Los ciezanos volvieron a sumar de tres en un partido donde regresaron las mejores sensaciones, la efectividad y la confianza
Crónicas de Siyâsa
Los ciezanos venían de una mala dinámica de juego y resultados, quizás también de confianza en sí mismos. Tote no quería que sus chicos salieran con dudas, miedos o con la temible desconfianza. El partido no comenzó a las 16:30 horas, lo hizo 35 minutos antes, y tampoco lo hizo sobre el verde, lo hizo en el vestuario. La peña ‘Los de Siempre’ fue invitada a la charla que suele hacer el míster antes del calentamiento prepartido. La arenga de Tote no sólo fue a los jugadores sino a los aficionados también, dando a entender, dejando bien claro que el equipo solo puede salir a flote de la crisis si está unido, y el domingo equipo y afición fueron uno, de ahí el resultado.
Con el ánimo subido gracias a la arenga que le dieron los aficionados, los jugadores salieron con una velocidad más que su rival, con chispa y con ganas de abrir el marcador lo antes posible. Pese al dominio local, las ocasiones no terminaban de ser peligrosas para el guardamenta caravaqueño. Hubo que esperar al minuto 44 para ver el primer gol del partido obra de Piñera, que conectó magistralmente un centro lateral, en el minuto psicológico, que podría cambiar el devenir del encuentro.
Con la mínima ventaja en el marcador comenzaría la segunda parte, pero de la peor forma posible. El equipo de Ranko Despotović salió al terreno de juego con el cuchillo entre los dientes y en una contra De La Cruz marcaría el empate, en el 51, al aprovechar un error defensivo. Dani Sánchez, que tuvo que suplir la lesión de Tanis Marcellán, cuajó un buen partido y empieza a sumar minutos y experiencia defendiendo la portería espartera. A partir de ahí llegaron unos minutos de titubeo de los esparteros, donde incluso el Caravaca pudo marcar el segundo, pero ese segundo gol llegaría para el Club Deportivo Cieza. Luis Verdú marcaría de falta directa. El disparo del cartagenero fue directo a la mismísima escuadra en el minuto 58, por lo que la reacción espartera al empate rival no se hizo de esperar. Con el marcador, de nuevo, a favor el equipo cogió confianza y alas. Domi, que salió en el segundo tiempo, recogería un rechace del portero tras una gran acción individual de Hurtado para establecer el 3-1 y la calma en el minuto 65.
El Caravaca lo intentaba pero tenía una losa muy grande y los ciezanos, por mediación de Nacho Pérez, pudieron marcar el cuarto. Finalmente, llegaría en el minuto 90, de las botas de uno de esos jugadores especiales, de esos jugadores incansables cada día en el entrenamiento, de los que trabajan, trabajan y trabajan. Hurtado haría su primer gol de la temporada, un gol que merecía, que abre su lata particular y que sirve para quitarse esa coraza, ese precinto que le va a ayudar, a partir de ahora, a marcar muchos más. La alegría del jugador y de la afición era patente, pues pocos lo merecían como él.
Con esta victoria el Cieza se sitúa noveno con 26 puntos: nueve puntos por encima del descenso y a cinco del play off de ascenso. La semana que viene el equipo viajará hasta el Artés Carrasco para medirse al Lorca Deportiva, y los esparteros desean volver a con su afición.