Mesa literaria con autores de Cieza para concluir la Feria del Libro

   Imagen de cieza.es

Cieza es tierra de escritores. De Aurelio Guirao a María Pilar López pasando por Fernando Martín Iniesta, la literatura en Cieza cuenta con una tradición larga y muy importante. Hace falta recuperar cierto orgullo por el pasado y profundizar en su conocimiento y divulgación

Crónicas de Siyâsa/cieza.es

Creatividad, reivindicación y pasión por la escritura se aliaron este viernes en la última actividad de la II Feria Regional del Libro Infantil y Juvenil para llenar de contenido la mesa redonda ‘Literatura y autores ciezanos’, que estuvo moderada por Conrado Navalón e integrada por Rosa Campos, Ángel Almela, María Parra y Antonio Ortega.

«Es una oportunidad para repasar la efervescencia literaria de Cieza», destacó Navalón, quien aprovechó la presentación para ensalzar el ímpetu creador y la capacidad literaria de los escritores locales, entre los que citó a Fernando Martín Iniesta (1933-2005), María Pilar López (1919-2006), y Aurelio Guirao (1940-1996). Cualquiera de los tres sería, sin duda, merecedor de un estudio pormenorizado por sí solo, pero el conjunto de todos ellos ofrece una de las mayores riquezas patrimoniales de las que puede presumir este municipio.

Durante la mesa redonda, en la que intervinieron cuatro autores ciezanos muy conocidos en sus respectivos campos literarios, el moderador también quiso reconocer el papel de asociaciones, colectivos y entidades como la biblioteca municipal en el fomento y la motivación a la lectura. Y es que el panorama cultural de la localidad no sería lo que hoy es sin el trabajo casi heroico de los que abrieron camino durante los años setenta y los primeros ochenta.

«Todo el mundo puede escribir. Lo más difícil es publicar y llegar al lector. En estos tiempos tan difíciles quiero, sobre todo a los jóvenes, animaros a escribir». Fue la forma en la que Antonio Ortega se dirigió a los presentes en la Biblioteca Municipal Padre Salmerón. «Ninguno de los que estamos aquí se ha planteado escribir para vivir de esto», añadió. De la lectura en la localidad valoró el importante trabajo realizado en los últimos años en la biblioteca e institutos para fomentar el amor por la literatura.

Por su parte, Rosa Campos expresó su admiración por el colosal ramillete de escritores locales que, en su opinión, «dan identidad a Cieza». También habló de su pulso creador: «Escribir con un peso específico requiere de tiempo. Cuando una mujer lo hace tiene un mérito porque debe rascar en el tiempo que le falta». Y llamó la atención sobre la escasa ayuda municipal. En su opinión, «haría falta la compra de libros para las bibliotecas escolares y la puesta en marcha de una editora municipal».

El aspecto que escogió María Parra fue el de su proyecto educativo relacionado con el fomento de la lectura. «Mi faceta literaria siempre ha estado ligada a la enseñanza. Cuando escribo siempre tengo en cuenta a mi alumnado. Mi objetivo es llegar al alumno y provocarle el gusto por la lectura». Igualmente destacó el esfuerzo y la ilusión como motores para impartir clases de literatura y reconoció que «cuesta bastante innovar en el aula y romper la dinámica de trabajo de un profesor».

Por último, Ángel Almela aprovechó su intervención para incidir una vez más en el valor de la juventud creadora y en su empuje para escribir. Para ello, defendió la necesidad de incentivar convocatorias y certámenes literarios. Almela destacó una generación de escritores locales que «ha intentado una literatura muy digna, pero que no ha conseguido un cierto reconocimiento. El siglo XX es básico para estudiar la literatura local». Hay muchísimo que divulgar.

Todos los invitados a la mesa redonda coincidieron en la necesidad de mejorar la implicación municipal en la literatura. Todos se mostraron conscientes de que los lectores de verdad se hacen en la adolescencia. Hubo más. Una editorial ha revitalizado el panorama local de la publicación: Alfaqueque Ediciones. También se encuentran dos asociaciones, el Grupo de Literatura La Sierpe y el Laúd y la Asociación Pueblo y Arte que publican libros y ganan reconocimiento, pero sobreviven a duras penas.

 

 

 

Escribir un comentario