Helena Cortesina, directora de cine pionera

Rosa Campos Gómez

Aún no era el cine la poderosa industria cultural en la que ha devenido, cuando Elena Cortés Altabas se planteó su incursión como productora y directora. Corría el año 1921 y tampoco era España espacio de fácil acceso para que las mujeres pudieran demostrar sus capacidades creadoras más allá de lo socialmente establecido.

Helena Cortesina, como se denominaba profesionalmente a Elena Cortés, nació en Valencia, el 17 de julio de 1903, dentro de una familia de artistas, lo que repercutió en que se nutriera de ese mundo y trabajara como bailarina de varietés desde la adolescencia, así queda documentado en la prensa de entonces. Actuó en salas musicales de Europa y América –lo que le permitió conocer el cine que se proyectaba en las pantallas de los países punteros–, eligiendo para sus actuaciones música de importantes compositores, como Falla, Albéniz y Granados.

Era admirada por el público, y conocida y citada en la prensa como la “Venus valenciana”. Posó para la pintura ‘Danzarinas griegas’ de Joaquín Sorolla. Todo esto le proporcionaba una fama expansiva que sirvió para promocionar ‘La Inaccesible’ (José Buchs, 1920), cuya interpretación como personaje protagonista cinematográfico fue muy aplaudida. Este éxito, junto al beneficio económico que conllevó, más su arrojo como mujer emprendedora fueron los factores principales que la impulsaron a montar en 1921 su propia empresa cinematográfica, Cortesina Films; en ella produjo y creó la primera película, de la que existe constancia física, dirigida por una mujer en España, estrenada, tras superar algunos problemas, dos años más tarde: ‘Flor de España o La vida de un torero’. En ella actuó como protagonista femenina, y contó con la participación de sus hermanas Ofelia y Ángelica, que también eran bailarinas. Las tres se apoyaban y, además de sus actuaciones independientes, mantenían abiertos otros “nichos de mercado” –concepto que ahora esta tan de moda proponer en mercadotecnia–, como la Gran Compañía Cortesina, con la que viajaban por Europa interpretando y bailando temas musicales españoles.

De esta, su primera y última, película como directora se conserva un fotograma en la Filmoteca Española, con la suerte de que, al pertenecer a la etapa del cine mudo, se le encargó al maestro Manuel Bretón que compusiera una partitura musical como banda sonora, para que acompañara en directo durante toda su proyección. Gracias a esta partitura y a su detallada composición –investigación de Javier Mateo Hidalgo–, se ha podido reconstruir el argumento de ‘Flor de España…’, cuyo guion fue escrito por José María Granada, a quien durante mucho tiempo se le ha atribuido la dirección o codirección de este film, cuando los archivos demuestran que corresponde solo a ella –investigación de Elena Cordero-Hoyo–.  Las dificultades económicas para hacer cine y exponerlo con las que se encontró, sumadas a las que conllevaba ser dirigido por una mujer, fueron los detonantes que la indujeron a vender la productora y cesar su proyecto como cineasta independiente.

Continuó con su trabajo como actriz de teatro, que estaba más valorado. Formó parte de la compañía de Catalina Bárcenas y Martínez Sierra, donde trabajó en la obra ‘Triángulo’, de María Lejárraga. Ahí conoció al escenógrafo Manuel Fontanals, quien sería su pareja durante 15 años y con quien tendría dos hijos. A través de esta relación, Cortesina mantuvo contacto con quienes integraban la posteriormente llamada Generación del 27. Después entró en la compañía de Lola Membrives, e interpretó, entre otras, obras de Lorca, algunas dirigidas por él.

Tras su segundo embarazo, que no reconoció Fontanals, y la muerte de su hija, la pareja se separa, pero esta separación no produjo alejamiento de sus intereses culturales y políticos. En septiembre de 1936 se unió a la Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de la Cultura. Ella y su hijo, exiliados, llegaron a Argentina en junio de 1937. Allí continuó trabajando como actriz de teatro y de cine. A partir de 1940 formó, junto al actor Andrés Mejuto, la compañía Cortesina-Mejuto, con ella volvió a España en los años 50, durante este tiempo también participó con papeles secundarios en varias películas. En la década de los 60 regresó a Argentina, donde murió un 7 de marzo 1984. La acoge el cementerio de La Chacarita, en Buenos Aires.

Helena Cortesina, actriz, bailarina, productora y directora, realizó una trayectoria profesional fructífera, extensa y valiosa, hasta el punto de ser pionera en dirigir cine, aunque sea casi desconocida porque durante décadas se ha invisibilizado su nombre, mas no definitivamente, mientras se siga indagando en la historia, donde hay una luz que nunca se apaga.

 

 

Escribir un comentario