Al final sí cruzaron la línea, por Diego J. García Molina

Al final sí la cruzaron

Hace aproximadamente dos meses terminaba un artículo titulado No cruzarán la línea de la siguiente forma: “Pienso que quizá la solución ya se está negociando entre bambalinas, como siempre, y no nos enteraremos de la misa, ni la mitad. Estará agotando todas las posibilidades, hasta el final, como hizo Rubiales, esperando el milagro, mas, finalmente no le quedará otro remedio que afrontar la realidad y convocar elecciones. No se atreverán a cruzar la línea, que no es otra que la anticonstitucional amnistía. Si se consuma (la opinión de Sánchez ya sabemos cuál es, ¿de quién depende el Constitucional?), veremos qué sucede, nos adentraremos en terreno desconocido.”. Pues bien, se ha ejecutado la traición. Sí, traición. Traición a sus votantes, que le creyeron cuando dijo justo antes del verano que no había nada que negociar con un delincuente como Puigdemont y que no habría amnistía. Busquen los vídeos o la prensa, hoy día es sencillo de encontrar. En aquellos momentos a todo el mundo le quedaba claro que la amnistía era imposible, y era una petición de máximos de los secesionistas para cerrar fácilmente otros acuerdos, incluidos medios de comunicación que hoy defienden esta ilegalidad como el summum de la concordia. Además, estamos ante un auténtico fraude electoral, en el sentido de que te presentas a unas elecciones con unas propuestas y efectuando unas declaraciones, para, posteriormente, con el objetivo claro de alcanzar el poder (confesado por Sánchez Pérez-Castejón en el comité federal del PSOE), haces todo lo contrario, mintiendo con descaro.

 

A pesar de ello, yo tengo meridiano que hay muchos votantes socialistas que no se sienten desengañados de ningún modo. Están totalmente de acuerdo con el amado líder y ven razonable hacer cualquier cosa con tal de que no gobierne la malvada derecha. Son personas que no creen en la alternancia política que requiere una democracia. Ellos dirán que no, sin embargo, es la realidad: cuando no quieres que gobierne el otro y haces todo lo necesario para lograrlo, como mentir, torcer el brazo de la justicia, vulnerar la Constitución, es que no quieres que se produzca el relevo gobernativo, no crees en la democracia; no eres un demócrata. Cuando un partido se perpetua en el poder forzando las instituciones para ello, lo siento señoras y señores, pero se trata de algo muy parecido a una dictadura, demasiado. Y ya sabemos, con varios ejemplos recientes (Rusia, Venezuela), que para que un país caiga en el abismo dictatorial no es necesario un levantamiento armado, ni una revolución sangrienta, es un proceso que se va cocinando paso a paso, poco a poco, sin que te des cuenta, mientras sigues con tu vida normal. Con respecto a la solución negociada entre bambalinas, efectivamente, sabemos con luz y taquígrafos que se ha acordado con los secesionistas catalanes pues ellos hablan para su público, su electorado, y van pregonando a los cuatro vientos cada nuevo chantaje le fuerzan al detestado estado español. Por el contrario, no sabemos nada de lo acordado con Bildu, el brazo político de ETA. Seguramente, es tan triste, macabro e injusto que ni siquiera se atreven a decirlo y estarán esperando a que todo esté bien atado con el actual presidente en funciones confirmado en la Moncloa. La extrema izquierda vasca lleva demasiados años en el límite de la ley, bordeando la legalidad en sus actuaciones para caer en los errores que cometen los bisoños catalanes, ellos son más sibilinos, como la serpiente que mostraba enroscada en un hacha el símbolo de ETA.

 

La otra referencia a “¿de quién depende el constitucional?” tampoco ha llevado a nadie a equívocos. Insisto, cuando la justicia se politiza de esta manera, como expuse en el artículo anterior, cuando sitúas a tu hombre de partido al frente de los tribunales, cuando el árbitro está comprado y tiene que decidir tu futuro, obviamente, arrastrará la toga y la manchará de polvo del camino, de barro, de heces, de sangre y de lo que haga falta, como él mismo manifestó cuando también colaboró como fiscal general del estado en la ignominia para legalizar a Bildu. Para eso lo han colocado ahí. De hecho, incluso si tiene que colaborar en la redacción del texto ad hoc que luego él mismo debe aprobar no le dolerán prendas para hacerlo, para vergüenza de nuestra democracia. Creo que nunca ha caído un magistrado tan bajo. Por último, no cabe duda de que nadie sabe que va a suceder a partir de ahora, nos adentramos en terreno desconocido. Yo, sinceramente, pensaba que no darían el paso. Que lo intentarían, no obstante, al final, tras subir la apuesta una y otra vez ERC y Junts, compitiendo uno con el otro a ver quién sacaba más a los españoles de cara a estar mejor posicionado en las siguientes elecciones autonómicas catalanas, en el PSOE se darían cuenta de que es un suicidio transigir y convocarían elecciones dando portazo a las pretensiones secesionistas. Mas mi gozo en un pozo. Utilizando a los medios de comunicación, todos poco críticos con el régimen, han intentado justificar una ley a toda luces innecesaria, ilegal e injusta y han continuado adelante. Con lo que no contaban era con la resistencia de la sociedad civil. Creo que no esperaban que la gente saliera a la calle de esta manera. El último fin de semana miles de personas en casi todas las capitales de provincia. Multitudinaria en Madrid. Y así llevan un día tras otro desde que se anunció el acuerdo. El delegado del gobierno del PSOE en Madrid lanzó, en la primera de ellas, a la policía con el objetivo de disolver la manifestación, incluso usando gases lacrimógenos (lo cual han prohibido en otras ocasiones más graves que esta) aunque el efecto fue el contrario, aumentando estas concentraciones pacíficas en número de asistentes y en ciudades donde se realizan. Ahora si que la situación se torna imprevisible y muy peligrosa en vista de la situación internacional. ¿Seguirá la gente en las calles? ¿Aumentará la asistencia o irá decayendo con el tiempo? ¿Se bloqueará la ley de amnistía en el senado o seguirán doblegando las instituciones? ¿Tendremos nuevos actores interviniendo de forma activa? Estaremos atentos a los acontecimientos.