Fomentar la riqueza, por Diego J. García Molina

Fomentar la riqueza

En nuestro mundo actual, y a lo largo de la historia, siempre han existido países ricos y países pobres. En ocasiones porque en su territorio disponían de materias primas, en otras porque tuvieron habilidad en el comercio, o en otras tantas gracias a su poderío militar expoliando a otras naciones mediante la conquista o el sometimiento. No ha cambiado mucho la película hasta el momento actual pues siguen existiendo países con gran cantidad de materias primas, hábiles en la fabricación y comercio de productos y con fortaleza bélica para apropiarse de la riqueza de otros. Algunos de ellos incluso tienen más de una de esas características al tiempo. Con los pueblos y ciudades sucede lo mismo, algunas son capaces de atraer empresas y negocios con diferentes métodos (o consiguen repelerlas, consiguiendo el efecto contrario) y otras tienen recursos naturales que consiguen explotar aumentando así la renta de sus ciudadanos, los servicios que pueden ofrecer, etc.; lo de utilizar la fuerza contra el pueblo vecino ya no se estila como antaño. El turismo es una de las fuentes de enriquecimiento moderno más aprovechado en nuestro país, debido a nuestra especial situación geográfica, clima, gastronomía, bonhomía de nuestras gentes, etc. No en vano, somos el segundo país del mundo en número de visitantes extranjeros tras Francia y los autóctonos también somos del gusto de visitar rincones de nuestra piel de toro a la menor ocasión. Por poner un ejemplo del potencial que puede ofrecer, el pueblecito costero donde veraneo tiene una playa de apenas 500 metros, flanqueada a ambos lados por dos municipios playeros bastante reconocidos. Sin embargo, ello no le ha impedido aprovechar al máximo el espacio disponible, cuidando el más mínimo detalle y mimando a los visitantes, alcanzando, así, un nivel de renta nunca conocido. Ha cuatriplicado su población en apenas 25 años, desde los 1.500 residentes que tenía en 1996, y el superávit del ayuntamiento ha permitido, entre otras cosas, sanear la deuda, cancelar el préstamo realizado para construir un aparcamiento municipal ahorrando en intereses más de 165.000 eurosy ayudar durante la pandemia de coronavirus a sus habitantes con más de 1 millón de euros.

En nuestro caso, es indudable el esfuerzo que el gobierno municipal, año tras año, realiza para fomentar y diversificar la oferta turística de la villa de Cieza. Es muy complicado crear de la nada una industria que pueda aportar capital y puestos de trabajo para los ciezanos; y seducir empresas para que se instalen en nuestro municipio tampoco es sencillo, y más todavía con la desventaja de estar alejados de la capital (municipios como Molina de Segura o Alcantarilla han tenido más suerte) o de un puerto importante como es Cartagena. Los campos de Cieza son ricos en frutales mas se trata de una actividad meramente estacional y tampoco se puede decir que sea excesivamente productiva para los jornaleros temporales. Solo nos queda, por tanto, el turismo, el cual, como bien ha escrito el director de Crónicas de Siyâsa en su editorial: “repercute positivamente en la economía local y la buena imagen del municipio”. Y no es mala apuesta en vista de los abundantes recursos disponibles en nuestra localidad: Cañón de Almadenes, yacimiento de Siyâsa, Cueva de la Serreta, el río Segura con las actividades recreativas que se puede realizar en este, las zonas montañosas para practicar deportes o disfrutar del paisaje, rutas de senderismo, etc. Sin contar la exitosa experiencia de la floración, dónde cada vez son más los viajeros que se acercan a nuestros campos a disfrutar del espectáculo colorista floral.

No obstante, por poner un pero, creo que lo que se necesita es retener al visitante para que el desembolso en ocio, alimentación y pernocta lo haga en nuestro pueblo. No puede ser que vengan varios autobuses llenos de turistas a realizar un descenso en barca, o a ver la floración y se vayan a dormir a otra localidad por la falta de sitio para quedarse aquí, ofreciendo en bandeja a otros el beneficio que nosotros generamos. Un solo hotel, con pocas habitaciones, y en una zona tan poco accesible como es el casco antiguo se antoja a todas luces insuficiente. Es necesario el apoyo del ayuntamiento y todas las facilidades que pueda ofrecer para disponer de un segundo alojamiento donde los foráneos puedan pasar la noche, a poder ser, cerca de la autovía y con suficiente espacio para poder aparcar los vehículos de los clientes. Una de las modalidades más demandadas hoy en día para el hospedaje es el alquiler de apartamentos: en Cieza, totalmente inexistente. Incluso algo más sencillo de conseguir como es una zona de estacionamiento para caravanas, una forma de hacer turismo cada vez más habitual, no se encuentra disponible. Hace cuatro años se aprobó en un Pleno, a propuesta de Ciudadanos, preparar un espacio para este tipo de vehículos aunque, como suele ser habitual, muchas de las propuestas aprobadas en Pleno son meros brindis al sol. Esperemos que finalmente se convierta en una realidad y demos un paso más para convertir los recursos naturales disponibles en riqueza para nuestro municipio a través del turismo de calidad.

 

 

One thought on “Fomentar la riqueza, por Diego J. García Molina

  1. JOSE LUIS SALMERON MARTINEZ

    Cieza y su entorno es uno de los pueblos mas bonitos de Murcia, pero como usted bien dice su oferta turística no está bien aprovechada.
    En cualquier pueblo de por ejemplo Castilla la Mancha hay mas ofertas hoteleras que en Cieza (con 45.000habitantes)
    Imagínese usted cualquier internauta que vea las hermosas fotos de nuestro bonito pueblo y quiera ir a pasar unas vacaciones.
    Se encontrará que apenas tiene sitio para alojarse e incluso son muy caros, por lo tanto, buscará otro sitio mas favorable para sus vacaciones.
    Soluciones muchas: Camping en las faldas de la casa de las Delicias o en el antiguo corral del cabrero.
    Comprar el Coto y aprovecharlo para hacer otro maravilloso camping/caravaning con vistas fabulosas al casco antiguo y la vega.
    Promover el alquiler particular con plataformas como AIRBNB.
    Hotel en la casa de las Delicias (que creo que ya está en marcha).
    Renovar el Cauce para hacer un bonito parque con sitios de pesca y paseos en barca.
    Adecuar playas fluviales donde fuera posible incluso remansando mediante presas fluyentes.
    Rutas ciclistas.
    Aprovechar el paraiso que es el Menjú.
    Etc, etc.
    Como ve usted soluciones hay muchas…pero solucionadores pocos.
    Reciba un saludo cordial desde la siempre verde Bélgica.

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