Florencio Dimas: «Las víctimas de Franco tienen derecho a la justicia»

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Este investigador de la represión franquista, surgido a partir de la necesidad de defender la acción memorialista en la Región de Murcia, sigue en su empeño por rehabilitar la memoria de los represaliados frente al negacionismo del franquismo

Crónicas de Siyâsa/cieza.es

Florencio Dimas Balsalobre, investigador histórico de la represión franquista, aseguró este miércoles, en relación a la conferencia ‘El combate por la memoria histórica en la Región de Murcia’, que la Justicia española ha restringido de forma continuada los derechos de las víctimas del franquismo al apelar siempre a la Ley de Amnistía de 1977.

Lo dijo en el marco de Semana Republicana, organizada por el Club Atalaya Ateneo de la Villa, dedicando su intervención a la memoria de la ciezana Pascuala Fernández Fernández, una de las primeras integrantes de la Asociación de la Memoria Histórica Amigos de los Caídos por la Libertad, que se convertiría en la primera entidad memorialista registrada a nivel nacional en 1995. En referencia a ella dijo guardar un «gran recuerdo por su gran calidad humana y por su fidelidad a los valores republicanos».

En su alocución ante varias decenas de asistentes se declaró un firme defensor de la memoria histórica, un concepto historiográfico que, sin embargo, «no existe por ejemplo en países de nuestro entorno como Francia o Alemania. Allí lo que existe es la historia, es decir, la interpretación de los hechos en base a lo que sucedió. En España no podemos abordar la historia con una mirada fría porque está caliente. En este país existe una amnesia social sobre la memoria».

Dimas cargó contra la ley de amnistía que impide las peticiones de verdad, justicia y reparación de las víctimas que se opusieron al levantamiento armado contra la República y a la dictadura en defensa de las libertades públicas. «Fue una ley de autoamnistía que se dieron ellos. Aquella amnistía sobre sí mismos supuso cancelar todas las tropelías cometidas. A partir de ese momento, la izquierda empieza a enterrar su memoria con los Pactos de la Moncloa».

Respecto a lo apuntado anteriormente, el conferenciante añadió que los acuerdos firmados el 25 de octubre de 1977 «se justifican como el pórtico de la transición española, que ha sido vendida como un periodo modélico de transición política». Además, recalcó que la monarquía constitucional «fue una especie de tabla de salvación para todo el aparato franquista que buscaba su supervivencia», desmitificó la Transición como un «proceso modélico» y criticó la Ley de Memoria Histórica aprobada en 2007, «una ley que pasó de largo en la Región de Murcia».

También dijo que siempre se ha sentido «profundamente identificado» con esta causa y animó a los ciudadanos a «cambiar la mentalidad imperante». En esa línea, abogó por la necesidad de reconocer a los cientos de miles de ciudadanos que habían sufrido todo tipo de represión por sus actividades políticas de oposición al franquismo porque constituye una imperiosa necesidad de justicia, a la que siempre se opuso la voluntad del dictador.

Recordó que hubo que esperar más de 30 años, hasta 1979, para poder abrir las fosas del cementerio de Espinardo y exhumar 377 restos, que fueron trasladados a un nuevo panteón levantado en honor a los ‘Caídos por la Libertad’ en el mismo camposanto por un grupo de familiares, «y sin la colaboración inicial de ningún partido ni sindicato, más bien venciendo su indiferencia cuando no su resistencia». En esas cinco fosas fueron enterrados los cuerpos de los fusilados en Murcia desde el final de la Guerra Civil hasta 1945, cuya cifra exacta se desconoce.

No es la única tumba que recuerda a víctimas del franquismo. En otro punto del cementerio de Espinardo se alza un panteón con restos de miembros de las Brigadas Internacionales, con sus nombres al pie de lo que se conoce como fosa común dignificada. Son 120 nombres, la inmensa mayoría extranjeros, aunque entre ellos también se encuentra algún español del Ejército Popular. Por último, en otra tumba más discreta, una pequeña placa recuerda a los caídos en las Brigadas Polacas.

El que fuera presidente de la desaparecida Asociación de la Memoria Histórica Amigos de los Caídos por la Libertad explicó que el papel de las entidades memorialistas es «limitado» sin cobertura y apoyo por parte de las instituciones, partidos políticos y sindicatos. Al repasar la trayectoria de esta entidad disuelta en 2009, apuntó que «únicamente acordamos sus miembros reunirnos, cada año, el 14 de abril, para participar en un acto de recuerdo a las víctimas del franquismo en el monolito del cementerio de Espinardo».

 

 

 

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