Rosa Campos presentó su libro Patio interior en el Museo Siyâsa

La escritora y poeta calasparreña afincada en Cieza ahonda en su poemario en la reflexión y la belleza de la luz

Crónicas de Siyâsa

El Museo Siyâsa acogió el pasado jueves la presentación del último libro de Rosa Campos Gómez, Patio interior (Ed. Almadenes), que corrió a cargo de Míriam Cano Motos, licenciada en Filología Hispánica y autora del prólogo del poemario, y Joaquín Salmerón Juan, director de Patrimonio Histórico de Cieza. Asimismo, estuvieron presentes Conchi Villa, concejala de Cultura y Museos, quien agradeció que se realizara allí este encuentro literario y valoró el “gran impulso creativo que late en la cultura local”, y con la artista ciezana María Joaquina Sánchez Dato, autora de la pintura que aparece en la portada y en interiores, obra admirada por todos los asistentes. El acto, que contó con afluencia máxima de acompañantes, tuvo lugar en la sala de La Pecera, uno de los magníficos y amplios espacios del carismático museo. El grupo literario de La Sierpe el Laúd, al que pertenece Campos, puso el broche final con recital de varios de los poemas del libro con la sonora calidez de sus voces.

Joaquín Salmerón Juan abrió la presentación hablando de la formación académica y de la trayectoria artística y literaria de la autora, recordando y agradeciendo las veces que ha participado en el museo, donde ha expuesto y presentando obras, impartido conferencias y en recitales. Al hilo del tema surgido en relación con el paraje de Almadenes (minas, en árabe), topónimo también elegido por la editorial ciezana, sumó datos respecto a la historia de esta palabra, vinculada a lugares ricos en yacimientos minerales que servían, entre otros usos, para dar color a objetos que se querían preservar.

Míriam Cano Motos comentó el contenido del libro, describiendo el origen de la palabra verso y su relación con surco como línea que da la vuelta, “al igual que hacen los sucesivos renglones de un poema, introduciéndonos así en la poesía de Patio interior”, del que aseveró que “está compuesto por cinco estancias en las que, a lo largo de sus páginas, vamos a asistir a la sacralización de lo humano y a la humanización de lo sagrado”, y que ”esto nos va a revelar cómo el sentido de la vida se encuentra en las cosas más pequeñas”, por eso “es necesario pararse y Mirar de cerca, porque la felicidad está hecha de momentos, consiste en reparar en un simple Destello de luz, en La hierba…” Refiriéndose a la parte de La voz inesperada argumentó que “Rosa sabe que nadie puede ser libre mientras otros seres humanos sigan atados a las cadenas del miedo, la inseguridad, la falta de autoestima, el acceso desigual a la riqueza y a la cultura… Por eso, nos dice que ‘ahí estaremos,/ donde anidan sin escándalo las letras,/ para parir lo que la libertad exige/ e izar lo que es bueno nombrar,/ lo que ennoblece,/ sin perder la transparencia ni un instante’”.  Cano fue adentrando a los espectadores en cada una de esas estancias poéticas, hablando de la hondura de las palabras que describen la percepción vital y el sentir de la autora. Sobre los versos finales expuso: “Y llegamos de nuevo al Patio interior, poema final que redondea y vertebra el poemario. Un patio interior para la intimidad y el autocuidado, para la reflexión, para soñar, para gozar de la belleza de la luz en todas sus formas”.

Finalmente, Rosa Campos agradeció a quienes forman parte del libro su colaboración y a todas las personas su compañía en la emotiva velada.  Además, disertó sobre la importancia de reconocer en la agricultura, actividad esencial, el origen de la cultura, y de cómo ve poesía hasta en lo más cotidiano. Para concluir leyó La estación de tren de Cieza, que pertenece al bloque titulado Raíles, el cuarto de los cinco que dan fondo y forma a Patio interior.