La primera edición tendrá lugar este viernes 27 y sábado 28 de marzo a través de la cuenta de Instagram @histeriacolectivamur, a partir de las 17.00 horas
Crónicas de Siyâsa
Histeria Colectiva (@histeriacolectivamur) es como ha decido nombrar Juan José Marín, artista y quien ha tenido la iniciativa en este proyecto, al colectivo artístico murciano que celebrará los días 27 y 28 de marzo su primera edición del festival online realizado a través de directos en Instagram.
El origen del proyecto tiene su raíz en los días de confinamientos que estamos viviendo en todo el mundo y en las ganas de compartir la perspectiva artística que comparten la mayoría de artistas que estarán presentes en la primera edición del Histeria Colectiva.
Histeria Colectiva es un proyecto formando por gente joven que “intenta levantar un grito de rabia en contra de como está planteando el sistema en el que vivimos. Cansados de gestiones pésimas por parte de cualquier gobierno y quieren reivindicar desde el arte que existen otro tipo de visión paralela a lo que el sistema capitalista impone”, afirman fuentes de la organización.
La primera edición del Histeria Colectiva tendrá lugar este viernes 27 y sábado 28 de marzo a través de la cuenta de Instagram @histeriacolectivamur, a partir de las 17.00 horas, iniciando el directo a las 16.30 horas con una pequeña presentación del proyecto.
“Histeria Colectiva está siempre abierta a cualquier tipo de expresión artística. Y también está abierta a cualquier tipo de colaboración con cualquier tipo de artista”, destaca Mónica Gómez, colaboradora del proyecto.
Se puede contactar con la organización a través de nuestro correo electrónico histeriacolectivamurcia@gmail.com o a través de los mensajes de su perfil de Instagram.
Este colectivo discrimina a los artistas según su manera de pensar. Es muy triste que en 2020 a un artista se le vete por el hecho de pensar se una determinada manera, pero si el objetivo de todos estos esfuerzos sociales pasa por ser una herramienta política para blindar a la izquierda, nada se puede hacer salvo lamentarse.