Leyes de usar y tirar
En el caso de la corrupción que en estos momentos rebosa de hez al PSOE (con bolsas de billetes entrando en Ferraz según se ha escuchado decir a los implicados), al gobierno (con varios ministros implicados en escándalos de toda índole, como hemos escuchado decir a los implicados) y al number one de esta trama (con mujer, hermano, y veremos si hay algún familiar más favorecido por sus dádivas, con dinero ajeno, eso sí), es sorprendente, o quizá no, la actitud de muchas personas. Sánchez, como buen mentiroso y caradura, va a negarlo todo hasta el final, es una técnica muy simple pero efectiva. Además, sabe de la falta de memoria de los españoles y lo poco que les interesa a sus votantes la corrupción propia. Sin embargo, sorprende que personas con estudios, con inteligencia demostrada en otros ámbitos, con bagaje vital de años de experiencias, todavía sigan defendiendo al personaje, repitiendo que son bulos de la ultraderecha, que todo es mentira, u otros argumentos que buscan ávidos diariamente en las sucursales de la desinformación que alimenta el propio gobierno. ¿Hasta que punto tienen el cerebro lavado esta gente para preferir cualquier cosa, antes de que gobierne la malvada, deleznable y repulsiva derecha? Si hay que indultar y luego amnistiar a quienes han estafado al pueblo catalán con el bulo de la independencia y malversado millones de dinero público, pues se hace y además se justifica. Si hay que pactar con terroristas asesinos con las manos manchadas de sangre, sin problema, y además es bueno para nosotros. Pero es que además es un gobierno inútil, que no hace casi nada bien, y está llevando el país a la ruina. Empezando por la desastrosa gestión de la pandemia, todos los problemas que han generado con sus leyes ideológicas (vivienda, solo si es sí, etc.), y la corrupción lacerante con la que ha imbuido todas sus actuaciones.
Todo esto ya se veía venir, por otro lado. A más de uno extrañó, por ejemplo, que para recoger envíos de mascarillas fuera Air Europa (de la rescatada Globalia) en vez de Iberia. O los sobrecostes monstruosos en la compra de mascarillas cuando se informaba al mismo tiempo del coste, también elevado, mas asumible, que comunidades autónomas con menos recursos estaban realizando. O del rescate efectuado en tiempo récord a la citada Globalia (qué casualidad) por un importe de 600 millones de euros nada menos, según informa la web Newtral, poco sospechosa de querer verter bulos sobre este gobierno. Esa misma web, indica que <<en respuesta a varias preguntas parlamentarias sobre la justificación de la concesión y del importe de las ayudas, el Gobierno ha indicado que “toda la información y documentación relativa al Fondo tiene carácter reservado”>>. Todo muy claro y transparente. Ahora hemos sabido de las reuniones de los implicados, comisionistas, amigos, conversaciones telefónicas entre ellos que equivalen a confesión, etc. Con el añadido dela férrea oposición del gobierno, con la fiscalía, la abogacía del estado, el tribunal constitucional, policías corruptos, y todo lo que han podido usar a su favor para esconder sus delitos. Recordemos la defenestración del coronel la guardia civil Pérez de los Cobos por no querer informar, contraviniendo la ley, de las investigaciones judiciales que se estaban produciendo. Por cierto, que este hombre se retira sin el grado de general, que le tocaba por méritos, al estar el despreciable ministro Grande Marlasca impidiendo su merecido ascenso. En manos de este tipo de personas nos encontramos. Lo peor de todo, es la ligereza con la que actúan, la poca sensibilidad ante los problemas y padecimientos de la ciudadanía. Por ejemplo, hace unos días se aprobaba, con una triquiñuela para que la oposición no alertara de sus intenciones, una moción para conseguir rebajar las penas de algunos de los etarras más sanguinarios; supongo que exigencia de sus socios del brazo político de la banda terrorista. Pues bien, lo que más me horrorizó de aquello eran las carcajadas de sus señorías, algunas de ellas a mandíbula batiente, con el presidente dando ejemplo, tras los chascarrillos, gracietas y cortes que se daban unos a otros en las intervenciones desde la tribuna de oradores, o su propio escaño. Es indignante. Que afrenta para tanto sufrimiento. Busquen las imágenes, se descojonan en nuestra cara.
Por último, a cuenta de leyes, la ley animalista. Podrá gustar más o menos, tendrá más o menos defectos, pero es una ley publicada, por lo tanto, existe la obligación de cumplirla. Antiguamente, los animales no tenían ninguna protección legal, eran consideradas como cosas; desde mucho antes de esta última ley se les considera como seres sintientes, dado que sufren, sienten hambre, miedo, dolor. Sin embargo, esta norma fue promulgada sin el consenso ni participación de todos los actores intervinientes, es decir, fue una imposición de Podemos. Ahora se ven las consecuencias. El abandono de animales es el más elevado desde que se tienen registros. Y las colonias felinas se han convertido en un problema, tanto para los cuidadores voluntarios, como para los pobres animales, como para los ayuntamientos, quienes deben cumplir un reglamento para los que la mayoría no tiene recursos adecuados. La semana pasada hubo una tormenta con vientos muy fuertes y lluvia intensa. Por la noche me temí lo peor, y en vez de sueños, encontré pesadillas. Cuando bajé al paseo ribereño al día siguiente mis temores se confirmaron. Gatitos muertos; tirados en medio del albero en un camino. ¿Qué habrá sido de algunas de esas camadas de gatos que días antes jugaban unos con otros bajo los rayos del último sol del verano? No nos damos cuenta del sufrimiento que puede causar sacar leyes alegremente sin pensar en las consecuencias que pueden traer, a pesar de las buenas intenciones con que se idean. No solo los animales, también las personas a las que les duele el padecimiento de estos felinos. La ley exige que los gatos callejeros o comunitarios sean esterilizados, para evitar el crecimiento descontrolado y devueltos a su origen, y no se está cumpliendo. Se puede escoger entre tener colonias o no tenerlas; en el caso de albergar alguna en nuestro municipio, se debe velar por su mantenimiento, y no se está haciendo. A estos gatos se les debe implantar un chip. Deben tener refugios, agua y alimento en buen estado. Juzguen ustedes si han paseado por allí si se cumple. Y gracias, seguro, a los voluntarios que se encargan de su cuidado. Además de que habría que pensar en si es el lugar más adecuado para una colonia de gatos, puesto que corre peligro la fauna autóctona que pudiera quedar en el entorno del río: aves y sus huevos, pequeños roedores, etc. La del paseo ribereño no es la única colonia del municipio, y algunas personas, al ver que son alimentados aprovecha para abandonar ahí a sus mascotas, no sabiendo que los condenan a una muerte casi segura de inanición, atropellos o por competencia con otros gatos criados de forma salvaje. Arrojado queda el guante. “Cuando mis ojos, hacia este gato amado/Atraídos como por un imán/Se vuelven dócilmente/Y me contemplo a mí mismo”.