Atraco frustrado en Cieza

Este sábado tuvo lugar un intento de atraco, a mano armada, en la Panadería Pilar de Cieza que se saldó con la detención del delincuente

«Fue un susto tremendo», asegura la empleada de la panadería que lo sufrió. A las seis de la mañana de este sábado, cuando el establecimiento, situado en el Camino de Murcia al lado del recinto ferial, acababa de abrir las puertas, un individuo, ataviado con un gorro y una braga que solamente dejaba vislumbrar sus ojos, entró en el local. Después de estar merodeando por la tienda unos instantes se abalanzó sobre la dependienta y, con un cuchillo en la mano, exclamó: «Dame la caja o te pincho».

La empleada gritó asustada, pidiendo socorro lo que provocó que el delincuente «se pusiera nervioso porque al escuchar mis gritos intentó coger en primer lugar la báscula», asegura. Posteriormente, mientras seguían los gritos de auxilio, consiguió apoderarse de la caja registradora tras entrar por el mostrador. Sin embargo, la alerta ya había saltado. El individuo quedó atascado en la estrecha salida existente entre la pared y el mostrador, hecho que fue aprovechado por la dependienta para agarrarlo por la espalda. Finalmente, consiguió soltarse pero resbaló y cayó al suelo. La falta de pericia y los nervios del atracador provocó la suficiente pérdida de tiempo, hecho este que fue aprovechado para que acudieran  varias personas alertadas por los gritos. Salió de la trastienda otro trabajador, y entre éste y dos testigos que estaban en la calle, redujeron al agresor, que seguía sin soltar el botín, inmovilizándole los brazos y las piernas.

Después de inmovilizarlo llamaron a las fuerzas de seguridad, que acudieron rápidamente. En apenas cinco minutos se personaron tres patrullas de la Policía Local y una de la Guardia Civil. El atracador «seguía resistiéndose y costó trabajo introducirlo en el coche patrulla» prosigue la dependienta.

Finalmente, las fuerzas de seguridad, lo detuvieron y fue trasladado a dependencias policiales. El atracador es «un varón, de constitución fuerte y vecino de Abarán», afirman testigos presenciales. Además, según estas mismas fuentes, «debía estar bajo los efectos de alguna droga por su forma de proceder y torpeza».

«Menos mal que todo quedó en un susto muy grande y no hubo que lamentar heridos», concluye la empleada de Panadería Pilar que sufrió uno de los mayores percances de su vida, ya que este es el primer atraco que padece.

Javier Gómez

 

 

 

Escribir un comentario