Los sindicatos agrícolas se unen para movilizarse por unos precios justos

La presión llega a las envasadoras de brócoli: “Nos pagan a 11 céntimos el kilo”

Miriam Salinas Guirao

El sector agrícola tiene previsto volver a movilizarse debido a las pérdidas económicas derivadas de los precios de venta de la fruta. El secretario de Agricultura de Upa-Murcia y representante de fruta de hueso de esta organización agraria a nivel nacional, Antonio Moreno, ha recalcado la importancia de “la unidad de todo el sector” para hacer frente a la situación.

La delimitación de la rambla del Judío y del Moro como nuevas áreas vulnerables a la contaminación por nitratos de origen agrario se suma, según Moreno, a las “cargas del agricultor”. La delimitación obedece a la posibilidad de afectar a masas de agua debido a la escorrentía o  a la filtración. “El coste a asumir puede ascender a los 2.000 euros, entre analíticas de suelos y demás controles y medidas. Creemos que esta medida obedece más a la presión mediática que al rigor científico, y al final a quien más perjudica es al pequeño agricultor o a explotaciones familiares, que son los que realmente vertebran el terreno”.

No es la única situación a la que deben hacer frente los agricultores, Moreno hace referencia a la situación de la fruta de hueso y a las “necesarias negociaciones con las administraciones, tanto regional como nacional”: “Es necesario tomar medidas que equilibren la balanza para hacer frente a los precios impuestos por los mercados y que obligan a vender por debajo del precio de coste.” Entre las medidas incluidas en el plan de arranque para iniciar las conversaciones con las administraciones, UPA propone un censo varietal a nivel nacional para conocer qué se produce y en qué momento.

La presión del sector también afecta a las envasadoras del brócoli en la localidad de Cieza y en otras zonas de la Región de Murcia. “Nos pagan a 11 céntimos el kilo y te descuentan el autobús y el IRPF. La gente está reventada, sin poder levantar los brazos, para cobrar 30 euros al día”, declara, en exclusiva, una envasadora ciezana. Ante estas declaraciones, Moreno aseguraba que las pérdidas no pueden solventarse “en detrimento de los derechos de los trabajadores. La actividad se mantiene si se puede, si no se puede, se echa el cierre. Al final la agricultura se resiente y el consumidor final está pagando un alto precio”. Con respecto a este asunto, el precio de venta en supermercado del brócoli ronda los 3 euros el kilo.  “Los precios los negocian para las cadenas y, por ejemplo, en el caso de los melocotones que salían a 80 céntimos el kilo de la cooperativa, se vendía a 2,70 en el supermercado. El agricultor se quedaba con escasos 20 céntimos, lo que pone difícil hacer frente a todos los costes de producción”, explica Moreno.

Ante este escenario, las grandes plataformas sindicales de la Región apuestan por la acción conjunta frente al mercado internacional y volverán a realizar manifestaciones y movilizaciones a final de mes.

 

 

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