El Museo del Esparto vuelve a abrir sus puertas

El pasado lunes 18 de mayo, con motivo del Día Internacional de los Museos, el Museo del Esparto de Cieza organizó una serie de actividades para conmemorar este evento

Crónicas de Siyâsa/Museo del Esparto

El Museo del Esparto, seña de identidad y lugar de la memoria de Cieza, volvió a abrir sus puertas, tras dos largos meses de confinamiento, para celebrar, en colaboración con la concejalía de Museos, y respetando las medidas de seguridad establecidas, una cita a la que no había faltado en los últimos años.

Retransmitido en directo por Facebook Live, los esparteros y esparteras ciezanos, así como los colaboradores del museo, se afanaron en ofrecer un programa variado que incluía una visita virtual del museo, demostraciones de ‘hilao’ con rueda, de corche, de confección de pleita (está última a cargo de Antonio Salmerón), así como una actuación musical simultánea del grupo Tovarich (Andrés Villa y Celia Aroca), acompañando con sus canciones las demostraciones en vivo.

En palabras de Pedro Motos, antiguo ‘hilaor’, “esta reapertura ha sido una buena oportunidad para  ir al encuentro del público, aunque haya sido de forma virtual, y sensibilizarlo sobre los desafíos a los que debemos enfrentarnos”.

“Se nos cayó el alma a los pies –comenta Jerónimo Villa, ‘rastrillaor’ en los años cincuenta del siglo pasado- al constatar que nuestro museo, que antes de la pandemia estaba rebosante de vida, acogiendo a grupos de jóvenes, mayores, escolares, curiosos, amantes de las tradiciones… , se encontraba de pronto por culpa del maldito virus solo, desierto, deshabitado, como una imagen fija, inmóvil en el tiempo. Porque así de pronto, inesperadamente, dejó de girar la rueda que hilaba la cuerda”.

Esas cuerdas, es verdad, que antiguos esparteros como él habían urdido laboriosamente en sus demostraciones ante decenas, miles de personas en los últimos meses y años.

Afortunadamente, el pasado lunes el museo volvió a abrir sus puertas. En los próximos meses lo hará en horario reducido (de lunes a viernes de 18:00 a 20:00 horas, y sábados y domingos de 11:00 a 13:00 horas) hasta que poco a poco se vuelva a la normalidad. “Ojalá que sea pronto, porque nada desean más los miembros del Club Atalaya, que lo gestionan, que más pronto que tarde este espacio cultural y reivindicativose vuelva a llenar de vida”, destacan fuentes del museo.

“Ternes que ternes, concluye María Cano, sea como sea, aquí seguiremos trenzando la cuerda de nuestra memoria”.

 

 

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