Los articulillos de opinión de Antonio Balsalobre

Cuéntame

Me digo, mientras escribo estas líneas el miércoles por la mañana, que no puedo perderme a la noche el estreno de la última temporada de la serie protagonizada por los Alcántara en TVE. Será por un deber de memoria, o quizá de fidelidad. Empecé a ver esta serie en familia cuando mis hijos eran pequeños y acabaré viéndola con Luisa, solos, ahora que los tres han emprendido su propio vuelo. Solos en el silencio del salón, sin interrupciones ni caras de asombro de niños inquietos. Así es la vida. Me atrapó desde el principio la historia porque hablaba de una familia que en los años 60 deja el pueblo para buscar una vida mejor lejos de casa. Como hicieron mis padres en aquella misma época cuando emigraron a Francia. Ha pasado mucho tiempo desde entonces. Toda una vida de acontecimientos históricos, vicisitudes familiares, en la que Antonio, Carmen y Luis han ido creciendo con Carlitos y María, y Luisa y yo hemos ido aprendiendo a hacernos mayores con Mercedes y Antonio Imanol Alcántara. Me dice mi hijo menor que esta viendo o volviendo a ver la saga con su pareja desde el principio. Algo tendrá la serie cuando tantos la bendicen.

Por activa y por pasiva

Uno de cada tres muertos por los ataques y bombardeos israelíes en la franja de Gaza está siendo un niño. Y ya van más de mil. No sé cómo se le puede llamar a esto. ¿Genocidio? ¿Terrorismo de Estado? Algunos académicos, líderes de pensamiento y activistas que se dicen progresistas, afincados en Israel, y que muestran en una carta abierta su preocupación por la insensibilidad moral de la izquierda europea, según ellos, ante el ataque de Hamás, lo califican de “operación militar masiva”. Algo o mucho de insensibilidad parece haber también en su forma de entender la masacre. Sea como sea, yo no sé cómo hay que denunciar, qué palabras emplear para condenar la carnicería provocada por Hamás en Israel. Ni siquiera el término “terrorista” parece bastar. Todo les parece poco. ¿Qué más quieren? ¿Qué blanqueemos la ocupación ilegal de Palestina, la cárcel a cielo abierto en que han convertido Gaza, la represión brutal de los palestinos que dura décadas, los ataques y bombardeos indiscriminados a la población civil? La solidaridad a la que apelan es necesaria más que nunca para la creación, de hecho, no de boquilla, de los dos estados establecidos por la ONU: Palestina e Israel. Hamás es un grupo terrorista, queda dicho por activa y por pasiva. ¿Y el gobierno de Netanyahu, qué es?