La ‘aldea gala’ de Cieza que resiste al coronavirus

La residencia de ancianos Mariano Marín-Blázquez no presenta ningún caso positivo de Covid-19, fruto de una gestión eficaz y un arduo trabajo

Javier Gómez Bueno

Las residencias de ancianos están siendo muy castigadas por la pandemia del coronavirus, no solamente en España sino en el resto del mundo. Muchas de ellas se han convertido en focos de contagio que padecen las personas más vulnerables de nuestra sociedad. A nivel regional tenemos el ejemplo de Caser o los focos detectados en Santomera y Abanilla, poblaciones pequeñas que han visto incrementados sus índices de casos positivos debido a sus residencias locales. En España, la Fiscalía está investigando a un total de 124 centros de mayores por mala praxis.

Sin embargo, la residencia de ancianos Mariano Marín-Blázquez de Cieza no ha registrado ni un solo caso positivo por Covid-19 en el mes y medio que llevamos en estado de alerta y con la población confinada. Al igual que en la célebre saga francesa de cómics Asterix y Obelix, del guionista René Goscinny y el dibujante Albert Uderzo, la residencia ciezana es la ‘aldea gala’ que resiste al invasor, que en esta pandemia no son las legiones imperiales de Roma sino el coronavirus. Y todo ello debido a una gestión eficaz de la crisis y a la profesional labor desarrollada tanto por los trabajadores como por la gerencia.

La residencia de ancianos ciezana está habitada por 159 ancianos y se han realizado hasta la fecha 27 test PCR. El resultado de todos ellos ha sido negativo. Este insólito y esperanzador panorama que se vive en el centro se debe a la inmediatez con la que se tomaron las primeras medidas y protocolos de actuación, a primeros de marzo. Se procedió al aislamiento del exterior, limitándose las visitas de los familiares y de cualquier persona ajena a la residencia incluso antes de que lo decretara la Comunidad Autónoma. Los criterios de seguridad son rigurosos: a los ancianos se les toma la temperatura tres veces al día y a los trabajadores cada vez que entran de servicio; si alguien supera los 37 grados inmediatamente es aislado y se solicita un test. “En esta pandemia la seguridad y la prevención son primordiales”, subraya Francisco Marín-Blázquez, director de la residencia.

Además, se compró material sanitario con los fondos privados del centro. “Prácticamente el 95% lo compramos nosotros, la aportación de la administración regional ha sido testimonial”, afirma el director del centro. En este sentido, también han contado con la colaboración de concejales, como es el caso de Melba Miñano, edil de Servicios Sociales y Personas Mayores; voluntarios; familiares de los trabajadores; centros ópticos; y bomberos, que han aportado mascarillas y diversos tipos de material sanitario.

Marín-Blázquez pone en valor el “esfuerzo incansable” y la “profesionalidad” de los trabajadores de la residencia. “La crisis sanitaria nos hace soportar una presión extra, pero el personal del centro está sacando lo mejor de sí mismos y están haciendo un trabajo perfecto”.

Los ancianos viven esta situación extraordinaria con “resignación por no poder ver a sus familiares”, apunta el director. Sin embargo, la colaboración que prestan para el cumplimiento de todas las medidas y protocolos “es muy buena”. Además, las medidas se llevan también al ámbito comunicativo: “En cada ocasión que llaman los familiares preguntando se les responde sobre el estado de los residentes. Y en el mismo instante que percibimos cualquier incidencia en un anciano, llamamos a la familia para transmitírselo”, remarca Francisco Marín-Blázquez.

La pandemia se ha cebado en las residencias de media España pero, ¿por qué no ha sido así en Cieza? El director considera que las claves hay que buscarlas en “el cumplimiento de las medidas sanitarias” por parte de la población ciezana y “la extraordinaria profesionalidad” de los trabajadores del centro de mayores.

La presión para Francisco Marín Blázquez es muy fuerte. Aunque hay un factor que le ayuda a superarla: “La tranquilidad de conciencia con el trabajo bien hecho”. “Los peores momentos se pasan mientras se esperan los resultados de los test que les practicamos a los ancianos. Es una incertidumbre tremenda que, por el momento, se ha resuelto positivamente”.

Después de un mes y medio de pandemia, la residencia ciezana sigue sin registrar casos positivos de Covid-19. La ‘aldea gala’ de Cieza continúa su particular batalla contra un enemigo muy poderoso. Pero la eficacia, el esfuerzo y cierta dosis de fortuna pueden materializar un final feliz, y que la heroica lucha de los ‘irreductibles galos’ se traslade de los cómics a la realidad.

 

 

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