Próxima aula de Cine Mágiko: Crisis de Refugiados

Mañana, a las 19:30 horas, se proyectará, en el Cine Club La Linterna Mágika, la película ‘El que debe morir’, presentada por Juan José Avellán

Crónicas de Siyâsa/Club Atalaya

Este largometraje, dirigido por Jules Dassin en 1957, premiado en Cannes y en el Festival de Valladolid con la Espiga de Oro, es una adaptación cinematográfica de la novela  ‘Cristo de nuevo crucificado’ de Nikos Kazantzakis –autor de otros textos llevados al cine como ‘Zorba el Griego’ y ‘La última tentación de Cristo’.

Dassin emplea en ‘El que debe morir’ una parábola religiosa –la representación de la Pasión en un pueblecito de la Grecia bajo poder otomano, en la que varios lugareños hacen carne los papeles de Santiago, San Pedro, Judas, María Magdalena y Jesús- para dibujar un conflicto que es tanto de moralidad religiosa como, en especial, de clase social.

Un problema moral –mucho más que de fe- que en’ El que debe morir’ queda ejemplificado en la insensibilidad de una población griega frente a sus hermanos de nación que solicitan refugio en su enriquecida aldea, después de que el invasor turco haya arrasado sus haciendas y asesinado a sus paisanos.

Dado su sustrato alegórico, el discurso queda un tanto encorsetado en el cumplimiento de unos estereotipos fijados que afecta un tanto a su naturalidad y su contundencia. Pero no por ello es menos vigente. Precisamente, la coyuntura despierta resonancias con la coetánea crisis de los refugiados sirios en Europa en su desesperación y sus reacciones políticas. Y, en consecuencia, resalta esclarecedores y oportunos paralelismos entre la ficción cinematográfica y la realidad presente a partir de la hipócrita utilización por parte de la élite dirigente de conceptos como la religión, el orden y la paz, así como del contagio de la alarma y el miedo entre la comunidad recelosa –la enfermedad, la violencia-, con el fin único de conservar y perpetuar sus vergonzantes privilegios.

En oposición, ‘El que debe morir’ lanza un mensaje subversivo en defensa de la determinación solidaria del individuo común, de la gente corriente que, en un momento necesario, y afirmado sobre sólidos valores morales, puede impulsar mediante su voluntad concienciada el cambio hacia una sociedad más justa.

 

 

 

Escribir un comentario