El conocido personaje local se vio en vuelto entre el crimen, el robo y la falsificación de billetes Miriam Salinas Guirao De su fotografía: rostro altanero, altivo, mirada fija, firme, serena; entre su pelo negro y su mentón seguro, se percibe un hombre con fuerza, con ímpetu, de labios finos. Debajo de unas cejas diferenciadas aparecen dos ojos casi cerrados, con mirada baja pero mantenida. ¿Qué vieron aquellos ojos? Escuché los hechos ocurridos en aquella calle ciezana siendo bien pequeña. Aquellos que hablaban del asesinato de Piedad Ortega Moya y…
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