Un balance positivo, por Diego J. García Molina

Un balance positivo

Queda poco para las elecciones locales al Ayuntamiento de Cieza, ya se ven los primeros carteles promocionales con las caras de los candidatos en las principales entradas por carretera al pueblo, al igual que las golondrinas anuncian la llegada de la primavera. Siempre habrá gente que sacará pegas, es normal, nada es perfecto, pero en mi opinión, el balance que se puede hacer de estos últimos ocho años de Gobierno municipal debe ser calificado como más que positivo. Los cambios no siempre tienen por qué ser buenos, pero en este caso así ha resultado; el partido anterior llevaba quizá demasiados años en el poder lo que le llevó a cierta rutina y falta de iniciativa ante los desafíos que diariamente requiere enfrentar el gobierno de un municipio del tamaño de Cieza. Empezó el mandato con tensiones, como no podía ser de otra manera, tratándose de un gobierno en coalición de tres partidos, y siendo además dos de ellos Podemos e Izquierda Unida, formaciones bastante intransigentes con sus postulados a la hora de negociar y ceder. El asunto en cuestión era nada menos que el paseo ribereño, rechazando su construcción por manidos argumentos ecologistas y por supuesto, por ser un proyecto propuesto y desarrollado en su totalidad por el Partido Popular. Tan solo faltaba la ejecución propiamente dicha de la obra, financiada en su práctica totalidad por dinero europeo. Nadie hubiera entendido que se rechazara la terminación; por fortuna, finalmente entraron en razones, siendo ahora una de las principales atracciones turísticas del pueblo y una de las vías más concurridas a pie por los vecinos. No estaban tampoco las cuentas del ayuntamiento muy boyantes y la bomba de ‘Migaseca’ dejó la caja tiritando. Sin embargo, “la cosa” ha ido bien, y ese buen hacer dio al PSOE la oportunidad de gobernar otros cuatro años con mayor margen de maniobra al aumentar el número de concejales hasta casi la mayoría absoluta.

Yo personalmente estoy contento, la verdad es que si, y viendo la cantidad de proyectos futuros en mente es para estarlo. Además, tratándose de la clase política actual, quitando honrosas excepciones, con que no estropeen mucho el ecosistema social y empresarial del municipio y no lo dejen en quiebra me conformo, por lo que, si encima el resultado es el contrario, es de celebrar. No obstante, muchos de los problemas que existían hace 8 años, incluido quizá el principal, a mi modesto entender, la falta de vivienda, continúan sin ser afrontados, poco o nada se ha hecho en todo este tiempo. La falta de suelo urbanizable hace que los precios de la vivienda estén muy por encima del mercado, incluso en comparación con otras ciudades más importantes; como efecto colateral provoca que no haya prácticamente oferta de alquiler, y fomenta un urbanismo casi medieval, con calles muy estrechas, de aceras mínimas y sin luz natural. El municipio de Cieza tiene menos de 1% de su suelo urbanizado. Cieza es muy grande, bien comunicada por carretera, tanto con el exterior como interiormente, y estoy seguro que hay gente que quiere vender, gente que quiere comprar una vivienda, empresas que quieren y necesitan construir, y personas que quieren y necesitan trabajar en la construcción de dichas viviendas. ¿Qué más se puede pedir? Es un círculo virtuoso que dinamizará este sector e impedirá que nuestros jóvenes, y no tan jóvenes, tengan que marchar a vivir y trabajar a otras poblaciones ante la imposibilidad de asentarse en su ciudad de nacimiento. Sin embargo, nos encontramos con un plan de ordenación urbanística paralizado desde hace más de 10 años.  Era algo que en las elecciones de 2015, desde UPYD, partido en que militaba, incluíamos como prioritario en nuestro programa, y tantos años después no se aprecian avances ni mejoras. Otra de nuestras propuestas era la construcción de un hotel como forma de asentar y aprovechar el incipiente turismo rural que ya se empezaba a atisbar por aquella época. Mucho se ha fomentado e invertido en el turismo, con gran acierto y éxito, sin duda, pero no hay plazas hoteleras no ya suficientes, sino mínimas. Al final, la mayoría de la gente se va a dormir a otro sitio cuando no directamente deciden no venir o realizar una visita solo para el día. U organizar una prueba atlética a nivel nacional y luego no tener plazas hoteleras para los participantes y sus equipos. Se debería haber hecho un esfuerzo como se hizo para traer algo de industria al deshabitado polígono industrial de Los Prados. Hacer otra casa de huéspedes con cuatro habitaciones en un entorno rural no soluciona nada, hace falta un hotel de al menos 40 habitaciones, con espacio de estacionamiento gratuito de sobra, y un acceso sencillo y rápido desde el exterior del municipio. Y eso no se puede conseguir ni en el casco antiguo ni en el campo en el lado opuesto de la autovía, son buenos complementos, aunque sin el ingrediente fundamental. Al final tienes visitas, atracción de viajeros, para que los pueblos de alrededor se lleven los beneficios.

Para finalizar, voy a dar mi opinión que es solo mía y de nadie más, como siempre he hecho en este medio donde jamás me han dicho ni un comentario en cualquier sentido. Votar en estos momentos al PSOE es votar Pedro Sánchez. Lamentablemente, la oposición interna a esta persona y sus políticas, que no son otras que asentir a todo lo que le piden sus socios extremistas, es nula, no existe. Cada alcaldía que obtenga, cada concejal socialista que salga elegido, cada voto depositado en la urna a esta formación, es oxígeno para este personaje sin escrúpulos, como ya ha demostrado sobradamente estos últimos cinco años. Es una pena, pero es así, otros seis meses de sanchismo hasta las elecciones de diciembre serían fatales para España en general y para el PSOE en particular. Cuanto antes vea que los españoles no lo quieren mejor; exceptuando, claro, sus apoyos en el gobierno, quienes ven en él un filón por explotar todo lo que se pueda antes de perder el poder. Un descalabro descomunal del PSOE en las elecciones municipales y autonómicas, como previsiblemente va a suceder, sería un motivo más que justificado para que nos dejara en paz y convocara elecciones anticipadas. Aunque conociendo al pájaro, se agarrará al poder hasta el último día sin ningún escrúpulo. Nada es impedimento para él, aunque lamentablemente, entre sus objetivos no está intentar solucionar ninguno de los problemas de los españoles, más bien al contrario, ha promovido un caldo de cultivo que germinará de aquí a nada con dichos problemas agravados, los cuales podrían haberse solucionado con voluntad: paro, inflación, pensiones, deuda, nacionalismos, energía, educación, y un largo etcétera. Así que yo lo tengo claro, o más bien lo contrario: nada hay en el menú que me satisfaga, así que continuaremos haciendo ayuno hasta que vengan tiempos mejores. Mas no pierdan la esperanza, no todos son iguales a pesar del dicho, todo lo que sube baja, y algún día nos cansaremos de que saqueen la riqueza de nuestro país y cambiará la dinámica. Aunque depende de nosotros, claro; no hace falta salir a quemar las calles, sino de nuestro voto. Hagan buen uso de esa herramienta y que gane el mejor.