No solo es la ideología, según Diego J. García Molina

No solo es la ideología

Esta semana, en política, el tema candente es que el partido político de la organización ETA, en esta ocasión Bildu, lleva terroristas en sus listas electorales. “Qué escándalo, he descubierto que aquí se juega”, como exclamó cínicamente el capitán Renault en Casablanca. Digo en esta ocasión Bildu porque la sección con participación en la vida política de ETA ha ido cambiando de nombre a lo largo de las décadas según le ha ido conviniendo, aprovechándose de todos los resquicios legales que el sistema democrático brinda para sus propios fines: Herri Batasuna, Euskal Herritarrok, Partido comunista de las tierras vascas, Sortu, Amaiur, etc., hasta un total de entre 17 y 30 marcas electorales distintas, según las fuentes. Y cuenta también con sindicato propio, asociaciones de todo tipo, abogados, y todo un entramado a disposición de sus intereses finales, que no son otros, según ellos mismos proclaman, que la implantación de un estado socialista independiente formado por una parte de España y Francia llamado Euzkadi (denominación inventada por Sabino Arana en 1896 y que intelectuales vascos como Unamuno detestaban) o Euskal Herria. Por lo tanto, cuando algunos políticos y medios de comunicación dicen que ETA no existe, sencillamente mienten. Algunos por ignorancia y otros de forma intencionada al servicio de sus intereses, pero intentan engañar. La diferencia con respecto a hace unos años es que ETA ya no mata. Una gran diferencia, que duda cabe. Enorme. Gigantesca. No obstante, sus objetivos siguen encima de la mesa, como bien dijo el filósofo vasco Fernando Savater hace un par de meses, “ETA mató para algo y ahora vivimos en ese algo”. ETA ya no mata, por un lado, porque estaban acorralados, infiltrados por la Policía y Guardia Civil y cualquier movimiento o atentado terminaba con detenciones de los terroristas implicados y las cúpulas dirigentes, las cuales duraban cada vez menos, pocos meses; y por otro, porque hacer un esfuerzo por matar siempre se puede, solo se necesita una persona sin escrúpulos y una pistola, no obstante, ya no daba ningún rédito, al contrario, causaba rechazo, no servía para nada, solo para perder cada vez más apoyos sin ninguna contrapartida.

La realidad es tan sencilla como que se quedó sin capacidad operativa real gracias a la sacrificada labor de las fuerzas de seguridad del estado, jueces y fiscales (muchos de estos últimos también asesinados a sangre fría). Como real es también el salvavidas que le lanzó el gobierno de Rodríguez Zapatero en una negociación de igual a igual cuando ya no era necesario, con muchas contrapartidas, mientras que la banda, ni ha mostrado arrepentimiento real, ni ha colaborado con la justicia en el esclarecimiento de cientos de crímenes sin resolver, y el clima de violencia y amedrentamiento no ha terminado. Recordemos la paliza a dos guardias civiles y sus parejas en un bar por más de 40 personas en Alsasua, y la justificación de muchos medios y de políticos que hoy día están en el congreso de los diputados. Cualquiera que se dé una vuelta por Bilbao, San Sebastián, o peor incluso en los pueblos pequeños, podrá ver carteles, pintadas, murales, recordando y enorgulleciéndose de delincuentes que utilizaron el asesinato, el chantaje, la extorsión y el secuestro como forma de hacer política, y todavía hoy siguen amedrentando al enemigo político, para ellos no hay adversarios, sino enemigos. Y otras muchas situaciones dramáticas para quien vive allí todavía y no comulgue con el nacionalismo; lo que sucede en Cataluña son pequeñeces en comparación. La situación es tal que hay muchos pueblos pequeños donde solo se presenta a las elecciones una lista nacionalista, puesto que nadie quiere jugarse la integridad física y psicológica personándose en la formación de un partido españolista, como ellos mismos las definen, a modo de insulto. Además, los cálculos estiman que el número de personas que han dejado su tierra en las últimas décadas por esto motivos es de entre 150.000 y 300.000 exiliados. ¿Cómo no va a ser el resultado de las elecciones el actual si expulsas a tantos de los votantes de las formaciones no nacionalistas? Como dato, el Partido Popular obtuvo 326.000 votos en las elecciones autonómicas de 2001, un 23,1% de los votos, segundos después del Partido nacionalista vasco (PNV). El las últimas elecciones, la suma de PP y Vox solo obtuvieron 78.000 votos (el 8,73%)… hagan cuentas. Todo lo anterior no son opiniones, son hechos; pregúntense si es normal en una democracia.

Es por todo lo expuesto que no acierto a entender el motivo para que el presidente diera una rueda de prensa improvisada desde Estados Unidos para decir que “Bildu presente en sus listas terroristas condenados no es decente”, ya que estos siempre han llevado condenados por terrorismo en sus listas, empezando por su cabeza visible, Otegi, condenado por secuestro de un empresario con el que jugaba a la ruleta rusa, entre otras condenas. Y es que han estado pactando con ellos toda la legislatura a pesar de repetir Sánchez por activa y por pasiva que no lo haría. Por lo tanto, está reconociendo que ha pactado con un partido indecente. Conociendo la catadura moral de los actuales dirigentes socialistas, supongo que viendo el rechazo que las listas electorales etarras ha producido en la sociedad alguien le aconsejó que hiciera estas declaraciones, por motivos electoralistas, obviamente, no porque de pronto le importen las víctimas o la honorabilidad. Hace unos pocos años, en un debate con Rajoy, Pedro Sánchez le dijo textualmente: “el presidente tiene que ser una persona decente y usted no lo es”. Podría aplicarse ahora a sí mismo esa máxima. Recuerdo otra de un histórico socialista ya fallecido, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien dijo “los españoles nos merecemos un gobierno que no nos mienta”. Que pena que no esté con nosotros para constatar que tenemos un gobierno que utiliza la mentira como arma política de forma sistemática. No pensaba hablar de esto sin embargo, hay que recordarlo una y otra vez, porque la herida no está cerrada aunque algunos se empeñen en querer hacernos olvidar lo sucedido hace tan poco tiempo. Para recibir beneficios penitenciarios los condenados por terrorismo debían colaborar con la justicia, y no lo han hecho. Es justo y necesario que una persona que perdió a su abuelo o bisabuelo en la guerra civil sepa que sucedió con él y donde esta su cuerpo; más justo creo yo que es que se sepa que sucedió con tantos casos de terrorismo de ETA sin esclarecer, cuerpos desaparecidos, y asesinatos sin autor material, cuando los responsables tienen toda la información y se niegan a facilitarla. Pensaba hablar de energía hidráulica y de ineficiencia de las empresas públicas aunque habrá que dejarlo para mejor ocasión.