Los concejales de Vox Cieza son denunciados por acoso laboral

El exfuncionario de empleo afirma que el líder local “intentó ocultar a los afiliados un sueldo de media liberación y que, al no conseguirlo, comenzó su acoso”

Javier Gómez

El exfuncionario de empleo de Vox en Cieza, J.J. P., denuncia que sufrió acoso laboral por parte de los dos concejales de la formación política, Juan Antonio Piñera y María Dolores Carrillo, en su puesto de trabajo en el Ayuntamiento de Cieza. Denuncia que presentó en el Ayuntamiento y por la que se abrió expediente en el Consistorio.

Según declaraciones del exfuncionario de empleo, “el acoso al que fui sometido y por el que actualmente me encuentro con ansiedad y en baja laboral, mediante tratamiento psicológico y psiquiátrico, se agravó cuando se iban a celebrar las elecciones internas de Vox en la Región de Murcia; ya que yo era partidario de José Ángel Antelo y los concejales de Alfonso Galdón”.

Sin embargo, J.J.P. subraya que “desde el inicio de la legislatura fueron a por mí. Todo parte de la ambición y ocultación de Juan Antonio Piñera”. En este sentido incide en que el líder local de Vox, en una reunión con los afiliados les dijo que “lo que se proponía era una un cargo con dedicación parcial (liberación al 50%) para tener un funcionario de empleo y que debíamos elegir a uno. Y así se hizo y me eligieron a mí. Pero no dijo toda la verdad. Al partido, por tener dos concejales, le correspondía la posibilidad de un cargo con dedicación completa (liberación al 100%). Sin embargo el portavoz, quería ofrecer media liberación para un funcionario de empleo porque su intención era quedarse la otra media para él sin haberlo consensuado con los afiliados, ya que había pactado con el Gobierno local que serían dos medias liberaciones; aunque su engaño se fue al traste cuando en el Pleno donde se aprobaba la subida de sueldos de los ediles Vox votó en contra (él nos había intentado convencer de que votáramos a favor pero los afiliados no estuvimos de acuerdo). Entonces, el Gobierno modificó lo acordado y otorgó un cargo con dedicación completa al 100%, que acabó correspondiendo a la figura del funcionario de empleo”.

El denunciante considera que desde entonces la actitud de Piñera hacia él cambió: “Vio frustrados sus planes y me vi inmerso en una situación muy desagradable. Comenzó el acoso hacia mi persona, con el consentimiento, por omisión, de María Dolores Carrillo, la otra edil”.

J.J.P. expresa que el acoso se manifestó también a través de insultos, injurias, tratos degradantes y acusaciones falsas sobre su persona: “Fui espiado; recibí mensajes anónimos vía telefónica por mi cometido en el Ayuntamiento con el objeto de sentirme culpable; me hicieron trabajar durante mis vacaciones y fuera del horario laboral; y fui acusado por el portavoz de ser un infiltrado delante de los afiliados, todo ello provocando que no pudiera conciliar mi vida familiar con la laboral”.

Por su parte, Juan Antonio Piñera, concejal y líder de Vox en Cieza, ha declinado hacer declaraciones a esta redacción y remite a la postura oficial del partido, asegurando que la dirección nacional tiene constancia del asunto.

La situación se ve agravada, según el denunciante, a raíz de las elecciones regionales internas de la formación política. Él era partidario de la candidatura de José Ángel Antelo mientras que los concejales lo eran de la de Alfonso Galdón. “El 4 de septiembre, durante la hora del almuerzo, me reuní con un afiliado para tratar asuntos del partido y recibí un mensaje de Piñera acusándome de que estaba recabando avales para la candidatura de Antelo y que ese no era mi cometido en mi horario laboral y que dejase, desde ese momento, de hacer mi trabajo en el Consistorio. Era falso. Le pedí hasta en tres ocasiones que me dé explicaciones sobre esa decisión, pero no obtuve respuesta en principio. Quería anular mi derecho al trabajo. Posteriormente, me citó en una nave abandonada y no acudí: temía por integridad física”, remarca el denunciante.

Desde ese momento, J.J.P. entra en crisis, según sus palabras, y se le diagnostica un cuadro de ansiedad por el que se le recetan tranquilizantes. “En diversas ocasiones ya los había tomado con anterioridad”, añade el exfuncionario de empleo. El 7 de septiembre, debido a ello, solicitó la baja laboral médica, y se le otorgó.

Sin embargo, hubo un intento de arreglar la situación. El 20 de octubre y con la mediación del partido, las partes firmaron un pacto: “Si evacuo el expediente de denuncia del Ayuntamiento, ellos respetarán mi puesto de trabajo”, apostilla el denunciante. “Yo lo hago, pero finalmente no se cumplió porque me cesaron el 1 de diciembre, mientras continúo de baja laboral. Afortunadamente, tras este engaño, reinicio el expediente de acoso para, posteriormente, realizar recurso de reposición al despido”.

Finalmente, una vez que es cesado, de su cargo de confianza en el partido, la formación incorpora a sus filas a otra persona que ocupará su lugar. J.J.P. no descarta acudir a los tribunales. Así que de esta forma, será primero el Ayuntamiento y más tarde, posiblemente, la justicia quien dilucide quién tiene razón en este cisma, con denuncia de acoso laboral mediante, entre el exfuncionario de empleo y los concejales de Vox.

 

 

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