La cultura del esparto, Patrimonio Cultural Inmaterial, celebra su distinción en Cieza

El 19 de mayo se realizarán talleres, corros, concurso de pintura, exposiciones fotográficas, demostraciones, entre otras actividades, para festejar la declaración

Crónicas de Siyâsa/Museo del Esparto 

El Museo del Esparto celebrará esta declaración con los ciezanos el domingo 19 de mayo, de 11:00 a 14:00 horas, en la Esquina del Convento, con un intenso programa de actividades (talleres de esparto, corros esparteros, concurso de pintura, demostraciones de hilao y rastrillao, exposiciones de fotografías, enseres y maquinaria, música de cuadrillas…) patrocinadas por el Ayuntamiento de Cieza, pero «también con el firme compromiso de seguir trabajando en la recuperación de esta seña de identidad tan ciezana y de la memoria obrera de quienes la hicieron posible», explican desde el Museo del Esparto.

«El esparto está de enhorabuena. Y Cieza, la ciudad espartera por antonomasia, también», declaran. El pasado mes de abril, el Consejo de Ministros declaró  la cultura del esparto como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial.

Por fin, la stipa tenacissima, esa planta milenaria de la cultura española, tradicionalmente vinculada a la agricultura, a la artesanía y en Cieza a la industria (no en vano se convirtió entre los años 50-60 del siglo pasado el primer pueblo manufacturero de España) recibe el reconocimiento y la protección legal que se merece.

Y es que, tras años de olvido, la cultura del esparto vuelve a ser considerada en estos momentos como una de las manifestaciones inmateriales más importantes y representativas por su alto valor cultural y medioambiental. Una cultura que vuelve a florecer en los últimos tiempos gracias a la moda y la cultura artesanal.

«Estamos de enhorabuena porque esta declaración puede ayudar y mucho a la protección de este patrimonio amenazado, en consonancia con lo que ha hecho el Museo del Esparto de Cieza, pionero en esta tarea, que no ha sido otra cosa que intentar poner freno al exterminio de los últimos vestigios de esta cultura», aseguran.

En un contexto de globalización tecnológica y económica sin precedentes, gran parte de este patrimonio, aún vivo, presenta un rápido deterioro, por lo que su protección podría evitar la pérdida de conocimientos ancestrales pertenecientes a una cultura milenaria y a una forma de vida común a España y al Mediterráneo.

Desde el punto de vista medioambiental el reto no es menor. Urge impedir la fosilización de nuestros paisajes ante el abandono de su uso y sensibilizar a la población en general sobre los valiosos servicios que los espartizales rinden a la sociedad, en especial contra los efectos de la desertización y el calentamiento global.

Pretende el Gobierno con esta declaración y este plan de salvaguardia “impulsar los valores culturales e identitarios, económicos, sociales y ambientales de esta actividad”. Que así sea.

 

 

 

 

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