No todo vale, según Diego J. García Molina

No todo vale

Definitivamente, la guerra en Ucrania, la invasión rusa a este país, se ha estancado, lo cual es una mala noticia para todos. Obviamente no abogo porque Ucrania se rinda, como si hace algún partido político patrios, y ceda al chantaje y a la agresión injustificada rusa, muy al contrario. Pero que esta situación no contribuye a la estabilidad económica y no tiene visos de terminar pronto es una realidad. Al inicio de la contienda había una desigualdad de fuerzas notable, al menos sobre el papel, y como tal intentó el ejército de Putin realizar una operación relámpago para hacerse con la capital Kiev y sustituir el gobierno legítimo ucraniano por uno títere al estilo del que existe en Bielorrusia, y que la misma Ucrania tenía diez años antes en la figura de Víctor Yanukovich. Sin embargo, esperaban una agresión parecida desde la invasión de Crimea en 2014 y estaban preparados; consiguió resistir y ahora quiere recuperar los territorios usurpados por Rusia en el este de Ucrania. E incluso hablan de recuperar Crimea. Y Putin no está dispuesto a devolver lo conquistado por las armas, prepara una contraofensiva apoyado en el reclutamiento de carne de cañón fresca, 300.000 soldados nuevos, muchos de ellos alistados por la fuerza. Los aliados de ambos contendientes (los enemigos de mis enemigos son mis amigos), EEUU, Reino Unido, y la Unión Europea en menor medida, por un lado, e Irán, satélites rusos como Bielorrusia o Chechenia, y desmarcándose de la situación por lo que pudiera pasar China, por el otro, ayudan con armamento, suministros, y apoyo moral a ambos contendientes. Sin embargo, de forma sorpresiva, la agencia de espionaje norteamericana, la CIA, ha filtrado ahora que fue Ucrania la responsable del asesinato de la hija de Alexander Dugin, supuestamente por error, cuando intentaban acabar con la vida del conocido ideólogo nacionalista ruso, el cual apoya y alienta la invasión de Ucrania. El gobierno ucraniano niega su participación en el crimen, por lo que no se entiende a cuento de qué viene la filtración de un supuesto partidario de tu causa.

En todo caso, ¿es lícito o moralmente aceptable asesinar a un civil a sangre fría en represalia a los ataques de los militares rusos a la población ucraniana? A pesar de las barbaridades cometidas por los invasores (torturas, violaciones, ejecuciones), ¿es así como realmente quieren hacer las cosas (suponiendo que sea verdad que fue un ataque ordenado o aprobado desde el gobierno ucraniano)? Utilizar la venganza, el ojo por ojo; ya conocemos el dicho, en el amor y la guerra vale todo. Sin embargo, en el aforismo anterior, no se incluye a la política. Y desgraciadamente, en la política actual española ha desaparecido toda cautela y moderación; ya se va a cara descubierta a conseguir los objetivos sin pudor ninguno. Y no me estoy refiriendo a los enjuagues con el poder judicial, en el que tanto PP como PSOE llevan pasteleando desde hace años. Célebre es la frase de Alfonso Guerra en los años 80 “Montesquieu ha muerto”, en referencia al célebre filósofo francés, precursor de los tres poderes del estado y su necesaria separación; para evitar la tiranía, en el caso de unir en la misma persona el ejecutivo y el judicial. Decía el autor de El espíritu de las leyes que “los jueces debían ser la voz muda que pronuncia las palabras de la ley”. Nada más lejos que la situación actual de nuestro poder judicial, aunque es cierto que no es algo nuevo, ambos partidos son culpables, y cuando han tenido oportunidad, no solo no han revertido la situación, sino que la han empeorado. Tampoco aludo a la última de las sinvergonzonerías de Tezanos, el presidente de la empresa pública española encargada de hacer estudios sociológicos (encuestas) a cargo del erario público, un histórico militante socialista que dice en su último barómetro que PSOE y Podemos obtendrían mayoría absoluta. Cuando ninguna encuesta desde hace tiempo arroja un resultado mínimamente parecido y la tendencia es justamente la contraria. Nadie se cree sus estimaciones, de hecho, ha fallado de largo en todos los vaticinios de las últimas elecciones realizadas. El descrédito de esta institución está bajo mínimos y sería milagroso que alguna vez consiguiera recuperarlo. No obstante, es algo que en mayor o menor medida han hecho los sucesivos gobiernos en su propio interés, aunque nunca con este descaro y falta de rigor.

A lo que me refiero es a los pactos ocultos, a las gratificaciones indisimulables a estas alturas que el gobierno actual está concediendo a sus socios nacionalistas vascos y catalanes. Por el lado catalán, además de los indultos otorgados a los líderes del intento de obtener la independencia de forma unilateral, la cual pudo provocar una desgracia, esta semana el actual presidente de esta comunidad no tenía empacho en confesar en televisión que había pactado con el gobierno de Pedro Sánchez que este no recurriera en el tribunal constitucional el decreto para eludir la ley que obligaba a impartir al menos del 25% de las clases en español. Continuando así con la injusticia, a todas luces inconstitucional, por la que resulta imposible estudiar en español en la escuela pública en una parte de España, suceso inédito en todo el mundo conocido. En el caso vasco, la semana pasada conocimos que el sanguinario líder terrorista etarra Txeroki había estado de visita durante cinco días en dos cárceles de Vitoria y San Sebastián en su camino de vuelta a la cárcel francesa donde cumple condena. Es decir, para un viaje a Francia en furgón policial de 7 horas, o de una hora y media en avión, resulta que hay que hacer una tournée de cinco días por las cárceles donde el gobierno ha trasladado a la mayoría de presos etarras, para que pueda alternar tranquilamente con sus compañeros. Después de haber concedido al gobierno vasco la gestión de las mismas, siendo la única autonomía española que tiene dichas competencias transferidas. ¿Se puede caer más bajo? Dispensar un trato privilegiado a miembros de una banda asesina que han matado a sangre fría a hombres, niños y mujeres, algunas incluso embarazadas, no se han arrepentido de sus crímenes, que no han colaborado con la justicia para esclarecer los cientos de crímenes sin resolver, y que continúan con su desafío político al resto de los españoles reclamando la independencia. Alguien me podría decir – caballero, no hace más que criticar al gobierno del PSOE. Puede ser, pero es que hay que criticar lo que se hace mal de quien gobierna o de quien gobernó, sea PP o sea PSOE. Y alabar las buenas acciones, sería absurdo lo contrario. Ningún bien se le hace a nadie escondiendo las vergüenzas; en cualquier ámbito. Miren por ejemplo al Barça, eliminado por segundo año consecutivo en la fase de grupos de la Champions, y todavía siguen diciendo que es mala suerte, que no se lo merecen, que han sido mejores, o que han tenido el partido controlado. Hay que ser realista y afrontar las situaciones como son y lo de este gobierno ha superado todos los límites. Y todavía le queda más de un año de legislatura para continuar profundizando en los errores. Necesitaremos mucha suerte y trabajo para salir del pozo que nosotros mismos hemos cavado.