Misa huertana para el día grande de Cieza

Quienes viven el día grande del patrón de Cieza, 24 de agosto, creen sinceramente que ese estallido de alegría y fervor es la piedra angular sobre la que se asienta la Feria y Fiestas en honor a San Bartolomé. Asistir a la misa huertana, organizada por la hermandad que preside Laura Villa, es la mejor forma de empaparse de lo que seguramente es el momento de mayor raigambre de las celebraciones. Se trata de un acto que trasciende los límites de lo estrictamente religioso.

Cieza vivió este jueves con intensidad, desde primera hora de la mañana, la jornada. Y es que se pudo acompañar a la Banda Municipal de Cieza durante la diana musical, nada más despuntar el día; dejarse envolver por el olor a churros recién hechos, pasear por el casco antiguo o acudir a la concentración de peñas huertanas en la plaza de España. Miembros de la hermandad, Coros y Danzas de Cieza y Grupo de Baile Regional del Centro Social de Personas Mayores del IMAS desfilaron vestidos de huertanos cantando y bailando por las calles que conducen a la basílica.

En el interior del templo, abarrotado de fieles y autoridades festeras y políticas, aguardaba el alcalde Pascual Lucas, los concejales María Ramos, Manuela Fernández, Fernando García de Ángela, Francis Piñera y María Dolores Hortelano, la presidenta de la Hermandad de San Bartolomé, Laura Villa, el pregonero de la feria, Paco Marín, y el vicepresidente de la Junta de Hermandades Pasionarias de Cieza, Francisco Penalva. La ceremonia fue oficiada por José Antonio García, quien hizo de la primera parte de la homilía una loa a San Bartolomé.

García le pidió a San Bartolomé que cuidara «de los ciezanos, sobre todo, de los que se encuentran lejos de su tierra natal». Tuvo, además, un emotivo recuerdo a todos vecinos que «ya no se encuentran con nosotros desde el último 24 de agosto y disfrutan de la vida eterna junto al Padre». Terminó el sacerdote su homilía deseando a los ciezanos unas felices fiestas y anhelando que «estos sean días propicios para vivir con alegría nuestra condición de hijos de Dios», animando a los presentes a no desviar su camino de fe en esta semana festiva.

Si uno describiera la función religiosa en honor a San Bartolomé, la imagen no diferiría mucho de la de cualquier otro pueblo murciano: coplas tradicionales, ofrenda de flores y frutos, bailes folclóricos y mucha devoción. Bandurrias, guitarras y castañuelas protagonizaron una cita muy señalada para los ciezanos, en la que convive lo folclórico con lo espiritual gracias al Grupo de Coros y Danzas. En esta ocasión Bartolomé Herrera ‘Rapao’ y Francisco Moreno ‘Paco Chicha’, miembros de San Bartolomé, recibieron el título de hermanos honorarios.

Al término de la eucaristía, la venerada imagen fue protagonista de una procesión por las calles del casco antiguo, acompañada por cientos de personas, que no perdieron oportunidad de ver de cerca, un día más, al patrón. Con este segundo encuentro con el patrón, Cieza se acerca a sus raíces, ya que el mes de agosto siempre ha sido el tradicional en el que se ha sacado a San Bartolomé, así como a su esencia más huertana, debido a que su actividad económica por excelencia ha estado relacionada con la agricultura, y muchos agricultores sienten devoción por él.

Mientras tanto, el Balcón del Muro se fue llenando de vecinos dispuestos a disfrutar de la que prometía ser una larga jornada de fiesta en la calle. En este mirador natural se ubica la tasca de la Hermandad de San Bartolomé, centro neurálgico de sus dos noches de verbenas populares. Allí, se pudo disfrutar de un refresco mientras los hermanos preparaban una gran paella en un ambiente muy familiar. Por la noche, hubo una verbena popular en la que actuó el grupo local Retropop.