuvimos que entrar, claro, y compramos una caja de color coral…

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Divorcios, por Maura Morés

Divorcios Nos hallamos muy preocupados por el uso exhaustivo de gel hidroalcóholico en cuanto entramos en un establecimiento y por toser siempre contra el codo, pero la vida pandémica deja otro rastro de deflagraciones destructoras a su paso. Enrique Ponce ha terminado de cansarse de Paloma Cuevas durante nuestro encierro, seguramente menos idílico que el de Pampinea o Fiammetta. Neifile, la nueva amante, es infinitamente más joven y menos rígida. Seguro que no le importa mancharse la barbilla y los dedos de salsa teriyaki cuando salgan por ahí. Y me…

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Antes, por Maura Morés

Antes De esperar: mi primera columna enteramente profesional en veintinueve años está siendo redactada bajo el gratinado de un taladro, cortesía de algún vecino descontento con lo que ofrece la vivienda de por sí. Antes, seguramente se habría visto en apuros perturbando la siesta de junio de comerciantes y asalariados tras la primera mitad de su jornada. Antes. Siempre resuena en mi cabeza, quizá porque me gustaba que no llamaran al fijo de las casas tras comer o la caída del sol. Y, cuando te esfumabas lo que el sistema…

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Foodievirus, según Maura Morés

FIRMA INVITADA Foodievirus Maura Morés Me ha dado por rastrear el origen del término foodie para arrancar esta reflexión que ha empezado con un lastimero aullido gástrico. Como cualquiera puede buscarlo y constatar que fue una creación de un célebre cronista gastronómico del New York Magazine, no voy a ocupar espacio con información redundante. Es más importante pensar en el porqué de la existencia de los foodies y en las causas de su proliferación. Tal vez se deba a que los medios han decidido que van a canalizar para siempre…

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