Los artículos de Opinión de Antonio Balsalobre

Regalos del azar

Viernes 20 de diciembre

Como Beaudelaire, Ángel Almela empieza a tener más recuerdos que si tuviera mil años. No es el único. Pero, como él es poeta, su mirada sobre el tiempo pasado, la forma con que lo rescata, o la luz con que lo envuelve se elevan significativamente sobre la nuestra, reducida, como mucho, a la prosa de la cotidianidad.

Con el hermoso título Los días en la tierra (MurciaLibro), el poeta ciezano celebra nuestro paso por el mundo, por ese en que nos ha tocado vivir. En el que no pueden faltar canciones de los Beatles o Pink Floyd, versos de León Felipe, noches con bares y noches sin bares, o “playas hermosas y barcos antiguos”. Comparto con Ángel no sólo un tiempo y una ciudad, sino también una inconmensurable admiración por la poeta ciezana, María Pilar López, de ahí que me resulte tan fácil y grato adentrarme en las profundidades estéticas y emotivas de su poesía.

Lector y escritor de versos con toda una vida poética a la espalda, alma mater de la Revista Literaria La Sierpe y el Laúd, también aquí en este libro, sutilmente autobiográfico, como diría el profesor Díez de Revenga, Almela logra, sin artificios y alambiques extraños, representar un mundo poético emotivo que convence al lector “por su diáfana claridad”.

Aunque nos cruzamos a menudo, tuvimos la oportunidad de volver a saludarnos la semana pasada con motivo de la inauguración de la magnífica exposición-homenaje al colosal artista ciezano José Lucas, en la Galería Efe Serrano, también de ecos beaudelairianos: “Recuerdos de lo vivo lejano”

Admirando los cuadros de Lucas y leyendo los versos de Almela, celebremos, pues, los días en la tierra. Y hagámoslo como nos dice el poeta, “como si cada hora fuera un regalo del azar”.

Derecho penal del enemigo

Lunes 23 de diciembre

Me entero por Baltasar Garzón de que existe en el mundo jurídico lo que se conoce como “derecho penal del enemigo”. No conocía el tecnicismo, pero sí los hechos que describe. Pues se refiere, llana y simplemente, a la instrumentalización del derecho con fines políticos. Y por desgracia, es algo que abunda entre cierta magistratura.

“Cuando ciertas decisiones van siempre en un sentido determinado”, dice el exjuez; “cuando van cambiando los elementos de investigación y lo único que permanece es la persona; cuando te centras en la persona y no en los hechos, corres el riesgo de caer en ese llamado derecho penal del enemigo”.

¿Y si fuera eso el caso Peinado en la causa abierta a Begoña Gómez?

Un caso, por cierto, que truena con furor, aunque sea con pólvora mojada, en tanto que de otros, de una obscenidad política lacerante, apenas si se habla. El caso Neurona, por ejemplo. Un escándalo político, mediático y judicial torticeramente fabricado. Dirigentes de Podemos estuvieron imputados más de tres años (durante la mayor parte de su paso por el Gobierno), acusados de un delito de apropiación indebida de fondos electorales, en una instrucción que ha acabado tiempo después archivada. El “famoso» caso de la niñera de Pablo Iglesias es otro de los que ha quedado igualmente en nada. Por no hablar de ese otro vomitivo de la “policía patriótica”. Hilillos a la mar, que diría Rajoy.

Así las cosas, no es de extrañar que coincidamos con Baltasar Garzón, injustamente apartado de su condición de juez, como ha reconocido el Comité de Derechos Humanos de la ONU, en sus “dudas” sobre el sistema judicial español. También parece valer para algunos magistrados aquello de que “al enemigo, ni agua”.

Lo que va de milenio

Martes 24 de diciembre

Ha llegado el momento de hacer un balance del año. Lo hacen los periódicos, la radio, la televisión… Y me imagino que también cada uno en su casa. Algunos van incluso más allá y se adelantan abarcando el cuarto de siglo que pronto llevaremos de este milenio. Picoteo aquí y allá y vengo a recordar el atentado de las Torres Gemelas en 2001, que aterrorizó a Estados Unidos (con las consecuencias mundiales ya conocidas); la llegada de la nueva moneda en 2002, con la equivalencia popular de 1 euro: 100 pesetas; la guerra de Irak y la vergonzosa foto de Aznar en Las Azores; la proliferación del móvil y más tarde de las redes hasta convertirnos en humanos pegados a un smarthphone, cuando no en propagadores o receptores de bulos masivos; la crisis financiera del capitalismo salvaje en 2008, letal para las clases trabajadoras; el despertar del Sur Global, con China a la cabeza, que ya veremos adónde nos lleva; la eclosión de la revolución feminista en su imparable lucha por la igualdad entre hombres y mujeres; la conquista de ciertos derechos individuales y sociales irrenunciables; el despertar de la conciencia climática en un mundo herido; el horror de la invasión de Ucrania y ese otro horror del genocidio palestino perpetrado por un dirigente Netanyahu y un país, Israel, desquiciados; la irrupción de la Inteligencia Artificial…

¿Y por aquí por la Región, qué tal? Pues todo lo que va de milenio con gobiernos de derechas y según un dirigente del PP, al que me permito parafrasear, muy bien, “avanzando de la mano” de su líder supremo, López Miras, quien nos guía, como nos guiaron antes Valcárcel, Alberto Garre y Pedro Antonio Sánchez, hacia un futuro brillante. Amén.