Recortes y actos de adjudicación
Esta semana ha tenido lugar el primer acto de adjudicación de este nuevo curso de Primaria y de Secundaria en la Región de Murcia. Se supone, y hago hincapié en este “se supone”, que con la bajada a 19 horas lectivas en Secundaria iba a haber una oferta amplia de vacantes, declaraciones que se hacían desde el Gobierno regional aproximadamente un mes antes de que se celebraran las elecciones municipales del 26 de mayo.
Pero claro, en política siempre es el mismo rollo: “prometer hasta el meter y una vez metido se acabó lo prometido”. Pasa con todos los partidos, pero en Murcia, que ya llevan unos años de gobierno los mismos, los recortes en la educación pública aumentan, a merced de esos conciertos privados a los que tan acostumbrados nos tienen y que poco nos benefician a los docentes que opositamos y que tanto nos sacrificamos para entrar a una lista que apenas avanza.
Con esa bajada de una hora lectiva, deberían haber salido más vacantes que, al parecer, se están guardando bajo la manga por dos motivos fundamentales que los que pertenecemos a este sector ya conocemos: primero, se ahorran días de sueldo; segundo; se acortan los días obligatorios que tiene que trabajar un interino para poder cobrar el verano. Esto implica un beneficio económico para la administración, que con el dinero de todos los contribuyentes no le da de beber al sediento, ni de comer al hambriento (Libro de Eclesiastés del Antiguo Testamento), ya que ellos prefieren contentar más a otros sectores. Esto no es nada nuevo, siempre ha ocurrido y de brazos cruzados estamos cuando no salimos a la calle para reclamar unos derechos que brillan por su ausencia. Esa desmesura de conformismo no me entra en la cabeza.
Un curso más nos encontramos con el mismo panorama desolador de una oferta de trabajo bastante precaria: muchas horas lectivas, la carga de trabajo de los compis mayores de 55 años, ratios desorbitadas, una burocracia asfixiante, reducción de horas de materias en niveles de Bachillerato, etc. Ante esto, contamos encima con un Gobierno regional que se aprovecha de tener a una plantilla docente que escala el Everest en cuestión de minutos con tal de que a sus alumnos no les falte de nada; una plantilla que hace hasta mortales, sin importarles las hernias de disco para que los alumnos murcianos estén ahí al pie del cañón.
Ocurre todos los años, sin embargo, para este hay menos oferta de trabajo a principio de curso que la que hubo el pasado; Murcia sigue con los recortes en Educación. Que a los políticos les importe un carajo no es nada nuevo, máxime cuando se apoderan del sillón; ahora bien, que el conformismo sea deporte olímpico entre la población es lo que más preocupa y sorprende cada día que pasa. Y es que parece que a muchos docentes les da igual no trabajar y a muchos padres no les preocupa que empiece el curso y sus hijos estén sin profesores, habría que echarse a la calle a defender la educación pública de esta región y cuando sucede, pocos lo hacen.
Otros sí nos manifestamos para reivindicar lo que nos pertenece, lo hicimos ante una realidad tan imprescindible como es la del rescate educativo el pasado mes de marzo con una manifestación bastante masiva que la consejería parece ser que se pasa por la planta del pie; un rescate necesario porque llevamos 11 años bajo los efectos de los recortes y nada, seguimos igual y con los mismos mandamases a los que poco o nada se les remueve la conciencia por la Educación de su región, al menos por la pública.
Murcia sigue teniendo pendiente la bajada de ratio (a la que tanto se niega) que también produciría más puestos de trabajo, pero a los padres (de ellos depende también que se actúe de una manera o de otra si se movilizan) también les da igual que en clase haya una ratio de 30 personas, cuando no sean más, una cifra que dificulta mucho que todos puedan avanzar teniendo en cuenta que no siempre sus hijos van a ser atendidos de la misma manera. Poco reivindican y mucho nos exigen a nosotros que no tenemos una varita mágica como la del hada de Cenicienta.
Además, en tema de recortes y de actos de adjudicación, a Murcia se le olvida que para tratar la diversidad del aula hacen falta más horas de PT o de AL (pobres nuestras compañeras y compañeros que con jornadas parciales hacen hasta el pino durante 24 horas para que alumnos TEA, disléxicos o límites progresen adecuada y satisfactoriamente).
Cuando se preveían actos de adjudicación masivos, nos encontramos con lo justo y necesario para dar una atención que se queda a años luz de lo que debería ser. Vivimos en una sociedad que le da más importancia a un meme que a un problema tan esencial en la vida como es el derecho a una educación pública, digna y de calidad, esa por la que tenemos que seguir luchando en esta tierra cuyos intereses se desvían en pro de otro tipo de enseñanza para la que sí hay las vacantes que faltan en los actos públicos semanales.