Imagen de Carlos J. Lucas González
Anoche tuvo lugar una de las procesiones más conmovedoras que se pueden presenciar. Primero, los ‘Manolos’ y las ‘Manolas’ ponían el duelo por la muerte de Jesús y, después, el Cristo de la Agonía apagaba y silenciaba las calles del casco histórico de Cieza en una tradición que se remonta a 1931; era noche de duelo y de saetas
Javier Gómez
Era el día de luto por excelencia de la Semana Santa ciezana. Cristo había sido crucificado. El dolor fue anunciado, en primera instancia, por los ‘Manolos’ y ‘Manolas’ quienes, fieles a la tradición y velón en mano, procesionaron de negro riguroso escoltando a Nuestra Señora de Gracia y Esperanza, alrededor de las 20:30 horas.
En su melancólico discurrir, recorrieron las calles Plaza Mayor, Cid, La Parra, Rincón de los Pinos, Larga, Buitragos, San Sebastián, Mesones, Cadenas, Barco y La Manga. Caminaba la comitiva, fiel reflejo del dolor de la virgen, bajo el luto riguroso y las mantillas de más de un centenar de ‘Manolas y Manolos’, abriéndose paso por las calles abarrotadas de personas. Era el preludio que anunciaba la muerte de Cristo.
Posteriormente, al llegar la madrugada, era el turno de la representación máxima del día. El Santísimo Cristo de la Agonía, en una tradición que se remonta a 1931, desfilaba ante el silencio sepulcral de la multitud y la oscuridad reinante en las calles históricas de Cieza. Solamente los cirios de los procesionarios dejaban vislumbrar el avance de la imagen. En realidad, una estampa conmovedora, incluso para los que no son devotos. Esta procesión, de gran arraigo en el municipio, es en sí misma emotiva y poseedora de un halo mítico.
Como decíamos, era noche de luto y saetas. El día más «triste» de la Semana Santa de Cieza 2018 concluyó para dejar paso hoy al Viernes Santo: día grande por excelencia. Ya solo cabe esperar que al tercer día Cristo resucite, llevándose a cabo la ‘Cortesía’, para que esta semana, intensa y corta para muchos, llegue a su finalización. Continúa la carrera en la búsqueda de la Declaración de Interés Turístico Internacional.