Reabre la escuela Black Stone School Cieza para niños de la tribu massai

El proyecto llevado a cabo en Tanzania ve la luz gracias a la contribución económica de muchos ciezanos

Javier Gómez Bueno

Recientemente regresaban de su viaje solidario en la sabana africana, en Tanzania, los cooperantes ciezanos Samuel Buitrago, José Ángel Martínez y Silvia Rodríguez. Durante más de dos semanas los tres han trabajado codo con codo con la ONG italiana Shot Tanzania y su delegado allí, Mathew Lekoole, en ayuda humanitaria dirigida a niñas, niños y familias de la aldea massai, Black Stone, situada en las inmediaciones de Mto Wa Mbu (Arusha).

Hace dos años, Samuel y Silvia, con la ayuda de muchos ciezanos y personas solidarias, gracias a los donativos recaudados en la Gala Cieza x Tanzania, realizada en junio de 2019 por el Centro Municipal de Mayores Las Morericas, en la que colaboraron Amigos Solidarios y Las Saritas, y lo recaudado en su campaña Huchate x Tanzania construían en esta aldea una pequeña escuela de 50 metros cuadrados para acoger a los más pequeños de la zona, “pero la crisis del covid y otros problemas imprevistos, no permitieron que la escuelita se pusiese en marcha de forma adecuada, permaneciendo la misma durante más de un año inactiva”, afirman los altruistas ciezanos.

Sin embargo, “gracias nuevamente a la ayuda de muchos ciezanos y ciezanas, amigos de Murcia y demás, la escuela Black Stone School Cieza ha podido reabrir sus puertas de forma renovada”. Para ello Samuel, José Ángel y Silvia, han trabajado intensamente junto a las familias massais: limpieza y pintado de la escuelita, compra y llenado de un tanque de agua de 500 litros, adquisición del mobiliario para que el maestro pueda impartir sus clases, compra del material escolar básico que precisan los niños y niñas y la construcción de dos aseos para la escuela, ya que sin estos no se podía abrir.

Por otro lado, para completar el proyecto que, ya agotó los recursos económicos de este año, las madres de la aldea han iniciado la construcción de una ‘boma massai’, que servirá de cocina por el momento, hasta que pueda construirse una de obra.

Para asegurar la continuidad de la escuela se ha puesto en marcha un proyecto de amadrinamiento y apadrinamiento de la misma, por parte de unas 13 personas, que aportarán mensualmente 10 euros y que incluirá el sueldo del maestro y desplazamiento hasta la zona del mismo, cocinera, alimentos, agua, servicio periódico médico y aquellas necesidades básicas que precise la escuela, que dará cabida a unos 40 niños de entre tres y siete años, ofreciéndoles la posibilidad de recibir todos los días clases de infantil en swahili e inglés, una taza de porrisch (papilla) y unas nociones básicas de higiene, “lo que permitirá prevenir muchos de los problemas asociados a la situación de pobreza extrema en la que viven las familias de la aldea”, afirman.

Durante estos días además, los cooperantes ciezanos han dedicado parte de su tiempo a otras acciones solidarias: llevando enfermos al hospital para ser tratados, ya que allí no existe sanidad pública y el acceso de los massais a este servicio es inexistente; llevando alimentos a familias en situaciones de extrema pobreza; haciendo reparto de ropa en centro de acogida de niños huérfanos y aportando medicamentos a la farmacia social que la ONG Shot Tanzania tiene en la zona Massai de Baraka; y entregando gafas a personas con problemas de visión.

Finalmente, Samuel, José Ángel y Silvia quieren agradecer todo al apoyo y cariño recibido por parte de personas anónimas de Cieza y su entorno, que han querido colaborar en sus iniciativas, ya que como ellos mismo manifiestan “ese es el motor que les impulsa a trabajar de forma solidaria con los más necesitados” y sin esa ayuda les sería imposible hacer todo lo que hacen.

 

 

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