Editorial

UNA PÉRDIDA ENORME PARA CIEZA

Paco se ha ido y Cieza se ha quedado huérfana. Francisco Saorín ha luchado como un jabato contra el cáncer de páncreas que se le diagnosticó hace 20 meses. Han sido casi dos años de lucha, algo que siempre ha caracterizado a Paco, debido a su gran fortaleza física y anímica. Batalló contra la enfermedad como siempre ha hecho en su vida, en todas las facetas de la misma. Pero esta terrible enfermedad apagó su llama.

El pasado miércoles se iba a realizar el encendido de las luces de Navidad, pero obviamente no sería posible, ya que una de las luces más grandes de Cieza, la de Paco, se había apagado, por lo que era imprescindible decretar tres días de luto oficial en la localidad y suspender todos los actos públicos.

Paco fue un gran político, de los que marcan época, pero fue todavía mejor persona. Siempre accesible y entregado a los problemas de sus vecinos y vecinas; preocupado sin cesar por la mejora de la calidad de vida de toda la ciudadanía de Cieza. Se puede afirmar con rotundidad que era el político del pueblo. Cuando este medio de comunicación inició la sección de entrevistas, él fue el primer político que, en un brevísimo lapso de tiempo, accedió a que le entrevistáramos. Y ese fácil acceso lo desarrollaba con todo el mundo. Innumerables han sido las personas que se han aproximado a su concejalía para explicarle sus problemas. Y, demostrando su nobleza, inmediatamente las recibía e intentaba encontrar una solución. Tal era su predisposición que, unos pocos meses después de que dejara el cargo para centrarse en la lucha contra la enfermedad, nos lo encontramos en uno de esos momentos en los que notaba mejoría y nos manifestó su deseo de volver pronto a la actividad política: Paco era todo vitalidad y se desvivía por el prójimo.

Cieza no solo ha perdido a un gran político sino a una magnifica persona. Una persona de las que dejan una profunda huella en todos aquellos que tuvimos el placer de conocerlo. Su marcha tan prematura ha supuesto una tremenda pérdida para toda la ciudadanía de Cieza, y muy especialmente para su mujer, sus hijos y toda su familia. Desde estas líneas les enviamos mucho ánimo y un abrazo enorme. Descansa en paz, Paco.

Sit tibi terra levis.

Que la tierra te sea leve.