Fractura abierta en el Partido Popular de Cieza

   Imagen de archivo de la última candidatura popular

Los populares ciezanos se encuentran divididos entre dos corrientes internas que pugnan por controlar el partido local y que tuvieron su punto álgido en las elecciones de los representantes regionales, donde se vivieron escenas cargadas de tensión en la sede popular. Las próximas elecciones a la presidencia local establecerán si es posible la unidad

Javier Gómez

La batalla encubierta entre tamayistas y los afines a Juanma Molina, que llevaba tiempo fraguándose en las entrañas del Partido Popular, se ha recrudecido en los últimos meses, provocando en última instancia la salida del portavoz del grupo municipal. A finales de marzo, Molina dejó el cargo y ya se están dando los pasos para acceder a la presidencia local; se prevé que las elecciones a la misma se realizará antes del verano, según fuentes internas.

La división del PP en dos bandos proviene de las últimas elecciones locales (justo este mes se cumplirán dos años) cuando Juan Manuel Molina se presentó como número uno para la alcaldía y «al llegar dejó claro que no quería nada que oliera a Tamayo en las listas», declaran fuentes populares, aunque matizan que la decisión fue acatada de inicio para apoyar al partido. Por su parte, fuentes del sector de Molina declaran que no les dejaron un camino sencillo y que acusaban al portavoz de estar ‘colocado a dedo’. Sin embargo, con el transcurrir de los meses, los tamayistas comprendieron que «no era el portavoz idóneo» y le achacaban, tanto a él como a sus concejales «falta de experiencia política», lo cual podría derivar en una oposición débil al equipo de gobierno. «¡Pero si hay concejales que les han dicho a miembros del equipo de gobierno que no les metan mucha caña en los Plenos! A mi me pueden pintar la cara una vez, pero para la siguiente me preparo bien lo que tengo que decir en el Pleno», sostienen las mismas fuentes.

Es por ello que fuentes del equipo de gobierno aseguran que «la oposición que lleva haciendo el PP durante estos dos años de legislatura no es buena desde el punto de vista político. Una consecuencia lógica que deriva por ‘colocar a un mirlo blanco desde Murcia’ que ni siquiera se presentó a la aprobación de los presupuestos». Fuentes tamayistas tampoco daban crédito a este suceso «pues era la primera vez que un portavoz de la oposición no acudía a tratar tan relevante tema. Mientras, otro miembro del equipo de gobierno manifiesta que la división entre los populares «es latente y pública».

Por tanto, el distanciamiento entre los dos bandos se fue enquistando con el paso del tiempo y tuvo su punto álgido en el pasado mes de marzo con motivo de la elección de representantes para el Congreso Regional. Se presentó un escenario perfecto para medir fuerzas de cara a las próximas elecciones para la presidencia del PP de Cieza, actualmente en manos de Antonio Tamayo, último alcalde de la formación. Se llevó a cabo un movimiento de fichas por parte de ambos bandos. «Tuvimos constancia de que los renovadores, como ellos se hacen llamar a pesar de que en sus filas van personas de la vieja guardia y también alguien como María José Jiménez que es de la derecha más pura, iban de casa en casa realizando afiliaciones ‘express’ con el objetivo de que ganaran sus representantes -declaran fuentes tamayistas-. A partir de ese momento decidimos hacer lo mismo y nos movilizamos para afiliar a personas afines a nosotros. Los barrimos; ese fue el resultado».

El día de la elección de los representantes se dieron escenas crispantes en la sede del PP. «Tardó más de media hora en comenzar, porque estábamos esperando la orden desde Murcia, y Molina perdió los nervios. Comenzó a gritar que por qué se retrasaba el proceso, que debía empezar cuanto antes mientras otros miembros realizaban acusaciones veladas de ‘pucherazo’ -testimonian fuentes internas populares-. En realidad, no sucedía nada extraño; únicamente teníamos que esperar la orden de Murcia. Como el proceso se inició tarde tuvimos que terminar también más tarde, ya de madrugada. Juanma se quedó al recuento de votos, ya se encontraba tranquilo, pero María José Jiménez no. Ella subió a la sede y preguntó por el número de votantes, y cuando supo que eran más de 450 personas los que depositaron su voto se marchó sin esperar al resultado. En ese mismo momento supo que habían perdido, ellos no habían sido capaces de movilizar a tanta gente».

Apenas dos semanas después de los hechos, Juan Manuel Molina presentó su dimisión como portavoz del Partido Popular de Cieza. «Fuimos muchos los que nos enteramos por la prensa, incluso concejales de su bando. No se despidió de nosotros», alegan los tamayistas.

Finalmente, aunque se preveían más dimisiones de concejales afines a Molina, se ha establecido un periodo de calma tensa. Las elecciones para la presidencia popular ciezana, cuyo ganador será probablemente el siguiente candidato a la alcadía, están previstas que se lleven a cabo antes de agosto. Fernando Tamayo se presentará aunque todavía se desconoce si por el otro lado habrá candidato. «María José Jiménez es astuta, no creemos que se presente si sabe de antemano que no dispone de los apoyos suficientes -argumentan fuentes populares-. En el caso de que ganase Fernando estaría dispuesto a tender puentes y ofrecerles formar parte de las listas. Lo importante es cerrar la división». Sin embargo, fuentes del equipo de gobierno prevén «más movimientos y más disputa. Hay personas en el PP que no tienen más currículum laboral que la política, y su único horizonte pasa por estar bien posicionadas en las listas».

Por tanto, serán las próximas elecciones a la presidencia local las que marquen la deriva del futuro del Partido Popular y la que designe si los populares serán capaces de conseguir la unidad.

 

 

 

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