Las ferias en el solar de doña Adela

Rescatamos de la hemeroteca, y de la memoria, un rincón de la vida de diferentes generaciones

Miriam Salinas Guirao

“El solar de doña Adela -repite mi abuela-, yo me acuerdo de ese lugar. Nos juntábamos en la feria. Había una barca que tenías que mover tú”, me cuenta con las manos haciendo el movimiento, con los ojos brillantes y sonriendo. “Es verdad, Miriam. El que controlaba la atracción te daba un impulso, y tú hacías el resto. Una vez se balancearon tan fuerte que la barca dio la vuelta y se pegaron un porrazo.”

Las esperadas ferias, que concentraban a los ciezanos y a los vecinos de otras poblaciones cercanas, se publicitaban en los periódicos regionales. El 24 agosto de 1948 en el diario Línea se publicaba: “El Real de la Feria será instalado en el solar de doña Adela y paseo de Los Mártires. Durante los días de feria, en el paseo de Los Mártires estará abierta al público una grandiosa tómbola, patrocinada por el Excmo. Ayuntamiento y a beneficio de la Lucha Antituberculosa. En la Gran Vía será instalada la popular feria de ganados. Recorrerá las calles, de la población anunciando las fiestas el popular ‘Tío de la Pita’. En los cines y teatros Delicias, Gran Vía, Borras y Galindo se celebran grandes espectáculos cinematográficos y artísticos”.

En Murcia sindical, el 16 de agosto de 1959, se podía leer: “Tendrán lugar todos los días verbenas populares. El Real de la Feria quedará instalado en la Plaza de España y calles del Buen Suceso y adyacentes, y las atracciones se instalarán en el solar de doña Adela. El Mercado de Ganados quedará instalado al final de la calle del Buen Suceso. La ciudad lucirá durante los días feriados una espléndida iluminación.” El 24 de agosto de 1961 en Línea: “A las doce, fiesta infantil, con elevación de globos grotescos, cucañas y otras atracciones en el Solar de doña Adela”. Por aquellos años, mi abuela, Carmen Boch, era una niña. Ella jugó, disfrutó y bailó en aquellas ferias durante muchos años.

El escenario de las ferias pertenecía a doña Adela. Antonio Ballesteros Baldrich escribía sobre esta mujer en su artículo ‘Casa de los Mayorajos de Ascoy’. Su nombre completo era Adelaida Marín-Blázquez y Marín-Barnuevo, hija de José María, de la conocida, en “el habla coloquial de Cieza”, como la familia de los “mayorajos”. En el artículo de Ballesteros se puede leer: “La popular “Doña Adela” con cuya parte de su fortuna se fundaría la Residencia de Ancianos y dueña de un inmenso solar en pleno centro de la población que los que ya tenemos años conocimos como recinto ferial, el conocido como “solar de Doña Adela”. Nació precisamente en la hacienda de Ascoy en 1856 donde se hallaba su madre refugiándose de una epidemia de cólera que ese año afectaba a nuestra población”.

Ese lugar, que recuerda mi abuela y tantos otros ciezanos, queda como testigo de la vida de un pueblo. Una luz que graba un espacio hialino, que reverte la memoria individual condecente, para perdurar en la historia.

 

 

 

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