La ‘Burrica’ y el Santo Cristo de Cieza se estrenan internacionalmente arropados por miles de fieles

Fotografías de Fernando Galindo

Se inició la primera Semana Santa ciezana tras la reciente Declaración de Interés Turístico Internacional

Javier Gómez Bueno

Después de los días previos, con el traslado de ‘La Dolorosa’ incluido, Cieza se imbuyó de lleno en su ‘Semana de Pasión’. Había una grandísima expectación. Esta es la primera edición después de la reciente Declaración de Interés Turístico Internacional de la Semana Santa de Cieza, lo que la convierte en la quinta que obtiene el máximo distintivo junto a las de Murcia, Cartagena, Lorca y Jumilla. Un reconocimiento más que merecido en una localidad que vive con auténtico fervor el solemne desfile de los pasos procesionales y cuya antigüedad está fechada en el siglo XV.

Y las procesiones no defraudaron a las miles de personas que se congregaron en el recorrido. Desde el Viernes de Dolores el municipio era un hervidero de personas, impacientes de que llegase el inicio de la Semana Santa. Por todo ello, este Domingo de Ramos resultó muy especial y emotivo, lo cual se palpó en el ambiente de gala que impregnó la localidad; había “hambre” de Semana Santa.

Por la mañana fue el turno de los ‘Dormis’ y su ‘Burrica’. La representación de la Entrada de Jesús en Jerusalén estuvo acompañada por los representantes de las 18 cofradías de la Junta de Hermandades Pasionarias. El paso de la Oración del Huerto y del Santo Sepulcro hizo su aparición matinal por las calles ciezanas, que se inundaron de palmas a su paso.

A la procesión, que estuvo presidida por el célebre compositor calasparreño José Vélez, asistieron las autoridades, encabezadas por el capitán de la Guardia Civil; Pascual Lucas, alcalde de Cieza; Joaquín Gómez Rubio, presidente de la JHP; Javier Ramos Guardiola, pregonero de la Semana Santa 2023; y los presidentes de todas las cofradías, entre otros, realizando su clásico recorrido por las calles del casco antiguo: Esquina del Convento, Paseo, Buen Suceso y Mesones.

Por la tarde el Santo Cristo fue el protagonista indiscutible. El traslado desde su casa, la ermita que recibe su nombre, a la Iglesia de la Asunción, dejó estampas de auténtica pasión y devoción. Y es que al Santo Cristo se le guarda especial veneración: es el patrón oficioso de Cieza. Por ello, la imagen procesionó rodeada de una gran multitud. Especialmente emotivo fue su tránsito por el Camino de Madrid, abarrotado de fieles. Además, este paso posee la peculiaridad de que los devotos, a pesar de no pertenecer a la cofradía, pueden ser anderos durante parte del trayecto.

Finalmente, la Semana Santa de Cieza estrenó por todo lo alto su nueva condición turística internacional. A partir de ahora entra en su fase culmen y habrá procesiones todos los días de esta ‘Semana de Pasión’.