Despedida para Tino Mulas por parte de sus alumnos y alumnas

Tino, profesor, amigo y compañero… nos has dejado un vacío muy grande. Siempre nos enseñaste que la Historia es algo que no se elige y que no se puede cambiar, pero ojalá se pudiera cambiar el final de esta historia.

Hace una semana tuvimos el honor de despedir a nuestra promoción del instituto, de nuestra casa y, ahora, por desgracia, la vida me nos ha creado la necesidad de tener que despedirnos de ti mediante estas palabras. El destino ha sido demasiado caprichoso y nos ha arrebatado un pedacito de ti, nos ha privado de tu sonrisa y de tu buena cara todos los días. Pero puedes estar muy tranquilo; has dejado el listón muy alto y el instituto siempre te recordará entre sonrisas y lágrimas. Nunca se nos olvidará esos días en los que entrábamos al despacho y todo eran buenas noticias, esas anécdotas que nos hacían querer saber siempre un poco más de ti.

 

A pesar de ser profesor, también has sido bombero y enfermero por todas aquellas veces que solucionaste nuestros problemas y curaste nuestras heridas cuando las cosas no marchaban como queríamos. Hoy te despedíamos en casa, algo que ojalá no hubiera pasado nunca, pero te merecías una despedida a lo grande, y así ha sido, entre el calor de tus compañeros, alumnos y familia. Tino siempre vas a tener un sitio en cada uno de nosotros. Gracias por cada lección aprendida y, sobre todo, damos gracias a la vida por habernos dado la oportunidad de haber tenido un profesor como tú. Has ido un ejemplo de sacrificio y exigencia. Ahora haremos lo que tú nos decías: trasladar tus lecciones, con mucho orgullo y satisfacción. Ahora sí, gracias por ser uno de los pilares fundamentales de esta nuestra familia.

Un beso y un abrazo muy fuerte al cielo.

Te queremos Tino.