La remesa de articulillos independientes de Antonio Balsalobre

Involución

El pacto de gobierno entre la derecha y la ultraderecha, que Europa viene rechazando desde hace años, en España acaba de hacerse realidad. A diferencia de lo que estamos viendo estos días en Francia, donde Macron y demás dirigentes de partidos conservadores y progresistas se afanan en seguir aplicando un estricto cordón democrático para impedir la llegada al poder de la ultra Marine Le Pen, a lo que asistimos en Castilla y León es a la constitución de un gobierno PP-Vox, con un Mañueco que ya empieza a plegarse a los postulados de la extrema derecha. La abolición de las leyes a favor de la reparación de las víctimas de la dictadura o de las que buscan proteger a las mujeres contra la violencia de género son sólo algunas de las involuciones democráticas que traerá este pacto. Una alianza, por cierto, cuyos valedores, Abascal y Feijóo, no descartan que pueda servir para llegar a la Moncloa.

República

“La República fue un sueño, una esperanza, una corriente de aire puro de renovación basada en la inteligencia, la libertad, la cultura y la justicia social”. Las palabras son de Manuel Vicent y nos sirvieron el pasado 14 de abril para evocar, también poéticamente, el aniversario de la proclamación de la Segunda República Española. Al tiempo que un año más, y ya van dieciocho, el Club Atalaya-Ateneo de Cieza ha procedido a recordarla con conferencias, presentaciones de libros, debates, música, cine, exposiciones… Independientemente de lo que se pueda pensar de la experiencia republicana, no se podrá negar que su Constitución democrática se adelantó casi cincuenta años a la actual, ni que sus impulsores, en su mayoría intelectuales procedentes del regeneracionismo, no estuvieran animados por los sentimientos más nobles en su búsqueda de una España moderna, europeísta, laica, racional y progresista. Desde la libertad y la legalidad, seguimos reivindicando su memoria.

Una explicación

Acorralado por el escándalo de las comisiones millonarias de las mascarillas, Almeida recurre a las más pueriles de las defensas, siguiendo a pie juntillas el argumentario anticorrupción al que el PP nos tiene acostumbrados: eludir responsabilidades, presentarse como víctima y atizarle al presidente Sánchez. Como responsable de la gestión del dinero de los madrileños, cabría esperar algo más del edil, pero esto parece que es mucho pedir. Que respondiera, por ejemplo, a preguntas tan sencillas como éstas: ¿Por qué dijo al principio que no había hablado con los comisionistas que se embolsaron seis millones de euros por la operación y luego reconoció que sí? ¿Por qué no denunció la estafa hace un año y medio cuando supo de ella? ¿Qué hace un primo suyo ajeno al Ayuntamiento interviniendo en este trato? Como alcalde berlanguiano que es, debe al menos una explicación.

“Tú y yo, muchacho/a”

“Tú y yo, muchacho/a, estamos hechos de nubes, pero ¿quién nos ata?, pero ¿quién nos ata?” Luisa y yo tarareábamos esta melodía cuando nos conocimos a principios de los ochenta. Nos dábamos la mano y nos sentábamos, como anunciaba Pablo Guerrero, autor de la canción, bajo cualquier estatua, porque era “tiempo de vivir y de soñar y de creer”. Desde entonces, ha llovido mucho, a veces, como prosigue la canción, “a cántaros”, y lluvias fuertes han limpiado nuestra casa. Tras medio siglo de canciones y poemas, la voz de ‘A cántaros’, que siempre ha cantado al amor, la libertad y la esperanza, ha decidido que caiga el telón de manera irreversible. Dice que ha cantado y contado todo lo que le competía. En su última gira se detuvo en Cieza, en el Club Atalaya Ateneo, para ofrecer el pasado sábado 16 un concierto memorable. Luisa y yo volvimos a tararear juntos sus canciones. Seguimos estando “hechos de nubes”.

 

 

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