“Quis custodiet ipsos custodes”
Los acontecimientos se suceden vertiginosamente y es casi imposible llegar a asimilarlos todos de forma apropiada. Eso para los analistas políticos, periodistas especializados y aficionados a la política, no me quiero ni imaginar que estará pensando quien no tiene tiempo ni para pensar en tareas cotidianas del día a día. La soga de la corrupción sobre el cuello del gobierno aprieta cada día un poco más. No es que la corrupción sea algo exclusivo de este gobierno, siempre ha habido, y mientras el hombre sea hombre, seguirá existiendo, la diferencia de este caso son dos factores diferenciales. El primero, es la jeta de cemento de todos los implicados, empezando por el presidente, siguiendo por algunos ministros, y terminando en diferentes cargos del PSOE. No solo mienten con ligereza y desfachatez hasta que negar la realidad se hace imposible, es que, en cualquier otra época en España, o en cualquier otro país, estos escándalos habrían hecho dimitir al Gobierno en 24 horas. La otra razón es como utilizan todos los medios disponibles, medios que deberían ser independientes y neutrales, como parte de su estrategia de defensa y control de daños. Recordemos como el ministro Marlasca llamaba a un coronel de la Guardia Civil para pedirle información sobre una investigación judicial en curso; cuando al ser una ilegalidad, el mando policial se negó, terminó defenestrado. Ya saben los demás lo que les espera; si obedecen, ascenso, si no colaboran, patada. Y de esa forma, utilizan a la abogacía del estado, la fiscalía, el tribunal constitucional, jueces afines, infiltran policía y guardia civil con mandos afectos, ascienden a quienes les encubren (caso Delcy), etc. La trama Abalos-Koldo, que es la del gobierno de España, puesto que no hay duda que estos dos mindundis nada podrían haber hecho por si solos, tenía a su servicio a fuerzas de seguridad del estado, quienes les facilitaban, cada pocos meses, teléfonos seguros además de “peinar” inmuebles y vehículos para asegurar que no se estaban produciendo grabaciones. ¿Quién protegerá a los propios guardias?, exclamaba el poeta Juvenal en sus Sátiras. ¿Quién vigila a los vigilantes? denunciaba Alan Moore en Watchmen.
¿Cómo conseguir torcer el brazo al gobierno cuando maneja toda la maquinaria del estado a su antojo incluso cometiendo ilegalidades? Solo jueces y policías honrados y con férrea voluntad de cumplir con su deber podrán conseguirlo. Que nadie espere que desde fuera vaya a venir nadie a solucionar nuestros problemas, solo hay que mirar a Venezuela, donde con un fraude electoral claro y demostrado, secuestros, torturas y asesinatos de opositores, y un pueblo que casi no tiene ni para alimentarse, la comunidad internacional reniega un poquito de boquilla, sin embargo, no hace absolutamente nada de nada. La sociedad española está adormecida y quizá acomplejada, casi nada hace por protestar, excepto algunas excepciones. La oposición está más perdida que un pulpo en un garaje, dando palos de ciego, tomando decisiones erráticas con poco sentido, y con poco efecto también. Pero es que la oposición dentro de la izquierda también es testimonial. Tanto rasgarse las vestiduras ante la corrupción del Partido Popular mas como callan ahora cuando la porquería les llega al cuello y es imposible disimularla. Ninguno de los partiduchos que pelean por repartirse las migajas que les deja el PSOE está dispuesto a plantar batalla y tragarán con todo, como llevan haciendo 6 años. Muchas líneas rojas, pero luego se la envainan sin remordimiento, todo por la pasta, por el poder, o cualesquiera que sean sus motivaciones. Y no crean que el gobierno va a abandonar, así como así, para que les puedan investigar y juzgar tranquilamente; van a quemar las naves. La última ha sido con un cambio de urgencia de la ley para que sea el ministerio del interior, y no los jueces quienes escojan a los miembros de la policía judicial por sus méritos. ¿Cuántas veces en los últimos años hemos leído u oído noticias donde una investigación relacionada con políticos se daba al traste debido a un error de forma, a un fallo técnico, a un lamentable error? Con jueces adeptos, y con la policía judicial nombrada por ellos cuando el juez no lo sea, va a resultar casi imposible obtener una condena por muy a la vista que estén las pruebas. Y en caso de obtenerla, ahí estará el tribunal constitucional para solucionarlo, como ha hecho el infame Conde Pumpido con la condena de los ERE’s a los principales cabecillas socialistas andaluces.
Sin embargo, lo peor de todo no son estas cuestiones. Este gobierno pasará, y acabará en el basurero de la historia, junto a Rodríguez Zapatero, que ya es decir. Cuando dimitió Máximo Huerta al inicio del desgobierno sanchista, mientras el ministro dimitido abría su alma, Sánchez Pérez-Castejón le respondía con un “¿Qué dirá de mi la historia?”. Pues nada bueno Pedro, nada bueno. Y cuánto más te aferres al cargo peor. Como decía, este gobierno pasará, no obstante, dejará un país roto. Tanto económicamente, como laboralmente, como socialmente, con una división izquierda-derecha nunca vista desde la guerra civil, y unos nacionalismos a los que se les ha dado todo, y será muy, muy complicado volver a restablecer la igualdad entre españoles. Por poner un ejemplo entre miles. Hace 3 años, la diputación de Vizcaya no se le ocurrió otra cosa que lanzar el “Amazon vasco”. ¿Qué podía salir mal? La broma costó de inicio 3 millones de euros, 500 millones de pesetas, solo por hacer una página web y una APP para móvil. Acaba de cerrar, como no podía ser de otra manera. Es decir, mientras unas comunidades son privilegiadas y tienen dinero para derrochar en tontadas, otras no tienen ni para echarle gasolina a los coches oficiales. Eso no es óbice para que las subidas de impuestos continúen. O que el derroche de las administraciones siga aumentando sin freno; el Fondo Monetario Internacional sitúa a España como líder de las economías desarrolladas en subida del gasto público en 2024 y 2025. ¿Ese aumento en la recaudación y en el gasto redunda en una mejora de los servicios públicos? Juzguen ustedes mismos. Nos dejan también una política energética errática y nefasta. No solo el recibo de la luz ha doblado su precio en los últimos años, la exministra Ribera se empeñó en cerrar las centrales nucleares para dejar al país sin una fuente de energía constante. Sin embargo, en cuanto la han nombrado comisaria europea ahora si le parece bien las nucleares y la apoya sin fisuras; excepto en España donde el plan de cierre sigue adelante. Más ejemplos del falso ecologismo de este gobierno: en Jaén van a talar más de 100.000 olivos para construir una megaplanta de energía solar. Es decir, la transición ecológica era esto, para salvar lo verde acabamos con lo verde. O el destrozo de masa forestal en Aragón para instalar molinos gigantes. Simplemente un negocio que solo engaña a necios, el medio ambiente les importa un pimiento. “Madre, yo al oro me humillo,/él es mi amante y mi amado,/pues de puro enamorado/de continuo anda amarillo./Que pues doblón o sencillo/hace todo cuanto quiero,/poderoso caballero/es don Dinero.”.