La temporada ha acabado para el CD Cieza

La Federación Española de Fútbol ha dado por concluidas las competiciones no profesionales y solo se disputarán los play off de ascenso

Javier Gómez

El CD Cieza ya no volverá a pisar el verde hasta la próxima temporada. La competición regular ha concluido en la Territorial Preferente. Era al lógico y previsible pero no por ello ha dejado de ser decepcionante en las huestes esparteras. El coronavirus ha frenado en seco la buena dinámica iniciada por los ciezanos jornadas antes del parón de la competición y que hacía presagiar que la remontada era posible y, por tanto, podían meterse en los puestos que daban acceso al play off de ascenso. Pero no pudo ser. El Covid-19 lo ha impedido.

Este viernes, la Comisión Delegada de la Federación Española de Fútbol (RFEF) ratificaba la propuesta para resolver las competiciones no profesionales. Según dicha propuesta de la Comisión de presidentes de territoriales y la junta directiva, las fases regulares de las competiciones federativas concluirán sin descensos y disputarán la fase final o play off, en el caso de haberla, en formato exprés y sin afluencia de público, con un intervalo mínimo de 72 horas entre los partidos, salvo en categorías juveniles donde se da por terminada la temporada y se practican los ascensos.

Por tanto, el CD Cieza, que se encuentra en la undécima posición, con 32 puntos, no podrá disputar los play off de ascenso y tampoco descender. Su temporada ha finalizado. Una temporada de vaivenes, en la que partía como favorito pero en la que ha sabido sufrir como nadie después de la debacle inicial que le llevó incluso a ocupar durante varias jornadas los puestos de descenso.

La escuadra de la Vega Alta realizó una pretemporada fabulosa, digna de elogio y ganando con extrema solvencia sus duelos, en los que goleaba a los rivales. Sin embargo, todo se torció en el primer partido de liga. A raíz de ahí la falta de confianza, los errores defensivos y los fallos arbitrales llevaron a los esparteros a un callejón sin salida. Su juego, vistoso y dominante, casi siempre no se veía refrendado por los resultados. Era injusto, pero así es este deporte en el que no siempre gana el mejor. Alternó rachas negativas con positivas, hasta que encontró la parecía buena e idónea poco antes de la suspensión por el coronavirus. Entre tanto, hubo cambios de jugadores, de entrenador y de directiva. Estaban todos los ingredientes que podían abocar a la temida receta del descenso. Pero no fue así.

Parecía que los esparteros habían logrado la unidad en pos del prestigio que merece este histórico club. De hecho, poco antes del parón y durante el mismo se había logrado una comunión perfecta dentro de la plantilla y con la afición. Eran numerosos los mensajes y las palabras de aliento cruzados en las redes sociales. Lamentablemente, todo queda postergado a la próxima temporada.

Pero no es un adiós, es un hasta luego. Esa conexión que se había logrado entre la propia plantilla y la afición parece asegurada. La Arboleja volverá a vibrar con los esparteros, cuyo vocabulario se desconoce el término rendición.

El CD Cieza y su afición se amoldan perfectamente a uno de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós, el que el genio literario dedica a la resistencia de Zaragoza contra las tropas napoleónicas, y, versionándolo, podría decirse, sin temor a la equivocación, que:

“Cieza no se rinde. La reducirán a polvo: de sus históricas casas no quedará ladrillo sobre ladrillo; caerán sus cien templos; su suelo se abrirá vomitando llamas; y lanzados al aire los cimientos, caerán las tejas al fondo de los pozos; pero entre los escombros y entre los muertos habrá siempre una lengua viva para decir que Cieza no se rinde”.

 

 

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