Los articulillos de Opinión de Antonio Balsalobre

¿Una causa sin causa?

Sábado, 7 de junio

El juez Hurtado se partió el pecho en su día para exculpar a imputados del partido de Aznar y Mariano Rajoy. Hasta el extremo de afirmar que la Gürtel actuaba “a espaldas del PP”. ¿Basándose en qué? Pues como después quedó demostrado en sus propias convicciones políticas. No siempre los jueces, o ciertos jueces, se pueden dejar la ideología colgada en el perchero de casa. Con ese mismo empecinamiento político está actuando ahora para condenar, en un proceso extravagante, al fiscal general por revelación de secretos (publicados previamente en la prensa, dicho sea de paso). ¿”Una causa criminal sin causa identificable”?, como sostiene el magistrado emérito del Tribunal Supremo, Andrés Ibáñez. “¿Un auto prevaricador?”, se pregunta otro magistrado. Viendo como se prescinde de testimonios de periodistas y se limita el derecho de los imputados a aportar pruebas de descargo, podría ser. El caso es que, ante embestidas jurídicas como esta, cuyo propósito no sería otro que tapar la corrupción del novio de Ayuso, más parece fortalecerse la mayoría de la investidura.

Donde cobijarse

Martes, 10 de junio

Fresca y relajante. Se agradece. Me refiero a la película Una quinta portuguesa, de Avelina Prat. Viene bien todo lo que ayude a sobrellevar este calenturiento y vodevilesco preverano político-mediático de Leires, Aldamas, manifestaciones apocalípticas y rasgaduras de camisas. La idea es banal, tópica. Lo de siempre. Alguien es dejado por alguien, y ese alguien se echa a los caminos en busca de un nuevo lugar en el mundo. La concepción de la historia, el enfoque, el tono, en cambio, son rabiosamente originales. Gratifica, pues, abandonar durante un par de horas este mundanal ruido y refugiarse en una sala oscura y climatizada para ver en calma esta película misteriosa e intrigante, lírica y cotidiana a la vez. Acompañar a un soberbio Manolo Solo y a esos otros personajes, apenas esbozados a través de alguna pincelada certera, por esa Arcadia perdida, verde y revitalizadora, encontrada a la vuelta de la esquina. El cine, la ficción, esos sí, se convierten aquí en realidades paralelas, alternativas, donde cobijarse y atemperarse. Gracias, Avelina.

Buena vista

Miércoles, 11 de junio

El ojo humano puede distinguir, dicen, diez millones de colores. ¡Diez millones de colores! Tal vez por eso Picasso no pintaba las cosas como las veía, sino como las pensaba. Demasiados colores pueden deslumbrar. Al sufrimiento le debe de pasar lo mismo. Cómo procesar, por ejemplo, desde nuestra cómoda zona de confort, tanto dolor ajeno en Gaza. Tanta hambre desesperada. Tantos inocentes masacrados bajo las bombas. Tantas matanzas. El horror de este genocidio está terminando por ser inabarcable. No necesitó el genio malagueño diez millones de colores para pintar el Guernica, ni Goya tanta variedad cromática para esbozar sus aguafuertes sobre los desastres de la guerra. A ambos les bastaron el blanco y el negro. ¿Cómo pintarían Picasso o Goya las imágenes palestinas que nos llegan a diario de llantos, de muerte, de roja sangre derramada y blancas mortajas diminutas? Ver, pensar… Quienes, desde luego, parecen tener buena vista y malos pensamientos son algunos soldados israelíes. Lo denuncia el anestesista español en Gaza, Raúl Incertis: “Atacan a civiles adrede, opero a niños con disparos en la cabeza”.