Homenaje a la investigadora María Isabel García en el aniversario del Museo Siyâsa

   Imagen de cieza.es

Solamente han tenido que pasar tres meses, desde que la doctora en Historia Medieval María Isabel García falleciera el pasado 16 de febrero, y que el Ayuntamiento de Cieza y la Asociación Voluntarios de Siyâsa alentaran su homenaje, para que la segunda edición del libro ‘El saqueo de Cieza de 1477: historia y leyenda’ viera la luz

Crónicas de Siyâsa/cieza.es

Entre la infinidad de corrillos y de conversaciones a vuelapluma que tradicionalmente se conforman en el Museo Siyâsa cada 12 de mayo, aniversario de su inauguración, este viernes por la tarde hubo un tema común que no pasó inadvertido a los comentarios de la inmensa mayoría de los asistentes al acto central de la efemérides: el acierto de homenajear a la doctora en Historia Medieval María Isabel García.

El alcalde de Cieza, Pascual Lucas, fue el primero en expresar su satisfacción por este reconocimiento a su labor investigadora: «Es de justicia que los pueblos rindan tributo a las personas que han dedicado parte de sus vidas a la investigación y, por tanto, al descubrimiento de los tesoros de nuestra tierra. Este es el caso de María Isabel por sus importantes aportaciones al estudio de la historia bajomedieval de Cieza».

Precisamente, sus estudios ‘La villa de Cieza en la Baja Edad Media’, perteneciente al capítulo del volumen III de ‘Historia de Cieza’, y ‘Los Privilegios Rodados de Cieza’ junto a las conferencias impartidas en la localidad «descubrieron a locales y foráneos importantísimos datos para el conocimiento de tan importante y convulsa parte de nuestra historia», señaló Lucas.

También dijo de la homenajeada que había sido artífice del que «fue, tal vez, el más importante de sus hallazgos, realizado junto a Miguel Rodríguez Llopis: el rapto por parte de la Orden de Santiago, en 1301, de los privilegios como villa de Realengo de Cieza, ocultándolos en sus archivos del convento de Uclés, y el correspondiente abuso fiscal que esta orden efectuó hasta la Desamortización de Mendizábal».

Ante casos como éste, lo único que se puede hacer, afirmó el regidor, «es rendir un homenaje desde el Ayuntamiento, reeditando esta importante publicación, aventura que compartimos con la Asociación Cultural Voluntarios de Siyâsa, a los que Cieza tanto les debe por su labor en la difusión de nuestro patrimonio histórico local, así como en su colaboración en la investigación y conservación del mismo».

En la presentación de la reedición del libro intervinieron la concejala de Museos, Pilar Martínez; el director del Servicio Municipal de Museos, Joaquín Salmerón, y la presidenta de la Asociación Cultural Amigos de Siyâsa, María José Morcillo, quienes coincidieron en destacar a una profesora que se la conoce en Cieza por sus aportaciones a la historia local.

Llegar a ella a través de la reedición de ‘El saqueo de Cieza de 1477: historia y leyenda’ es, cuando menos, interesante. A pesar de la transcendencia histórica para Cieza del 6 de abril de 1477, este estudio es el primero publicado que intenta distinguir la realidad de los hechos de la fantasía materializada posteriormente en leyendas, según explicó Salmerón en su intervención.

«Es un hecho histórico -siguió el director del Servicio Municipal de Museos- que causó un hondo impacto no sólo en Cieza, sino en todo el Reino de Murcia, especialmente en las poblaciones vecinas de Jumilla y Caravaca de la Cruz». Para ello Díaz indagó exhaustivamente la documentación conservada tanto en el Archivo Municipal de Murcia como en el Archivo General de Simancas, apoyada en todo momento por la bibliografía existente sobre este tema.

El episodio de la incursión de las tropas del rey Abu-l-Hasan ha ido variando a medida que los acontecimientos se alejaban en el tiempo, pero la idea de que el saqueo de Cieza estuvo rodeado de un halo le leyenda ha llegado a impregnar la práctica totalidad de los estudios historiográficos. La leyenda de la Muda aportada por Fray Pasqual Salmerón, los orígenes del escudo o el milagro de la Vera Cruz de Robles Corvalán son algunos de los mitos asociados al saqueo de Cieza.

Por tanto, la originalidad de esta publicación no reside, así, en la revelación de hechos ignorados, sino en el desentrañamiento de los hechos demostrables y los atribuidos a la imaginación. De esta forma, García contradice algunos de los tópicos vigentes en torno al hecho de armas, como los recogidos en las Relaciones Topográficas de Felipe II.

Para la desaparecida doctora en Historia Medieval, el desencadenante del ataque fue una acción anterior de Pedro Fajardo, adelantado de Murcia, «causante involuntario de la tragedia de Cieza. No sólo porque él mismo lo da a entender en su carta, sino también porque en las misivas de los Reyes Católicos que tratan el asunto se habla de aquellos cautivos que tomó el adelantado».

Del mismo modo, María Isabel García aseguraba en su investigación que la finalidad del saqueo y destrucción de Cieza «no sólo era asestar un golpe al enemigo, en este caso los cristianos, en represalia por otro anterior, sino también obtener un beneficio económico por el rescate de los prisioneros capturados».

 

 

 

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