Todas las semanas nuestros lectores y lectoras pueden disfrutar de la sección La mirada de Tete Lucas, donde el célebre fotógrafo local lleva a cabo un análisis de las mejores fotografías que ha realizado de la localidad
Tete Lukas
Es semana quiero hablaros de un tema que me apasiona: la invención y evolución de la fotografía. Hoy en día la fotografía es parte de nuestro día a día, vemos y tomamos imágenes con total naturalidad, pero la fotografía no deja de ser un invento relativamente moderno y es que la primera fotografía fijada de forma permanente no se obtuvo hasta 1827.
Imaginad el gran impacto que supuso la llegada de la fotografía en un mundo en el que la única forma de crear imágenes y plasmar recuerdos era la pintura, un medio además que solo se podían permitir las clases altas.
Tras su invención, la gente no podía creer que aquello fuera posible e incluso fue tachada de brujería por la secta predominante, como siempre ha pasado con los avances científicos. Pero en cuestión de pocos años numerosos avances hicieron posible la democratización de la fotografía, llegando hasta nuestros días con los dispositivos móviles, y me pregunto: ¿cuál será el siguiente avance?
Para hablar de la invención de la fotografía es indispensable empezar hablando de un dispositivo tan simple como mágico: la cámara oscura.
La cámara oscura es un dispositivo óptico que ha sido utilizado a lo largo de la historia tanto para la observación como para la creación de imágenes. Su funcionamiento básico se basa en un principio óptico sencillo: una pequeña abertura en una caja o recinto cerrado permite que la luz de un objeto externo entre en el espacio y proyecte una imagen invertida en una superficie situada en el interior. Esta imagen es una representación a escala del objeto, aunque está invertida tanto vertical como horizontalmente.
El concepto de la cámara oscura se remonta a tiempos antiguos, con registros de su uso desde la antigua China y Grecia. Sin embargo, fue en el Renacimiento cuando científicos y artistas, como Leonardo da Vinci, comenzaron a estudiar más a fondo su funcionamiento y a aplicarla en sus trabajos. Con el paso del tiempo, el desarrollo de lentes y otros elementos ópticos permitió mejorar la calidad de las imágenes proyectadas.
Una de las aplicaciones más conocidas de la cámara oscura fue su uso en la pintura y el dibujo. Los artistas utilizaban el dispositivo para proyectar sobre superficies planas las imágenes de paisajes u otros objetos, lo que les permitía realizar representaciones más precisas. De esta manera, la cámara oscura se convirtió en una herramienta valiosa para los artistas de la época.
El modelo de cámara oscura empleada por los pintores del Renacimiento adquiría las dimensiones de una habitación, con el objetivo de que el pintor se introdujera en ella y pudiera dibujar en su interior aquello que se reflejaba desde fuera.
Pero había un deseo común entre los artistas y científicos de todas las épocas: poder captar esa imagen directamente y fijarla de forma permanente sobre una superficie. Parecía algo imposible, pero, sin embargo gracias a los avances en la ciencia y a una sucesión de descubrimientos en el campo de la química, en 1827 el físico Frances Joseph Nicéphore Niépce presentó la primera imagen fijada de forma permanente sobre una placa de plata titulada ‘Point de vue du Gras’ (Vista desde Le Gras). Niépce llamó a su procedimiento Heliografía (del griego ἥλιος, helios, “sol”, y γραφία, grafía, “escritura” o “dibujo”). Había nacido la fotografía.
En el siguiente capítulo os contaré la evolución de los descubrimientos químicos que culminaron en la invención de la fotografía y los sucesivos avances tecnológicos hasta la invención del negativo de celuloide, método que se usó durante todo el siglo XX hasta la llegada de la fotografía digital.
Para realizar la imagen que veis, he realizado una rudimentaria cámara oscura, con una caja de cartón totalmente sellada para que no entre nada de luz, a la que le he hecho un pequeño agujero, con una aguja, en uno de sus laterales por donde entrara la luz. Para captar la imagen proyectada en el interior, he introducido mi cámara dentro, disparándola por control remoto.
Aunque la imagen no es nítida, ya que el objetivo es un simple agujero carente de ninguna lente, es suficiente para mostrar la magia de la física y del comportamiento de la luz. En la imagen (invertida) se pueden apreciar la pinada que hay en la puerta de mi casa. Si os animáis podéis construir una cámara oscura lo suficientemente grande como para introduciros en ella y poder ver ese mágico fenómeno en directo.
Paz, amor y decrecimiento.