El fraile que llevó el nombre de Cieza por el mundo

Fray Berardo María de Cieza, la pasión de una vida

Miriam Salinas Guirao

No había terminado la primera mitad del siglo XIX cuando salía al mundo el fraile que llevó su ciudad allá donde caminó. El 6 de octubre de 1843 era bautizado en Cieza como Antonio Bruno Ortiz Miranda. Su padre fue Gabriel Ortiz Salmerón, quien al cumplir 49 años se casó con Josefa Miranda Hernández, de 33 años. “Vivían en la calle Mesones, la principal de Cieza, de obligado tránsito entre Murcia, Albacete y Madrid, donde se ubicaban la Casa de Postas y tres posadas. Aquí nacería el futuro fray Berardo” (Cieza durante el siglo XIX de Ricardo Montes Bernárdez).

Siendo todavía un mozo sale a buscar trabajo fuera de su ciudad natal. “De carácter inquieto, sabe de la presencia de su tío Manuel Miranda Hernández, nacido en mayo de 1808, presbítero y religioso dominico, en Cuba y hacia allí quiere dirigir sus pasos. Para ello se embarca en Alicante en el vapor Canarias, como soldado, en abril de 1864, arribando en la Habana a mediados de mayo. Quince días después ya es nombrado cabo” (Ibídem). Cuando el ciezano pisa el suelo cubano, apenas pasaba la veintena.

Su tío Manuel logró liberarlo del ejército para acercarlo a la vida religiosa, iniciando su formación en el Seminario de San Carlos-San Ambrosio. “En julio de 1869 ya recibe el grado de Bachiller en Filosofía y cinco años después consigue el de Teología, entre tanto recibe las Órdenes Menores e imparte latinidad y humanidades en el Seminario de la Habana” (Ibídem).

Comenzaba el año 1871 cuando desde Cieza llagaban tristes noticias a Cuba. Su padre perecía y no podría velar su cuerpo. Al año siguiente otra muerte tocaría su vida: su tío y protector, Manuel Miranda fallecía en La Habana.

Con la treintena regresa a España y en 1877 iniciaba el noviciado, el período de formación y de prueba previo a la profesión religiosa, en Bayona (Francia). “Desde esta casa acudirían los capuchinos a reabrir sedes en Andalucía, comenzando en abril de 1877 por Antequera y entre mayo-julio seguían por Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Entre 1879 y 1880 está afincado en Pamplona, pero en abril de 1881 ya está en Sanlúcar de Barrameda, recibiendo el subdiaconado. Aquí cantaba Berardo su primera misa, el 8 de mayo de 1881, asistiendo a la misma los duques de Montpensier, Antonio de Orleans (1824-1890) y su esposa María Luisa Fernanda de Borbón (1832- 1897), hermana de la reina Isabel II” (Ibídem).

Del sur partió al norte de la península, a Cantabria, donde ejercería como profesor y vicario. Tras su etapa como docente pasaría a la casa capuchina de Madrid. Los capuchinos son una rama de la Orden de Hermanos Menores fundada por san Francisco de Asís, que, en el siglo XVI, “buscando una vivencia más estricta y fiel de la Regla y forma de vida original, se separó de la Observancia”, como anuncian en su sitio digital.

Según apunta el historiador Ricardo Bernárdez, “en julio de 1885, fray Berardo, atendía al político carlista, periodista y exministro Cándido Nocedal en su lecho de muerte, en Madrid”. No fue a la única personalidad que atendió. Desde mayo a diciembre de 1906 realizó oficios ministeriales y entrevistas “con los prohombres de la política y de las finanzas: Antonio Maura, Ramón Nocedal, conde de Vadillo, General Castillejos; Baldomero Lois, secretario de García Prieto, Ministro de Fomento…” (En Lecároz. Colegio “Nuestra Señora del Buen Consejo” (1888-1988)). También se entrevistó con el Presidente de Gobierno en 1899, Francisco Silvela, y los ministros Dato Iradier y Durán y Bas, “protestando por la injerencia en los asuntos religiosos por parte del poder civil y la fiebre anticlerical…, todo un carácter” (Cieza durante el siglo XIX).

En 1886 se embarca desde Barcelona rumbo a Filipinas en el vapor correo ‘Isla Mindanao’, así se contó en La Paz de Murcia el  17 de diciembre de 1886: “Con objeto de dar mayor impulso a los trabajos evangélicos en las Carolinas y Falaos, han salido de Barcelona con rumbo a Filipinas, los religiosos capuchinos: reverendo padre provincial  Joaquín María de Llavaneras; Fray Berardo María, de Cieza; Fray Ambrosio de Valencia, Fray Luis de Valencia y los hermanos Justo de Eraul y José María, de Irañeta”.

En marzo de 1887 se encontraba junto a otros capuchinos, en Pohnpei (Ponapé), en las islas Carolinas, abriendo otra misión. “En 1891 fundaba la Congregación de Nuestra Señora de Lourdes en Manila. Será nombrado en Filipinas Superior de los Padres Capuchinos en 1893 y seis años después es el Viceprocurador General de los Capuchinos de Ultramar” (Cieza durante el siglo XIX de Ricardo Montes Bernárdez). El fraile ciezano anduvo en tierras con disputas en el ocaso del siglo XIX. En Las Carolinas Orientales: 1890  se mencionaba la difícil situación que atravesaban: el asesinato del alférez Martínez junto  a sus hombres motivo la alarma entre los reducidos habitantes. Los sucesos se produjeron de manera confusa y los supervivientes tuvieron que dar parte a Fray Berardo.

Mientras llevaba el nombre de Cieza por el mundo, otro fallecimiento ensombrecía su corazón. Su madre fallecía en 1894 y no pudo despedirse. Su regreso a España se hizo en el vapor ‘Isla de Luzón’ en julio de 1895. Residiendo en Madrid hasta 1899, donde cambia el centro peninsular por el colegio de Lecároz, junto a Llevaneras, “(fundador e impulsor del mismo en 1891), en el valle del Baztán de Navarra, siendo el Superior del Colegio allí instalado, desde 1899 a 1908” (Ibídem). Juntos conformaron una institución brillante de la cultura vasco-navarra. En ‘Lecároz. Colegio ‘Nuestra Señora del Buen Consejo’ (1888-1988)’,  se da noticia del curso “oneroso”, “porque hubo de prescindir un tiempo del padre presidente, Berardo de Cieza, operado en Madrid por proceso canceroso del ático y mastoides”. Entre intervención y medicamentos se fueron 5.000 pesetas, “bien empleadas, porque ese Padre todo se lo merece”, apuntaban. Desde esta escuela se le recuerda como un “modelo de virtud y de santidad” y apunta una anécdota: en su fiesta, San Berardo, de 16 de enero de 1907, donde protagonizó un ejemplo de “austeridad”. “Felicitaciones, abrazos, Te Deum,  don la Comunidad en el presbiterio, después de la conventual, pero no alboradas orquestales ni arco vegetal con gallardetes ni farolas a la puerta de su celda, sino solamente ramos de flores ‘por juzgarse el otro ornato menos conforme con nuestro modo de ser’. Ni en el refectorio de los frailes banderas españolas y lienzos de azul y blanco sujetos a las columnas…. Se redujo todo ornato a una maceta por mesa de los Padres y dos en la presidencia, seis en total; tampoco se pusieron manteles. Austeridad hasta en las apariencias, no vayan a escandalizarse los advenedizos”.

A comienzos de noviembre de 1900 en El Diario de Murcia se refleja su paso por su ciudad natal. Fray Berardo acudió a la iglesia parroquial para celebrar las novenas que todos los años sufragaba “la Hermandad de las benditas Ánimas del Purgatorio”. Durante su intervención “sencilla, llena de unción y henchida doctrina”, cientos de ciezanos concurrían para escucharlo.

Sus últimos destinos fueron Fuenterrabía (Hondarribia en euskera) y San Sebastián. En Fuenterrabía estuvo desde 1908 como vicario capitular, el mismo cargo que realizaría en San Sebastián desde 1918. En este último lugar falleció, a los 88 años, en diciembre de 1931. La Vanguardia daba la noticia de su muerte el 2 de enero de 1932: “Fray Berardo de Cieza, capuchino, ha fallecido santamente en la residencia de Padres Capuchinos de San Sebastián, el reverendo padre fray Berardo de Cieza, octogenario, lleno de virtudes. Fue Provincial de la Orden, y pasó gran parte de su vida religiosa en Manila. Madrid. Lecároz y San Sebastián. D. E. P.” Así terminaba sus días uno de los hombres que llevó Cieza por el mundo.

 

 

One thought on “El fraile que llevó el nombre de Cieza por el mundo

  1. Jose Jesus Lorenzo Vazquez

    Soy un Ciezano ignorante: No conocía ni conozco la historia completa de uno de los cuézanos más impórtate, Fray Berardo de Cieza.. Le doy las Gracias a Marina Salinas Guirao, por enviarme esta información y darme a conocer a un Santo de mi pueblo, en donde nacía en 1946. Gracias.

Escribir un comentario