El concejal no adscrito echa en falta “medidas verdaderamente estructurales”
Crónicas de Siyâsa/Juan Piñera
El concejal no adscrito Juan Piñera señala que los presupuestos para el año 2021 presentados para su debate y votación “llegan tarde, muy tarde, tanto que ha pasado más de medio año y muchas partidas ya están siendo utilizadas, y algunas casi gastadas”.
“No tiene sentido votar algo que ya está siendo usado, más de 20 millones de euros que en parte ya están siendo gastados, excepto para el lucimiento del Gobierno, ya que se vota a posteriori o con la intención de que el calendario presupuestario para el Gobierno local vaya de verano a verano, de vacaciones a vacaciones, para comenzar el curso también en septiembre, como en el colegio”, declara en un comunicado.
Según el concejal, es cierto que se contemplan partidas para asuntos que vienen de muy atrás, como la pista de atletismo, o “mejoras insuficientes para la maduración del sector turístico local (donde el yacimiento Bolvax debe entrar de inmediato), pero no para problemas tan acuciantes como el del aparcamiento, que es gravísimo; la limpieza viaria (que ha mejorado pero dista de llegar a ser lo que Cieza merece), la atención a los polígonos y al tejido industrial, todavía un asunto por acabar; la escasez de metros para construir viviendas y, en consecuencia, para abaratarla, es decir, para que los jóvenes puedan emanciparse, formar su proyecto de vida, y poder trabajar aquí, en el municipio, y no exiliarse por obligación porque aquí encuentran oportunidades muy limitadas”.
“He echado en falta medidas verdaderamente estructurales, a medio y largo plazo, con las que se pretenda paliar el envejecimiento poblacional, el escaso relevo generacional, porque en este caso Cieza tiene un gran problema, además de que muchos de los jóvenes se marchan una vez acabada su formación, y es que aquí, más allá de la agricultura, una industria a medio gas, muy poco mimada durante legislaturas anteriores, y un sector servicios limitado, solo queda salir fuera para buscarse la vida. Esta es una asignatura pendiente que tiene el alcalde y su Gobierno. Por ahora, además de la floración y demás muestras de escaparate, no se atisba si han identificado el problema ni por dónde quieren atajarlo. Y ello, este inmovilismo, o ceguera, va a suponer un problema para la siguiente generación, para nuestros hijos, que, de seguir en esta línea política, se irán por obligación o vivirán en una Cieza dormitorio”, concluye.