Los usuarios de la residencia Mariano Marín-Blázquez vuelven a realizar excursiones tras dos años de pandemia

El contacto con la naturaleza les llena de vitalidad y les ayuda psicológicamente

Javier Gómez

Después de dos años de restricciones debido a la pandemia del coronavirus, los usuarios de la residencia de ancianos Mariano Marín-Blázquez están recobrando la vitalidad. Algo tan sencillo y positivo psicológicamente para ellos como es una excursión al aire libre amenizada por un posterior almuerzo, está siendo, nuevamente, una realidad desde el pasado 8 de marzo.

Aprovechando que la época de la floración ciezana, los usuarios están saliendo a los campos y parajes de la localidad para disfrutar del paisaje maravilloso que les rodea. “Para ellos está siendo un ‘chute’ de energía. Les resulta muy gratificante el contacto con la naturaleza, respirar el aire de los campos y cruzarse con otros excursionistas”, destacan fuentes de la residencia.

Y es que a muchos de ellos les conecta con la vida que han llevado de trabajo en los campos, y enseñan a sus acompañantes como se realiza el aclareo, la poda y les cuentan anécdotas al resto de sus cuentan compañeros.

Tal es el gozo que sienten, al disfrutar nuevamente de la naturaleza que les había “robado” el covid-19, que cuando finaliza una excursión están a la espera de la siguiente. “En sus caras se refleja tranquilidad, relajación y satisfacción. Y eso merece la pena” afirman las citadas fuentes.

La segunda parte de la excursión es la comida al aire libre en el restaurante donde ellos pueden elegir la comida. En los postres y el café siempre hay tertulia e incluso recitan poesías o cantan.

De esta forma, tras recuperar esos momentos únicos que les llenan de vitalidad, a los usuarios de la residencia se les hace mucho más amena su estancia.

 

 

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