Fallece la centenaria ciezana Candelaria Teruel Cano

Falleció en su casa de Villanova i la Geltrú este jueves

Crónicas de Siyâsa

Este jueves falleció Candelaria Teruel Cano, centenaria de Cieza, que el próximo 10 de febrero hubiera cumplido los 101 años. Hace 11 meses celebró la efeméride de sus 100 años rodeada de los suyos en Vilanova i la Geltrú (Barcelona).

Candelaria nació en el Camino de Madrid de Cieza el 10 de febrero de 1920, hija de Juan Antonio Teruel Berruezo y Manuela Francisca Cano López, siendo la segunda de los seis hijos que tuvo el matrimonio, de los cuales sobrevivieron hasta edad adulta cuatro. En esa misma casa nacieron también la madre de Candelaria y todos sus hermanos.

Se casó con José Ferrer López el 27 de julio de 1941. Del matrimonio nacieron nueve hijos y todos en Cieza: Antonio, Antonia, Juan, Francisca, María del Carmen, Piedad, Josefa, José Luis y Candelaria. La familia emigró a Cataluña en 1962. Vivió en la colonia industrial de Vallcarca (ya despoblada totalmente) perteneciente al término municipal de Sitges, provincia de Barcelona, hasta octubre del 2009. Desde entonces vivió en Vilanova i la Geltrú, también de la provincia de Barcelona.

Siempre que podía regresaba a visitar a su familia de Cieza (casi todos los años), especialmente para ver a su madre hasta que en 1970 falleció. En aquellos años y hasta hace muy poco también visitaba a los dos hermanos que quedaron aquí, así como a los hijos de ellos, demás familia y amistades. Aprovechaba también algunas de esas visitas a su pueblo para ver a otra de las hermanas, emigrada a Francia (que venía también a Cieza con frecuencia), para poder reunirse con todos aquí.

Candelaria era la última superviviente de todos los hermanos y aunque mantenía fuertes contactos con sus sobrinos de Cieza, en los últimos años ya no podía venir a su pueblo por su avanzada edad.

La celebración de sus 100 años, hace casi un año, fue aprovechada por hijos, nietos, bisnietos, sobrinos, sobrino nietos y demás familia (en total una cincuentena de personas) para acompañarla en una comida llevada a cabo en un restaurante de Vilanova i la Geltrú.

Candelaria, como es normal, pasó un día celebrando por la efeméride de su centenario y porque pudo contar, ese día, con la compañía y cariño de sus familiares que llegaron desde Cieza, diversas poblaciones de Cataluña, Francia, Gran Bretaña y Suiza.

Candelaria no había perdido el contacto con su pueblo pues hablaba, con frecuencia, con su familia de aquí. «Fue sido siempre, por su simpatía y carácter extrovertido, muy querida en Cieza», destaca la familia. Además, era casi la única superviviente de su generación en la ciudad.

 

 

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