A comienzos del siglo XX, un ciezano perdió la vida en Murcia, uno de los asesinos había sido cacheado, el mismo día, hasta dos veces, antes de cometer el crimen Miriam Salinas Guirao Las tres puñaladas que recibió Pedro Gil Pérez, no solo fueron las del metal contra su cuerpo. Pedro, tartanero de Cieza, conductor de carruajes, padre y esposo, cerró los ojos para siempre en octubre de 1901. Falleció fuera de casa, en Murcia, a orillas del Segura. La primera puñalada, la de la distancia. Los dos asesinos eran…
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