El columnista de Crónicas de Siyâsa rememora los logros de la primavera del 68, con motivo de su 50 aniversario, y expone lo que significó como cambio social
Crónicas de Siyâsa
El profesor y escritor Antonio Balsalobre rememora la pujanza y el ansía de cambio que trajo consigo la primavera del 68. Otra revolución con cuna francesa y que el columnista considera que «se perpetuó en el imaginario de las generaciones venideras».
Es por ello que «fue una especie de epicentro de una mutación social y cultural que atravesó las sociedades francesa y occidentales”. Como muy bien ha dejado dicho mi admirado Jarauta, aquel acontecimiento ha expresado como ningún otro “el deseo de libertad y cambio social en la segunda mitad del XX”.
Asimismo, considera que existe un atisbo de esperanza ya que «a pesar de que finalmente el orden reinante no pasara de tambalearse y “les patrons”, que tan asustados habían estado por aquella insurrección, pudieran volver a dormir tranquilos, aunque ya no como antes».
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