La ‘Fiesta del Escudo’ se celebra del 10 al 12 de mayo

Fotografía de Hantonio

Desfiles, pasacalles y mercado medieval para animar el fin de semana

Miriam Salinas Guirao

El fin de semana del 10 al 12 de mayo se celebra en Cieza ‘La Fiesta del Escudo. La invasión’, que cada año aglutina a miles de ciezanos y, cada vez más, a personas de otros lugares de la Región, y fuera de ella. El saqueo que sufrió Cieza, en abril de 1477, sirve de germen a la ‘fiesta’ organizada por la Hermandad de San Bartolomé.

Programación

La programación este año incluye los tradicionales pasacalles y degustaciones de productos. El viernes 10 de mayo: desfile del rey Abu-l-Hassan y favorita, comendador y esposa acompañados por las autoridades, animación y sus grupos a las 19:30 horas; entrega de poderes al comendador e inauguración de la fiesta, media hora más tarde; tras el acto se celebrará la inauguración del campamento cristiano y el trovo anunciando la embajada mora. El sábado 11 de mayo: pasacalles a las 12:00 horas de kábilas y mesnadas hasta la Plaza de España allí se instalará el espectáculo pirotécnico ‘tronaera’ a las 13:00 horas. A lo largo de la tarde se podrán degustar productos típicos en la Plaza de San Bartolomé y Balcón del Muro a las 18:30; para completar la jornada, a las 20:00 horas comienza el acto de ‘La Invasión’ que se inicia en el Puente de Hierro. El domingo 12 de mayo: desfile de la embajada cristiana a las 12:00 horas desde el Paseo hasta la Plaza San Bartolomé y a las 18:30 horas desfile final, comenzando en la Plaza San Bartolomé y terminando en el Camino de Murcia.

Además se instalará un mercado medieval durante todo el fin de semana en el Casco antiguo de la ciudad.

La historia tras la ‘fiesta’

La ‘fiesta’ bebe de un hecho real ocurrido en la localidad en 1477.

La Cieza de hace seis siglos era una villa con insuficiente defensa. Según las investigaciones históricas, en Cieza, en aquel momento, la única defensa era ‘El Cortijo’, que era la residencia del comendador, actual Casa de la Encomienda y la ermita de San Bartolomé. Cieza se ubicaba tras los puestos fronterizos, por lo que un ataque a esta villa, antes que a los puntos más cercanos, era algo más impredecible. Pero sucedió; el 6 de abril la villa de Cieza era saqueada y capturados todos los vecinos por las tropas del rey de Granada. La finalidad del saqueo, según la historiadora, Isabel García Díaz, “no solo era asestar un golpe al enemigo, -los cristianos-, sino también obtener un beneficio económico por el rescate de los prisioneros capturados”. Los supervivientes lograron rehacer la villa y, solo dos años más tarde de la tragedia, pedía el concejo de Cieza ayuda para la construcción de una fortaleza en la villa.

En cuanto al escudo, la investigadora sobre el asunto, García Díaz, asegura en su obra El saqueo de Cieza de 1477. Historia y Leyenda, que es “inventado, no sabemos por quién, posiblemente en el siglo XVII. Lo cierto es que no se ha documentado ninguna representación del escudo de Cieza ni en papel ni en piedra durante los siglos medievales. (…) Todavía a finales del siglo XVI, cuando se escriben las Relaciones de Cieza (en 1579), los vecinos afirman que la villa ‘no tiene escudo de armas ni blasón que sepamos o hayamos oído’, circunstancia que atribuyen a los saqueos que sufrió la villa, con la consiguiente desaparición de su archivo”. Aparentemente, la demanda social de un escudo podría relacionarse, según esta investigación, con el proceso de ‘hidalguización’ que se desarrolló durante el Antiguo Régimen. “En Cieza se pasa de tener un solo hidalgo documentado en 1591, a 89 en 1783, y aumenta aún más en los años siguientes. Esta proliferación de hidalgos que exhiben sus blasones debió despertar el deseo de contar con un escudo que representara a la villa en su conjunto, incluyendo a todos los vecinos”. Existen pruebas de la existencia del escudo de Cieza a finales del siglo XVII, y en el estudio histórico de los símbolos municipales realizado por Joaquín Salmerón y Remedios Sancho, la primera representación en piedra del escudo data de 1716. “El vínculo entre el escudo de Cieza y la historia del saqueo tuvo que forzarse un poco creando una leyenda que, sin modificar lo esencial de los hechos (ataque, muerte y cautiverio), permitiera modificar algunos detalles. (…) Lo cierto es que este escudo se ha consolidado en la población, hasta el punto de ser aceptado como propio por la mayoría de los ciezanos. De esta forma el escudo ha cumplido su función: unir a todos los vecinos bajo un símbolo común, y mantener vivo el recuerdo de aquella tragedia”, señala en su investigación García Díaz.

 

 

 

 

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