Un acuerdo de futuro
Está transcurriendo esta legislatura en la casa consistorial ciezana con un devenir extraño para lo que se presuponía tras el recuento de papeletas en la noche electoral. La combinación natural entre Partido Popular y Vox daba la mayoría absoluta a la ideología conservadora relevando así a la alianza entre partidos de izquierda que había conformado gobierno las dos legislaturas anteriores. El problema es que, mientras los segundos “tardaron diez minutos en entenderse”, como ellos mismos declararon en su momento, desde fuera da la sensación de que la relación del PP con Vox es de conveniencia e incomodidad. No solo aquí, sino también en algunos gobiernos regionales y otros ayuntamientos. Como que dejan que Vox les de los votos que necesitan, mas con cierto asquito; parece mentira siendo Vox una escisión del propio PP. A diferencia de los socialistas quienes aceptan sin tanto remilgo los votos de una organización terrorista o de partidos secesionistas con delincuentes condenados abiertamente hostiles al estado español. Diría que hasta casi lo disfrutan viendo estirarse de los pelos a periodistas y políticos que lo denuncian. Esa relación obligada, sin mucho convencimiento, con recelos, sin alegría, derivó a una ruptura de gobierno que deja al alcalde en una situación poco afortunada. Como le sucede a Pedro Sánchez, al estar en minoría, es imposible aprobar moción alguna sin la participación de los de Abascal. Es más, realizando una pinza con los socialistas, pueden aprobar cualquier cosa, como ya han experimentado en sus carnes los populares. ¿Qué hacer entonces? ¿Son cuatro años perdidos? Recordemos en que las corporaciones locales no se puede efectuar un adelantamiento electoral.
Aun así, se puede hacer mucho todavía. Desde luego, no creo que entre los planes de Vox esté derrocar a Tomás Rubio y volver a hacer alcalde, por tercera vez, a Pascual Lucas. No porque no se lo merezca, a la vista del buen desempeño de las dos legislaturas anteriores, sino porque entenderán que es lo último que esperan sus votantes. Hay quien piensa que los ayuntamientos sirven solo para limpiar las calles y organizar festejos. Sin embargo, hay mucho más, cuestiones importantísimas que afectan al bienestar y al futuro de un pueblo. Por ejemplo, solo pueden crear empleo de forma limitada. Pero ayudando a las empresas a que se establezcan en nuestro entorno eso sí que realmente fomenta la creación de puestos de trabajo estable y de calidad. Es decir, el ayuntamiento tiene que ayudar, que facilitar, no erigirse en hacedores. Con la vivienda sucede algo parecido, el ayuntamiento no es una constructora, su papel se debería restringir a la consecución de suelo urbanizable para que las necesidades de los pobladores hagan el resto. Además, con la experiencia de Migaseca ya tuvimos bastante. Uno de los principales problemas en Cieza es el del alto precio de la vivienda, lo que supone que los ciezanos tengan que endeudarse casi de por vida, dedicando gran parte de su sueldo a la hipoteca, o que tengan que ir a vivir fuera. Con lo que cuesta un solar vacío en Cieza casi puedes adquirir dos viviendas en otra población de los alrededores. Los precios no tienen que envidiar nada a los de la capital.
Resulta sencillo, mirando un mapa, conocer hacia donde se expande el núcleo urbano de Cieza. El cual, por cierto, tiene un límite, teniendo en cuenta la posición del rio, montañas, vía del tren y autovía. Toda el área que comprende entre el hospital, el polideportivo, el nuevo centro comercial y el actual casco urbano, más pronto que tarde, será una zona urbanizada. Otro hecho a tener en cuenta es que todas calles nuevas que se van creando en los límites del núcleo urbano son estrechas, de manzanas pequeñas, imitando, en general, el urbanismo del resto del municipio. ¿Por qué no diseñar el futuro urbanístico de Cieza desde otro paradigma? Un camino nuevo, fijándonos en otros municipios que crecieron antes que nosotros. Apostar por avenidas anchas, con aparcamientos suficientes para vehículos. ¿Puede haber algo más contaminante que decenas de personas en sus coches dando vueltas y vueltas buscando donde pernoctar el vehículo? Intercalar esas avenidas con zonas verdes y arboledas. Construir viviendas unifamiliares con patio y/o jardín. Y a precio asequible si se hace bien. La construcción de nueva vivienda aportaría también faena a tantos profesionales que hay en nuestro municipio y que tienen que buscarse las habichuelas fuera. Y causaría un efecto dominó, al liberarse vivienda en la zona actual quedando disponible para alquiler, que tanto se necesita, por otro lado. Hay situaciones donde un problema puede convertirse en una oportunidad. En política, cuando hay bloqueo, en ocasiones es más beneficioso para los gobernados que cuando hay mayoría y se pasa el rodillo ideológico. Como ocurrió con el pacto para renovar el poder judicial: años de tira y afloja intentando contentar a los grandes partidos al mismo tiempo que a los grupúsculos satélite que parasitan al ejecutivo, quienes también anhelaban su cuota de poder en la judicatura. Todos sabemos para qué. Finalmente, obligados por las circunstancias, propias y ajenas, aunque esa es otra historia, se concretó un gran acuerdo, que no despolitiza el tercer poder, pero si es un gran avance en ese sentido y además rompe el estado de bloqueo en que se encontraba inmerso. ¿Por qué no hacer algo parecido en el pueblo? Un gran acuerdo de futuro entre los grandes partidos, más quien se quiera sumar. Un plan municipal de ordenación para los próximos 30 años, contemplando un urbanismo alejado del modelo tradicional, pensando a lo grande, pensando en los ciezanos y en su prosperidad. Sería una legislatura histórica sin duda.