El IES Los Albares homenajea a los ciezanos que perdieron la vida en la Guerra de Cuba y en los campos de concentración nazis

El centro educativo quiere preservar la memoria de los fallecidos

Crónicas de Siyâsa/IES Los Albares

En la tarde del pasado viernes 5 de mayo se celebró en el IES Los Albares una sencilla ceremonia en la que se descubrían dos placas conmemorativas en memoria de los 25 soldados ciezanos muertos en la guerra hispano-estadounidense de 1898 por Cuba y del vecino de Cieza asesinado en el campo de concentración de Mauthausen-Gusen durante la Segunda Guerra Mundial.

Al acto, organizado por el Departamento de Geografía e Historia del centro y con la colaboración de la dirección del mismo, acudieron diversas autoridades académicas y municipales. Entre las primeras cabe destacar al decano de la Facultad de Letras de la Universidad de Murcia José Antonio Molina Gómez, al profesor de Historia y reconocido investigador ciezano Alfredo Marín Cano y al profesor emérito Alfonso Cerón Aledo, experto en la deportación de españoles a campos de concentración nazis. Representando al Ayuntamiento de Cieza asistieron el alcalde de la ciudad Pascual Lucas Díaz, y la concejala de Educación María Ramos Batres.

La fecha elegida para este evento, que consistió en el descubrimiento de dos placas conmemorativas, no es casual: el 5 de mayo de 1945 las tropas estadounidenses liberaban el campo de Mauthausen-Gusen, en el que había muerto tres años y medio antes el ciezano Antonio López Saorín. Precisamente una de las placas recuerda a este ciudadano de Cieza nacido en 1900 y del que no se conservan imágenes, sólo su nombre y algunos datos administrativos. Por su parte, la segunda placa recoge los nombres de los 25 jóvenes ciezanos que murieron en 1898, defendiendo la españolidad de la isla de Cuba de la invasión estadounidense y cuya memoria fue rescatada por una reciente investigación de la Universidad de Murcia.

La ceremonia estuvo amenizada por la interpretación de varias piezas musicales por parte de un conjunto formado por alumnas y alumnos del centro. Las autoridades asistentes dirigieron unas palabras al público en las que coincidieron en resaltar “la importancia de la educación y de la memoria para que hechos tan lamentables como los conmemorados no volviesen a ocurrir”. Finalmente, descendientes y familiares de los homenajeados fueron los encargados de descubrir las placas, que a partir de ahora darán nombre a dos de las aulas tradicionalmente utilizadas por el Departamento de Geografía e Historia, situadas en la segunda planta del pabellón E del centro. Se les hizo entrega también de reproducciones enmarcadas de las placas correspondientes.

El acto finalizó con la interpretación de una última pieza musical.