Y así pasan los años
Otra vez elecciones, de nuevo hemos tenido que ir a votar, apenas diez meses de las últimas elecciones, en aquel caso generales, que se celebraron dos meses después de las autonómicas y municipales. Entre estas europeas y las generales hemos tenido, primero elecciones en Galicia y luego en País Vasco; para poco después tener otros comicios autonómicos en Cataluña, nada menos que los séptimos en 14 años, es decir, a convocatoria cada dos años, con el coste económico, y el hastío que supone para el sufrido contribuyente. Una tomadura de pelo. Un año antes de dichas elecciones municipales y autonómicas, donde se pegó un batacazo total el PSOE, lo cual llevó a Pedro Sánchez Pérez-Castejón a convocar elecciones anticipadas en una suerte de todo o nada emocional, que tan buenos resultados le reporta, se produjo un hecho insólito: el adelanto electoral en la comunidad de Madrid, tan solo unos minutos antes de que la extrema izquierda registrara una moción de censura. Elecciones que se tuvieron que repetir un año después debido a que, por ley, algunas autonomías, como Madrid, Murcia o Castilla La-Mancha, entre otras, están obligadas a celebrar elecciones cada cuatro años, aunque haya adelanto. Antes de eso vinieron las elecciones andaluzas, que conste. En todos estos casos, el gobierno y el resto de partidos pusieron en marcha su maquinaria para obtener los mejores resultados, y estas campañas electorales comienzan varios meses antes del comienzo oficial del periodo electoral. ¿A alguien le extraña el empalago y la apatía ante tanta convocatoria a las urnas y a la turra que nos dan los políticos para intentar obtener nuestro voto? Estamos ya cansados. En estas elecciones europeas la abstención ha ganado por mayoría absoluta. Tengan en cuenta que para gobernar se necesita la mitad más uno. Con esta abstención, con la mitad de los votos de quienes votan (menos de la mitad del censo) se puede formar gobierno absolutista. Es decir, menos de la cuarta parte de la población puede promulgar leyes y decidir sin restricciones cómo será la vida del resto. Peligroso y espeluznante, cuanto menos.
Otra consecuencia, además del desinterés del electorado, es que los partidos, y especialmente este gobierno, está continuamente en modo electoral, y en esas circunstancias, la gobernabilidad queda en un segundo plano. Por ejemplo, aplazando la toma de decisiones hasta después de las siguientes elecciones para no perjudicar sus opciones y no soliviantar a la clientela. No solo eso, se pretende también condicionar el resto de poderes del estado; con el tribunal constitucional lo tiene sencillo, pues el lacayo Conde-Pumpido está a su servicio y sin problema pospuso una importante resolución de este alto tribunal con tal de no distraer. Hasta con el juez que está investigando los presuntos delitos cometidos por su esposa se ha atrevido de forma intolerable, censurando los plazos que debe ejecutar la justicia, a quien se le supone ciega. No creo que tenga nada especial la mujer del presidente, en nuestra constitución no existe la figura de primera dama o presidenta (como dijo el inefable Pachi López). De hecho, el cuñado del actual rey estuvo varios años en la cárcel y la hija del anterior rey (hermana del actual) se sentó en el banquillo de los acusados teniendo que responder a preguntas del fiscal y aquí no pasó nada. La justicia debe ser para todos, o no es justicia. La realidad es que nos encontramos en una especie de campaña electoral sin fin desde hace seis años, donde nuestros gobernantes se lo pasan pipa de gira por España, dando discursos, asistiendo a ágapes, disfrutando de aviones y residencias de lujo, alternando con amigos y conocidos, y así pasan los años… Los incondicionales se mantienen fieles, aunque haya perdido dos millones de votos desde las últimas elecciones europeas. Pedro resiste a pesar de los reveses electorales y los escándalos de corrupción tanto del partido como de su entorno más cercano. Quizá por eso el libro autobiográfico que le escribieron se titula Manual de resistencia.
Está claro, porque así él mismo lo ha dicho, que no se va a ir por más escándalos que surjan, y la estrategia es clara, todo es mentira, invenciones de la ultraderecha fascista, jueces franquistas (50 años después de muerto Franco), etc. La democracia es así, lo que decida la mayoría, aunque esta sea exigua, va a misa. Veremos si hay finalmente presupuestos, o hay que prorrogar los primeros, ante la imposibilidad de aprobar nada sin ceder más a los nacionalistas, y ya no queda nada más que darles excepto el referéndum de independencia. A veces hay que tomar decisiones que no gustan, como hace un padre con su hijo; al final, con el paso de los años, estos se dan cuenta de que era por su bien. Pero nosotros somos adultos, no necesitamos esperar años para discernir qué el pan para hoy es hambre para mañana. He escuchado a personas decir que votan socialismo porque le han subido 100 euros en su pensión o en su prestación no contributiva, mientras que “los otros” le subieron 50 céntimos. Las sensaciones pueden ser positivas, mas los datos son tozudos. En 2018 la deuda era de 1.184.350 millones de euros y actualmente es de 1.613.063 millones. La deuda por habitante era de 25.000 euros y ahora es de 33.000 euros. Y eso contando con que la población ha aumentado en de 2 millones de personas en ese tiempo. Tenemos la suerte de que la Unión Europea no puede dejar que España quiebre, aunque podría poner alguna restricción al gasto descontrolado que tiene este gobierno, que también tuvo los gobiernos anteriores. La estrategia, en todos los casos, ha sido subir los impuestos, todos, e inventarse nuevos, tanto para particulares como para empresas, y endeudarse. En apenas 12 años nuestra deuda se ha duplicado. Y en los últimos 6 ha aumentado casi un 50%. Sin embargo, la presión fiscal es casi imposible subirla más, por lo que solo queda reducir el déficit por medio de la disminución del gasto. Esperemos no terminar como Grecia. Finalmente, 20 años después han conseguido los griegos salir del pozo, aunque para ello tuvieran que tomar decisiones duras y complicadas. Busquen ustedes cuales fueron. Pagaremos los de siempre.