El admirable legado de María José se convierte en un referente para las próximas generaciones
Crónicas de Siyâsa
El 19 de junio se celebró en el salón de actos del IES Los Albares un emotivo homenaje en memoria de quien fue durante 17 años la profesora de Servicios a la Comunidad de este instituto ciezano, María José Marín García, quien falleció el pasado mes de abril.
El acto, que fue organizado y dirigido por sus compañeros del EMET (Equipo de Mediación y Tratamiento de Conflictos), estuvo arropado por la presencia de familiares, compañeros y alumnos que fueron los principales protagonistas del evento con las palabras sentidas, que le dedicaron tras su experiencia con ella durante sus años en el centro. Los alumnos Matías Guardiola, Valentina Martínez, Ana Falcón, Kenya Yepes y Ana Lucía Molina expresaron, entre sollozos, que María José fue, para ellos, “luz en los momentos de oscuridad, y tranquilidad en las situaciones de nerviosismo. Nos va a resultar muy complicado buscarla y no poder contar con su ayuda”.
El homenaje consistió en la inauguración del Aula de Mediación que a partir de ahora llevará su nombre para que su legado sea un referente para las próximas generaciones. El Aula de Mediación, junto a los Círculos de Convivencia, fue un proyecto transformador, para el centro que María José abrazó con gran entusiasmo, que llevó a cabo con una labor impecable, dada su prudencia, humildad y sinceridad.
Sus compañeros coinciden en que María José no fue simplemente una profesional, o una profesora de servicios a la comunidad o una simple amiga: “Fue todo eso y mucho más; alguien que supo mirar con atención, escuchar con respeto y estar sin hacer ruido, pero dejando una huella profunda en quienes tuvieron la suerte de compartir camino con ella y de haber sido escuchados por su corazón”.
Asimismo, se destacó que María José “solo mereció, merece y merecerá siempre palabras de halago, por todo lo que hizo, por compartir con todos su eterna sonrisa, sus momentos y, principalmente, por tratar a todos por igual, sin etiquetas y sin mirar nombre ni apellidos.
En el evento intervinieron Elisa Yepes (pianista) y Arantaxa Pérez (violinista), alumnas del conservatorio de Cieza y de Madrid, respectivamente, interpretando distitnas piezas como ‘My way’ o ‘A Thousand Years’, poniéndoles el toque de elegancia que tal acto merecía.
Al final, los miembros del EMTC junto a Francisco Zamorano, director del instituto, y junto a Pedro, marido de María José, se dirigieron hacia el Aula de Mediación para descubrir la placa en la que la esencia de María José quedará grabada para siempre.