Antonio Balsalobre opina sobre la «parada» del tren híbrido en Cieza

UN TREN LLAMADO DESEO

Ir en tren de Cieza a Madrid en poco más de dos horas y media es un sueño que podría convertirse pronto en realidad. Y no por obra y gracia del PP, precisamente. Desde el primer momento, el Partido Popular se “emperró” en que la Alta Velocidad debía pasar por Alicante y dejó a este pueblo y a esta comarca abandonados de la mano de Dios en términos de infraestructura ferroviaria.

Ha tenido que venir un gobierno de izquierdas a rescatarnos de tamaño atropello. Nunca debimos aceptar, es verdad, que la vía natural para ir desde esta región a la capital de España no fuera por Cieza-Albacete. Pero eran tiempos en que Valcárcel arrasaba electoralmente y la sociedad murciana tenía puestas sus miras en un boom económico que luego terminó como terminó. Así que la apisonadora “popular” impuso su voluntad. ¿A todos? No, como en la aldea gala siempre hubo un grupo de irreductibles que apostaron por la razón y los intereses de esta tierra.

Entre ellos José Luis Pujante, de IU, y José Luis Vergara, de CCCI, que llevaban tiempo defendiendo el trazado de la vía convencional y decidieron crear en 2016 una plataforma regional, +TxC (Más Tren por Camarillas”) integrada por representantes políticos, profesionales de Obras Públicas, agentes sociales y representantes del mundo ferroviario. Y desde entonces no han parado de “dar la cara y la vara”. Esto es, luchar por que se finalicen las obras de la variante de Camarillas (eternas, sin cesar alargadas y aplazadas) y se modernicen las vías.

Y mira por dónde ya empieza a verse luz al final del túnel. Ha costado. ¡Que se lo digan a estos pioneros o al Equipo de gobierno tripartito presidido por el alcalde! O a todos los ciudadanos de a pie que han apoyado esta reivindicación tan justa como necesaria. Pero ha merecido la pena, porque si la lógica sigue su curso, tras “el acelerón» de las obras, la variante puede estar acabada antes de finales de año.

El primer paso ha sido la entrada en servicio el pasado lunes del primero de los trenes híbridos entre Cartagena y Madrid con un tiempo estimado de viaje de 3 horas y 30 minutos, que serán solo 3 horas en el primer trimestre de 2019 con la entrada en funcionamiento de la variante de Camarillas.

Ya era hora. Porque con el cuento del AVE, estas conexiones llegan a los murcianos con una década de retraso. El objetivo siguiente, irrenunciable para los ciezanos, como se puso de manifiesto el pasado lunes en la concentración, es que ese tren rápido pare en Cieza. Ese es nuestro reto y no pararemos hasta conseguirlo.

Y aun tiene Francisco Bernabé, del PP, mentiroso convulso, la poca vergüenza de llamar a este tren híbrido (con tecnología de tracción tanto diésel como eléctrica, lo que permite extender las ventajas de la alta velocidad a tramos sin electrificar) “el tren del viaje de la vergüenza”. ¡Qué impostor! Pero qué otra cosa se puede esperar de quien ha sido el delegado del Gobierno más histrión, nefasto y opresor de la historia de la democracia. Debería cuidar el PP algo más a sus interlocutores. La imagen de Bernabé siempre estará asociada a las amenazas, multas y palos que recibieron miles de murcianos que lucharon a favor de un soterramiento que, gracias a ellos, ahora se está llevando a cabo.

Infausto senador Bernabé, tras su sonado fracaso político puede usted seguir “ladrando su rencor por las esquinas” (Aznar dixit). Nosotros, los habitantes de las localidades que jalonan la vía ferroviaria tradicional, ciezanos incluidos, ya estamos celebrando que este gobierno haya atendido, por fin, una demanda histórica. Sí, la de un tren deseado.

 

 

 

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